Espectros de la ciudad de México

Ya estamos recibiendo propuestas para el Concurso de buenas y malas prácticas urbanas que anunciamos en el número anterior. El siguiente texto de Paul Virilio (que reproducimos por gentileza de Matilde Sánchez y Graciela Speranza) pone en un contexto global las condiciones de producción de esas prácticas.
MC (el que atiende)
“Pero volvamos a los diferentes signos de la CLAUSTRACIÓN.
Hace ya un tiempo, algunos astrónomos ponen de relieve el importante riesgo natural que significan los ASTEROIDES, el primero de los cuales se remonta al 30 de junio de 1908, con la explosión sobre la zona central de Siberia, en Toungouska, de un cometa o de un asteroide, nadie lo sabe. Esa explosión causó daños considerables sobre más de 2.000 metros cuadrados de la tundra.
Estos objetos celestes amenazantes, llamados desde entonces GEOCRUCEROS, dan lugar a vastos programas de detección -destaquemos que son todos americanos-. LINEAR, el más eficiente de esos programas, utiliza dos telescopios automatizados que antes usaban los militares para detectar satélites soviéticos. Recuperados al final de la guerra fría, estos instrumentos se utilizan, desde entonces, para la búsqueda de asteroides errantes.
Sin embargo, como ese sistema posee un amplio ángulo muerto que no le permite observar el Hemisferio Sur, equipar ese hemisferio para a ser de primera urgencia, según François Colas, del Instituto de mecánica celeste del Observatorio de París .
Extrañamente, este sistema de defensa cósmica -que se une con el ESCUDO ANTI-MISILES de la “guerra de las galaxias”, vuelto a lanzar, en 2001, por el presidente George W. Bush- se presenta como la última muralla de la Historia, después de las ciudades fortificadas, la muralla China, y ni hablar de la línea Maginot o el muro de Berlín.
Otro signo clínico de ese GRAN ENCIERRO es el desarrollo exponencial de las GATED COMMUNITIES y la vuelta a la ciudad cerrada, sobre todo en los Estados Unidos, donde desde hace más de diez años, varias decenas de millones de americanos se encierran en busca del confort máximo y de la SEGURIDAD INTERIOR.
Ciudades privadas, protegidas por un dispositivo electrónico, cámaras de vigilancia y guardias. Uno de los ghettos se llama, de hecho, FORTALEZA AMÉRICA… sin hablar de los del subcontinente, de Brasil y sus cinco ALFACIUDADES que rodean São Paulo.
Tantos síntomas de la regresión patológica de la Ciudad o la cosmópolis, la ciudad abierta de ayer le cede espacio sin dudas a la claustrópolis en la que la exclusión se acrecienta con rechazo del extranjero, de ese errante, ese CRUCERO SOCIAL, que amenaza la paz del hábitat metropolitano así como el GEOCRUCERO errante amenaza el medio ambiente terrestre y contra el que habría que erigir, desde mañana mismo, un recinto EXOSFÉRICO contra los riesgos del vacío”.
Paul Virilio, fragmento de la traducción inédita en castellano de su
Ville Panique, Editions Galilée 2004.