Cafe de las Ciudades #31 archivos - Cafe de las Ciudades https://cafedelasciudades.com.ar/revistas/31/ Revista digital Café de las Ciudades Thu, 24 Nov 2022 23:02:09 +0000 es-AR hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.2 https://cafedelasciudades.com.ar/wp-content/uploads/2022/09/cropped-favicon-32x32.png Cafe de las Ciudades #31 archivos - Cafe de las Ciudades https://cafedelasciudades.com.ar/revistas/31/ 32 32 La Revolución Urbana (I) https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/la-revolucion-urbana-i/ Mon, 02 May 2005 22:57:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4932 N. de la R.: Este texto de Jordi Borja fue elaborado recientemente para laUniversitat Autònoma de Barcelona, y es un fragmento de la introducción a los textos deDavid Harvey y Neil Smith “Revolución y contrarrevolución en la ciudad global”. En el próximo número se publicará, sobre el mismo tema,el texto de la conferencia brindada por...

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N. de la R.: Este texto de Jordi Borja fue elaborado recientemente para la
Universitat Autònoma de Barcelona, y es un fragmento de la introducción a los textos de
David Harvey y Neil Smith “Revolución y contrarrevolución en la ciudad global”.

En el próximo número se publicará, sobre el mismo tema,
el texto de la conferencia brindada por Borja el pasado 6 de abril
en el bar Tuñón de Buenos Aires, que organizara
 café de las ciudades.

El texto que sigue expone brevemente las características y contradicciones de la “revolución urbana” de nuestra época, tomando como principal referente concreto el caso de Barcelona. Por una parte tenemos en cuenta las contribuciones de autores como David Harvey, Neil Smith y otros que han analizado las contradicciones de la ciudad post-industrial (1). Y por otra avanzaremos algunas hipótesis sobre el caso barcelonés, a partir de la emergencia de nuevas prácticas públicas desde los inicios de la década de los ´90, de las respuestas sociales a las mismas y de la renovación del pensamiento crítico que había quedado relegado debido al éxito y al consenso del urbanismo de los ´80 (ver al respecto la última parte de esta nota).

Veremos en segundo lugar las respuestas del urbanismo, la revalorización de la ciudad y las dinámicas fragmentadoras y segregadoras que se dan en ella. Y finalmente el debate sobre los modelos de ciudad en curso (¿Barcelona es un modelo?) y su relación con el derecho a la ciudad, propio de nuestra cultura democrática (2).


La revolución urbana

El término “revolución urbana”, que usó Gordon Childe en su obra clásica sobre la Antigüedad, ha sido recientemente reutilizado por F. Ascher (Nuevos principios de urbanismo, Alianza Ed., Madrid, 2003). La revolución urbana no es la traducción directa de la globalización en el territorio, pero sí que viene causada por un conjunto de factores tecnológicos, económicos, políticos, sociales y culturales que también se vinculan a la globalización, concepto por otra parte suficientemente confuso, lo que permite que sirva un poco para todo (3).

a) La informatización (por ejemplo, la difusión de las computadoras) ha modificado las relaciones espacio-tiempo y permite desarrollar actividades diversas (profesionales, de ocio o cultura, de educación, de consumo) sin depender de una localización rígida. Si a ello se une la generalización de las formas modernas de comunicación, como el auto privado y las redes regionales de transporte y la telefonía móvil, es fácil deducir que la ciudad hoy ya no es lo que era.

b) Los nuevos territorios urbanos ya no se reducen a la ciudad central y su entorno más o menos aglomerado, lo que se llamó el “área metropolitana” (es decir, el modelo de ciudad de la sociedad industrial). El territorio urbano-regional es discontinuo, mezcla de zonas compactas con otras difusas, de centralidades diversas y áreas marginales, de espacios urbanizados y otros preservados o expectantes. Una ciudad de ciudades, en su versión optimista, o una combinación perversa entre enclaves globalizados de excelencia y fragmentos urbanos de bajo perfil ciudadano.

c) El capital dominante es hoy financiero más que productivo, nómada más que sedentario. Las decisiones se han “externalizado” del territorio, el cual se ha vulnerabilizado al tiempo que ha entrado en la carrera competitiva para atraer inversiones, actividades emblemáticas, turistas, etc. El capital fijo, dependiente del entramado económico local, se resquebraja, y las infraestructuras que soportan la nueva economía corren el riesgo de ser de uso efímero.

d) El ámbito local-regional ha sido históricamente el de la reproducción social (educación, sanidad, vivienda, etc), hoy afectado por la crisis del welfare state (o por su carácter inconcluso) al mismo tiempo que las demandas se multiplican (formación continuada, envejecimiento, reducción del tamaño del núcleo familiar, colectivos pobres o marginales, etc.). Los poderes locales y regionales deben reorientar sus funciones hacia la “producción social” puesto que la “competitividad” del territorio corresponde a esta escala más que a la del “Estado-nación”. Pero no disponen de las competencias y recursos para ello (Smith, N., El redimensionamiento de las ciudades).

e) La sociedad urbana se ha hecho más compleja, más individualizada y más multicultural. Las grandes clases sociales de la época industrial se han fragmentado, los grupos sociales se definen en función de criterios múltiples (territoriales, culturales, etc. además de su relación con la producción), la autonomía del individuo se ha multiplicado. Los comportamientos urbanos se han diversificado (en los tiempos, movilidades, relaciones sociales, etc.) y por lo tanto también las demandas. Hoy las políticas urbanas no pueden ser simplemente de “oferta” masiva, dirigida a grandes colectivos supuestamente homogéneos.

f) Pero hay una paradoja: al mismo tiempo que individuos y ciudades apuestan por la distinción y la diferencia, las pautas culturales se globalizan y se homogeneizan (Harvey, D., El arte de la renta). Arquitecturas y formas de consumo, informaciones y comportamientos de ocio, lenguas (las variantes del pseudoinglés) y vestimentas, se banalizan y pierden sus elementos distintivos cualificantes. La carrera hacia la competitividad mediante la distinción lleva a la no-competividad mediante la banalización.

g) La gobernabilidad de los territorios urbano-regionales se convierte en un difícil desafío. Especialmente difícil, debido a los factores citados que ahora resumimos:

– la multidimensionalidad del territorio urbano-regional (centros, periferias, red incompleta de geometría variable de ciudades medias y pequeñas, urbanización difusa, enclaves y hábitat marginal, etc.),

-las potentes dinámicas privadas de ocupación de suelo; en Barcelona-región metropolitana, en los últimos 25 años, la urbanización del suelo se ha multiplicado por dos siendo la población estable (4),

-la nueva complejidad de la sociedad urbana y la diversidad de sus demandas y de sus comportamientos (movilidad, doble residencia…)

la fragmentación de los poderes locales (entre 150 y 200 municipios en la región metropolitana de Barcelona, más comarcas, mancomunidades, entidades metropolitanas, Diputación, Generalitat, ministerios) que cooperan y se solapan, compiten, se estorban…

-la fuerza económica y a veces legal de las iniciativas privadas o de entes públicos sectoriales a la hora de definir o modificar grandes proyectos sectoriales sobre el territorio.

La gobernabilidad de estos territorios exige una capacidad de innovación política que el marco institucional obstaculiza y que la deficiente representatividad de los partidos, convertidos en maquinarias electorales para ocupar posiciones en las instituciones, difícilmente supera (Borja, J., La ciudad conquistada, Alianza Ed., Madrid, 2003).

Las ciudades ante los efectos más o menos perversos de la globalización:
entre la sumisión y la resistencia

El análisis según una matriz explicativa de una sola dirección es más gratificante: te aseguras un sector de público partidario de tu discurso, y si otro sector lo crítica, pues muy bien, es sabido que lo importante es que hablen de uno, y si hablan mal mejor, la gente se fija más. Pero, con el riesgo de no complacer ni a tirios ni a troyanos, me parece inevitable presentar un análisis que pone de relieve las ambivalencias más que las bondades o maldades de los procesos y de los discursos urbanos actuales. Y las conclusiones serán irremediablemente abiertas. Lo siento, el pensamiento dialéctico no produce automáticamente la síntesis superadora…

En el plano económico, el discurso globalizador tuvo un arranque arrollador. La presentación de las ciudades como lugares nodales (Castells y Sassen, obras citadas), las nuevas oportunidades de los territorios (argumento apoyado en emergencias y reconversiones exitosas) y la prioridad al posicionamiento en las redes globales y, en consecuencia, a su proyección exterior, han sido elementos clave de la construcción del vademécum de la buena política urbana. El plan estratégico, a su vez, ha sido la herramienta operativa (o ha pretendido serlo) de las ciudades aspirantes a triunfar en el mundo global mediante el discurso “hipercompetitivo”. Un tipo de plan no normativo, que favorece tanto una concertación de cúpulas políticas con cúpulas económicas como un amplio proceso participativo. Y que puede convertirse en un proyecto político transformador de la ciudad o derivar en una cortina de humo llena de buenas intenciones sin otra función que legitimar las prácticas del poder.

Ha habido reacciones sociales y políticas críticas, que han denunciado desde un plano ideológico cómo la aceptación de la prioridad a la “competitividad” significaba aceptar casi siempre una posición de dependencia respecto a los mecanismos excluyentes que dominan la vida financiera y comercial internacional y que en la práctica acentuaban las desigualdades y la dualización social y territorial de la ciudad. Estas reacciones apuestan por planes de carácter más proteccionista, alternativos, que a su manera pueden ser modernizadores (por ejemplo, la “nueva cultura del agua”, concepto revindicativo y alternativo forjado por el movimiento social de oposición al Plan Hidrológico Nacional, derogado por el actual gobierno de España), reutilizadores del capital fijo y generadores de empleo. En bastantes casos, la oposición a la adaptación acrítica a la globalización se fundamentó también en la revalorización de los elementos identitarios del territorio y en la defensa de la calidad de vida y de un desarrollo sostenible.

La síntesis teóricamente posible es cuadrar la ecuación competitividad, cohesión social, sostenibilidad, gobernabilidad y participación. No es evidente, y aun no se descubierto la piedra filosofal para ello, por lo menos “rebus sic stantibus“.

Es significativa la importancia creciente que adquieren los factores culturales en la orientación de los procesos urbanos actuales. Por una parte, la conciencia de las desigualdades sociales, el afán de distinción, el miedo a los otros y el refugio en la vida privada son muy funcionales al modelo del urbanismo globalizado, que describimos más adelante. Por otra surge una contestación cultural a los impactos de la globalización y de la economía de mercado sobre el territorio.

La defensa del patrimonio construido del paisaje, de la población y sus habilidades, de las relaciones sociales consolidadas por el tiempo, de la lengua y de las culturas específicas y la valorización de la animación urbana (por ejemplo de la calle y el espacio público como elementos fundamentales de la ciudad) todo ello cuenta cada vez más en la resistencia a los proyectos privados o públicos con fuertes impactos sobre el territorio. El rechazo a la homogeneización cultural que conlleva la globalización también forma parte de los actuales procesos urbanos.

La cuestión es si estas resistencias son simplemente una oposición legítima pero conservadora o por el contrario pueden ser una palanca de desarrollo autocentrado en nuestro mundo global. En todo caso las anteriores reflexiones matizan las posiciones críticas que se expresan en los textos de Smith y Harvey.

Urbanismo globalizado versus urbanismo ciudadano.

Es sobre los modelos de desarrollo urbano que parece más pertinente detenerse en este texto. Es evidente que existen unas dinámicas territoriales empujadas por la globalización (Smith) en un marco imperfecto de economía de mercado dominado por los que disponen de “rentas monopólicas” (para usar el lenguaje de Harvey). Pero también lo es que hay dinámicas de signo contrario o que modifican los efectos de las primeras.

El modelo de desarrollo urbano característico de la era de la globalización es la “urbanización difusa y discontinua” mediante “productos urbanos” constitutivos de enclaves o parques temáticos mercantilizados (de ocio, comerciales, empresariales, tecnológicos, etc.) y áreas degradadas o marginales (Muxí, Z., La arquitectura de la ciudad global, G.Gili, Barcelona, 2004). Una urbanización de suelo regional que puede darse sin crecimiento económico, en América latina por ejemplo, o sin crecimiento demográfico como en Europa (5). Es la urbanización que genera “espacios lacónicos” punteados por shopping malls y gasolineras (Ingersoll, op. cit.), de las “áreas de excelencia” (parques empresariales o tecnológicos, barrios cerrados exclusivos), red de autopistas y estratificación social en función de la distancia-tiempo a los lugares de centralidad.

Sin embargo hay dinámicas de sentido contrario que encuentran también su expresión en el urbanismo actual. No tanto en el new urbanism que crea sucedáneos de “ciudad europea compacta” sino en el urbanismo “ciudadano” presente en grados diversos en las políticas de bastantes ciudades europeas y americanas. Es el urbanismo del “espacio público” y de la ciudad densa (que ha distinguido el llamado “modelo de Barcelona”), de construcción de centralidades (6), de mixtura social y funcional (sobre la mixtura social, ver especialmente la experiencia francesa, normativizada en la Ley de Solidaridad y Renovación Urbana, de 1999).

La arquitectura banalizada y estandarizada caracteriza al urbanismo “globalizado”, lo mismo que el uso y el abuso de las arquitecturas ostentosas y “no reproducibles” (7) para marcar simbólicamente las zonas de excelencia. El urbanismo “ciudadano” apuesta por el perfil identitario de lo urbano, atendiendo a la morfología del lugar, a la calidad del entorno y a la integración de los elementos arquitectónicos excepcionales o emblemáticos. En la realidad es frecuente que ambas tendencias se mezclen y confronten en la misma ciudad, como en la Barcelona actual.

El efecto “político” de esta confrontación de modelos es incierto, aunque no cabe duda de que, con independencia de las voluntades políticas locales, en el marco de la economía globalizada capitalista, de la propiedad privada del suelo y de la mercantilización de la vivienda, la tendencia dominante es la de la “urbanización difusa” y de la producción de enclaves o parques temáticos. Es la del urbanismo de la privatización, de la distinción y del miedo (8). En algunos países europeos se han implementado políticas urbanas de signo ciudadano, como en Gran Bretaña (9) y en Francia (10) pero en el mejor de los casos se obtienen resultados contradictorios, es decir, un poco de todo… En Francia, la hegemonía cultural del “projet urbain” que ha orientado el excelente urbanismo de diversas ciudades en los últimos 20 años, no ha impedido la urbanización difusa, creciente y banal de una parte importante del territorio (11).

Aunque, siguiendo el razonamiento de Harvey, se puede interpretar que el resultado final es muy funcional al urbanismo de la globalización, puesto que la competitividad entre los territorios requiere estos “lugares nodales de cualidad” que son las ciudades vivas, con espacios públicos animados y ofertas culturales y comerciales diversas, con entornos agradables y seguros, donde se concentra el terciario de excelencia y el ocio atractivo para los visitantes. Los residentes son los extras de la película.

El efecto directamente político de esta confrontación (desigual) de tendencias es el que nos plantea una incertidumbre sobre el devenir de la democracia en el territorio. Por una parte, hay un resurgir del ámbito político urbano-regional. Se habla incluso, a favor o en contra, de las nuevas “ciudad-estado”. En las regiones metropolitanas, como hemos visto al principio, se plantean problemas de gobernabilidad. Pero también son, o pueden ser, ámbitos de innovación política, como apuntan algunos procesos de descentralización, de contractualización interinstitucional, de gestión cívica o participativa, de concertación público-privada, de experimentación de democracia deliberativa y de e-gobernabilidad (electrónica o virtual).

Sin embargo, las crecientes desigualdades en el territorio, la división cada vez más manifiesta entre “incluidos y excluidos” que caracteriza por ahora más a la ciudad americana que a la europea, pero que también está presente entre nosotros, pueden dar lugar a una “lucha de clases en el territorio” o una “conflictividad asimétrica” (12) de difícil gestión en la fragmentada democracia local. La agudización de los conflictos entre colectivos sociales segregados puede desembocar en el “fascismo urbano” que recientemente anunciaba Sassen (13). Sin embargo, en las ciudades o territorios metropolitanos relativamente integrados el conflicto se simetriza, se constituyen poderes locales fuertes y las demandas sociales pueden agregarse y llegar a generar una sociedad política que exprese valores y revindicaciones de ciudadanía. El urbanismo no garantiza la integración ciudadana plena, que depende también del empleo, el acceso a la educación y la cultura, el reconocimiento de derechos iguales para todos los habitantes, etc. Pero el urbanismo si que crea condiciones que facilitan considerablemente la integración ciudadana o, al contrario, son factores de marginación.

En resumen, la ciudad democrática es una conquista permanente, un campo abierto de confrontación de valores e intereses, un desafío a la innovación política, a la imaginación urbanística y a la movilización cívica.

A continuación exponemos una breve reflexión sobre el “modelo Barcelona”, un caso en el que la dialéctica urbana, la confrontación en torno a las políticas urbanas, se ha manifestado con formas muy explícitas, es decir, se ha concretado en dinámicas y actuaciones territoriales opuestas, en los últimos 25 años.


Sobre el hipotético modelo Barcelona

¿Existe un modelo de transformación urbana denominable Barcelona? (14) ¿Es solamente una marca, un label de marketing urbano exitoso?. Existe en todo caso una percepción social (local e internacional), tanto en el ámbito político como en intelectual, de que el urbanismo barcelonés de los ´80 y ´90 se ha caracterizado por un conjunto de políticas públicas que han configurado unas prácticas y unos discursos coherentes y que se han reflejado tanto en las formas físicas como en los usos sociales del territorio. El referirse a ello como modelo, es decir como algo ejemplar y transferible a otras ciudades, ha sido en parte una operación promocional de la ciudad (de su gobierno, de sectores profesionales y de algunas empresas de servicios). Pero la fama y la “inspiración” en Barcelona, y a veces la copia, se ha debido más a la necesidad de otras ciudades de encontrar experiencias que sirvieran de legitimación ante la necesidad de inventar “nuevas políticas” que respondieran a los desafíos de la globalización.

El “modelo” barcelonés” parte de unas premisas interesantes, aunque no es evidente que estén todavía vigentes y menos aún que lo hecho sea un modelo aplicable a otras ciudades. Siempre es posible recibir estímulos de otras experiencias: la práctica urbana avanza principalmente mediante comparaciones y confrontaciones, y se aprende de los éxitos y fracasos de los otros. Pero nunca es recomendable aplicar recetas de un caso al otro. La mediación necesaria es la que proporciona la elaboración intelectual de la cultura urbanística.

Las premisas que se dan a finales de los ´70, como se verá, son muy específicas.

La coyuntura política y cultural es la de los inicios de la democracia. La década que precedió a la democracia fue de gran movilización cívica, tanto en los ámbitos ciudadanos barriales como en los medios profesionales. La crítica al urbanismo desarrollista, la recuperación de lo mejor de las propuestas de Cerdà y del movimiento moderno, la elaboración de propuestas para cada barrio y para la ciudad basadas en una concepción igualitaria del espacio público y los equipamientos y la legitimación de un urbanismo participativo construyeron un consenso activo que las fuerzas políticas no podían dejar de lado (15).

En este marco ganan las primeras elecciones los partidos de izquierda, que representan la movilización cívica anterior y cuyos programas democratizadores y regeneracionistas son aceptables por parte de los sectores empresariales. Estos precisan de unas políticas públicas que creen una oferta urbana de calidad para que invertir en la ciudad sea rentable y, al mismo tiempo, que se den respuestas que regulen la conflictividad social en el territorio. Esta alianza saintsimoniana (la de los “productivos” de la parábola de Saint Simon) se construye en los 80, especialmente con la nominación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos, en 1986. La década siguiente estará marcada por los resultados de la iniciativa pública hegemónica.

El éxito es indiscutible y, sobre todo, vistoso. Unos 300 proyectos realizados de espacios públicos y de equipamientos de calidad repartidos en toda la ciudad. Se proyecta una ambiciosa política de generación de nuevas centralidades, del eje del frente de mar y de la transformación del este de la ciudad (zona de industrias y infraestructuras relativamente obsoletas). Proyectos integrales de regeneración de barrios. Oferta cultural diversificada y revalorización del patrimonio arquitectónico. Descentralización hacia los distritos y los barrios y reconocimiento de los interlocutores sociales. Infraestructuras ciudadanas que comunican los fragmentos de la ciudad y de su entorno inmediato. La ciudad cambia de imagen, se reducen las desigualdades sociales en el territorio, se genera empleo, la ciudad se posiciona favorablemente en los flujos internacionales.

Pero a mediados de los ´90 las condiciones iniciales habían cambiado. La ciudad se ha enriquecido y la inversión privada en la ciudad se ha hecho muy rentable. El gobierno local, por el contrario, se ha empobrecido, tanto en el plano económico como cultural, y necesita hacer del label Barcelona un factor de atracción de capitales y turistas. Las políticas urbanas anteriores en parte se mantienen pero en dura y casi siempre desigual competencia con nuevas políticas, más acordes con las condiciones de la globalización y del mercado.

El éxito ha tenido también efectos perversos. Los precios del suelo y de las viviendas se disparan. Los “new projects” (16) se proponen simplemente vender la ciudad al promotor privado y el resultado más emblemático es la discutible operación Diagonal Mar. La presión del sector privado conlleva la realización de enclaves, de parques temáticos, de operaciones segregadas, de destrucción del patrimonio arquitectónico (especialmente la herencia de la ciudad industrial), de deslocalización de sectores medios y bajos hacia la región metropolitana, de crecimiento de la urbanización difusa sin que corresponda a un crecimiento de la población (como se ha dicho más arriba). El modelo “Barcelona” se pone en cuestión. O, en todo caso, se puede hablar de un “contra modelo” que entra en contradicción con el anterior.

El Forum 2004 se ha convertido en el paradigma de los críticos, tanto de los que hacen la crítica desde la defensa de lo mejor del primer modelo (17) como los hipercríticos que consideran ambos modelos dos caras de la misma moneda (18).El Forum, relativo fracaso cultural y político (o de marketing), es en su dimensión urbanística una expresión de la ciudad que apuesta por la inserción global: se trata de un urbanismo orientado a la demanda externa (19).

Mientras la ciudad-centro (Barcelona municipio) se orienta a ser un parque temático de terciario que pretende ser de “excelencia”, aunque predomina la oferta de servicios de ocio, en la región metropolitana emergen las contradicciones propias de la urbanización globalizada. Espacios fragmentados por autopistas mientras que la red del “ferro” (tren, metro, tranvía) sigue con mucho retraso. Desarrollos privatizados de baja densidad de urbanizaciones de viviendas adosadas o no. Hiperconsumo de suelo, agua y servicios en general. Segregación social y funcional crecientes. Urbanización discontinua y despilfarradora. Enclaves especializados.

Pero hay otra cara de la realidad. Un territorio estructurado por ciudades medias dotadas de potencial de centralidad. Una conciencia colectiva que se expresa en demandas de calidad de vida y desarrollo sostenible. Un tejido económico y cultural diversificado. Unas voluntades políticas, no siempre hegemónicas, que no se quieren someter a la lógica mercantil a cualquier precio. Y un sentido crítico en la ciudad central, en Barcelona, que cuestiona la deriva del supuesto modelo ideal, que en la última década se ha sometido demasiadas veces a la contrarrevolución urbana.

En fin, una realidad contradictoria, ambivalente, no condenada necesariamente a convertirse en ejemplo del urbanismo globalizado que exponen en sus estimulantes análisis críticos Harvey y Smith. Aunque a veces los proyectos recientes parecen ejemplificar todas sus tesis.

JB, abril 2005

La Revolución Urbana continúa en el próximo número, con el texto de la conferencia brindada por Borja en el bar Tuñón de Buenos Aires, organizada por café de las ciudades.

De Jordi Borja, ver también las notas La ciudad conquistada y Barcelona y su urbanismo,
y el comentario “Tendencia no es destino”, sobre su libro “La Ciudad Conquistada”,
en los números 2, 21 y 15, respectivamente, de café de las ciudades.

Sobre el new urbanism, ver Congress for “New urbanism Basis”.
También Duany, A. et al., The Rise of Sprawl Suburb and the Decline of Nation,
North Point Press, New York, 2000

Sobre la “marca Barcelona” ver Balibrea, M.P. Barcelona, del modelo a la marca.
Una versión anterior de este texto se encuentra en Tim Marshall, op. ci.

Ver también la nota La marquetización de las ciudades, de Mariona Tomàs,
en el número 6 de café de las ciudades.

Sobre la Ciudad Global, ver las notas Saskia Sassen: Una visita guiada a la Ciudad Global,
entrevista digital a Saskia Sassen, y Buenos Aires en los `90 y otras consecuencias de la ciudad global,
entrevista a Zaida Muxí, en los números 10 y 24, respectivamente, de café de las ciudades.

Sobre los Diálogos de Urbanismo del Fórum 2004 de Barcelona
ver la nota Certezas de incertidumbres, en el número 24 de café de las ciudades.

Notas del autor:

1: Como Ascher en Nuevos principios de urbanismo, Alianza Ed., Madrid, 2003, Amendola en La Ciudad Postmoderna, Celeste Ed., Madrid, 2000 y Castells en La era de la información, Alianza Ed., Madrid, 2000 y La sociología urbana de Manuel Castells, ed. I. Susser, Alianza Ed., Madrid, 2001.

2: El derecho a la ciudad, concepto que planteó Lefebvre en los años 60, pero que ha sido desarrollado muy recientemente por los movimientos sociales urbanos a nivel internacional. En la conferencia de Hábitat de Estambul (1996) aun no se planteó, pero si en el Foro Urbano Mundial de Hábitat (Barcelona 2004). Ver J.Borja, La ciudad conquistada, Alianza Ed., Madrid, 2003.

3: Usamos el término globalización solamente en relación a sus impactos, reales o supuestos, sobre los territorios urbanos. El texto general de referencia es sin duda el de Castells.

4: Datos para ilustrar estas dinámicas de ocupación del suelo en las regiones urbanas de Barcelona y Madrid: para el caso de la Región Metropolitana de Barcelona, el crecimiento de la superficie urbanizada entre 1972 y 1999 fue del 185 % con un mayor crecimiento en la segunda corona tal y como vemos en el trabajo de Manuel Herce en Borja J.; Muxí, Z. (eds.) Urbanismo en el s.XXI. Bilbao, Madrid, Valencia; Barcelona, Ed. UPC, Barcelona.

También entre 1987 y 2001 para el 78% de los municipios de la provincia de Barcelona más de la mitad de la producción de la vivienda había sido de tipología aislada o adosada. También cabe destacar que son los 137 municipios pequeños de la provincia (de 1.000 a 10.000 habitantes) los que han producido más del 80% de vivienda unifamiliar. Ver tesis doctoral de Francesc Muñoz, Urbanalització: la producció residencial de baixa densitat a la provincia de Barcelona, 1985- 2001, UAB, 2004.

Para el caso de la región urbana de Madrid, entre 1957 y 1999, el suelo urbanizado se multiplica por 5 (pasando de 10.7000 a 49.000ha) mientras la población lo hace por 2 (pasando de 2.3 a 4.7 millones). Datos que constatan la enorme expansión del territorio urbanizado en Madrid; ver los artículos de Joaquín Leguina; Fernando Roch y José Manuel Naredo en Borja, J.; Muxí, Z., Urbanismo del siglo XXI, Barcelona 2003 (op. cit.).

5: Davis,M., op. cit., y Borja, J. y Muxí, Z., Urbanismo en el siglo XXI, Ediciones UPC, Barcelona, 2004.

6: Busquets, J., Barcelona, la construcción urbanística de una ciudad compacta, Ed. del Serbal, 2004, y Areas de nuevas centralidades (documento del Ajuntament de Barcelona, 1986, resumido en la revista Barcelona metrópolis mediterránea nº8, 1988). Sobre el modelo urbanístico de Barcelona ver especialmente Oriol Bohigas, La reconstrucció de Barcelona, Edicions 62, Barcelona, 1985.

7: Jean Baudrillard y Jean Nouvel, Les objets singuliers (Calmann-Lévy, 2000); ver crítica a este texto de Graciela Silvestri, Un sublime atardecer. El comercio simbólico entre arquitectos y filósofosPunto de Vista, diciembre 2002. Una crítica más general a la arquitectura no reproducible, en Oriol Bohigas, Reconsideració moral de l’arquitectura i la ciutat…

8: Borja, J. Urbanisme i ciutadaníaBarcelona metrópolis mediterránea 2005 y El futuro urbano tiene un corazón antiguo, Catálogo de la exposición Quórum, Institut de cultura, Barcelona, 2005.

9: Rogers, R. Towards an Urban Renaissance, Londres, 1999 y 2001.

10: Masboungi, A., Colección Projet Urbain, Ministere d´Equipement, Paris; French Urban Strategies, Projets Urbains en France, Editions du Moniteur, Paris, 2002; Fabriquer la ville. Outils et methodes: les amenageurs proposent, La Documentation Française, Paris, 2001. Ver también de la misma autora y Alain Bourdin: Urbanisme des modes de vie, Le Moniteur.

11: Le MondeL’urbanisation grignote sans répit le territoire français, 14-4-05, citando el informe del Ministro de Ecología Lepeltier.

12: Jacques Delarue: Banlieus en difficulté: la rélégation, Paris 1991; el autor, delegado del gobierno para la ciudad (cargo que-equivale a viceministro, dependiente del jefe de gobierno) utilizó ya el concepto de “lucha de clases en el territorio”. El Censis, Centro de estudios sociales, Roma, acuñó el concepto de “conflictividad asimétrica” en sus informes anuales, a principios de los 90.

13: Sassen, S., Intervención en los Diálogos sobre la ciudad del siglo XXI en el Forum 2004.
Ver también su artículo I “senza potere” protagonisti del futuro,
en Il Manifesto libri, 2005, Atlante di un altra economia.

14: Borja, J., editor, Barcelona. Un modelo de transformación urbana. Programa de Gestión Urbana, Banco Mundial y ONU, Quito, 1995. Tim Marshall ha publicado un conjunto de textos que ofrecen un panorama analítico muy completo sobre el “modelo Barcelona”, incluyendo una perspectiva crítica al final: Transforming Barcelona, Routledge Ed., London, 2004.

15: Sobre el movimiento cívico o popular urbano ver Huertas Clavería, JMª y Andreu, M: Barcelona en lluita, el moviment urbà 1965-95, FAVB, 1996. Ver también Borja J.:Por unos Ayuntamientos democráticos Descentralización y Participación ciudadana, IEAL, Madrid 1986 y 1987.

16: Barcelona Regional: New Projects, Ajuntament de Barcelona, 1995; una síntesis de este documento en Tim Marshall, op.cit.

17: (Borja, J. y Montaner, J. M.: textos sobre el “modelo Barcelona” en Urbanismo del siglo 21, Edicions UPC, op. cit. De J. M. Montaner ver también: Repensar Barcelona, Edicions UPC, 2003, es una selección de artículos de 1984 a 2001; y de J Borja las referencias citadas. Sobre el modelo Barcelona es imprescindible la consulta de la colección de publicaciones de Aula Barcelona, iniciada en 1999, titulada precisamente Model Barcelona (en catalán con un resumen en inglés). No son textos críticos pero sí que se trata de síntesis bien informadas realizadas por los profesionales protagonistas de la gestión urbana de los años 80 y 90. Edición a cargo de la Fundació Bosch Gimpera-Universitat de Barcelona. Para una visión más crítica ver la excelente revista de la FAVB, El Carrer. Ver también Capel,H. El modelo de Barcelona, un examen crítico, Ed. Serbal, 2005.

18: AA.VV.: Barcelona marca registada. Un modelo para desarmar, Virus Editorial, Barcelona, 2004, AA.VV.: La otra cara del Forum de las Culturas S.A., Edicions Bellaterra, 2004; Delgado, M.: Elogi del vianant, del model Barcelona a la Barcelona real, Edicions 1984, 2005.

19: Domus nº 866, enero 2004 y Revue Urbanisme, nº 339, noviembre-diciembre 2004, pags.44-47

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Urbi et orbi https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/urbi-et-orbi/ Mon, 02 May 2005 22:51:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4924 Obviaré toda interpretación política acerca de los últimos acontecimientos en el Vaticano, y prescindiré (salvo cuando la índole de mi análisis se cruce inevitablemente con ello) de especulaciones que me superan sobre el significado institucional de los Cónclaves realizados, la herencia del Papa muerto, la misión del Papa electo, y en general todo lo que...

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Obviaré toda interpretación política acerca de los últimos acontecimientos en el Vaticano, y prescindiré (salvo cuando la índole de mi análisis se cruce inevitablemente con ello) de especulaciones que me superan sobre el significado institucional de los Cónclaves realizados, la herencia del Papa muerto, la misión del Papa electo, y en general todo lo que se refiera a la Iglesia como factor de poder en el mundo contemporáneo, y al sentimiento de la feligresía católica en San Pedro y en el mundo

Lo que diré se relaciona, en cambio, con la calidad del espacio representativo y el espacio simbólico de la sede del poder de la Iglesia Católica. Si bien lo representativo y lo simbólico tienen mucho en común, creo que los diferencia el sentido político de lo representativo y el sentido individual y metafísico de lo simbólico (hasta aquí, la distinción, queda a los semiólogos dirimir las fronteras y los solapes). Ambas dimensiones, presentes de modo magistral en la resolución del espacio urbano y arquitectónico de la Sede mundial de la Cristiandad. Que, dicho sea con todo respeto, es a mi juicio la más lograda sede corporativa del planeta, en toda su historia. Un lugar con la escala exacta para indicar la trascendencia de su misión: a la vez enorme y accesible, distante y protectora, lujosa y ascética.

Para Mircea Elíade, el cristianismo surge en la historia como una interrupción del tiempo cíclico de la antigüedad, una ruptura del eterno retorno sugerido por los ciclos de la agricultura, la biología y la astronomía. La idea de Cristo sacrificándose por la humanidad, la promesa de su retorno, el Juicio Final y la salvación, introducen un sentido direccional del tiempo y, con este, la posibilidad de la libertad y la redención.

Este trastrocamiento del tiempo tiene su paralelo en la extensión del espacio de Dios, que ya no es el dios de un lugar determinado sino una deidad omnipresente e inconcebible. El apóstol Pedro no funda la Iglesia de Cristo en Jerusalén, lugar de la Pasión del Hijo, sino en la Roma que centraliza el poder mundial, preparando el camino para la universalización del mensaje evangélico. Aldo Rossi ha señalado esa tensión entre la ubicuidad del Dios de la Cristiandad, ubicado fuera del espacio y, por lo tanto, en todos lados (aquí introduzco un recuerdo personal: de niño, en catequesis, no me resultaba tan misteriosa la idea de la Trinidad como la del Señor que todo lo ve porque está en todas partes), y la focalidad de la Sede mundial, de la Santa Sede. Esa inconcebible abstracción se atenúa en la oportuna sucesión de milagros y apariciones, de santos y vírgenes que sacralizan puntos concretos del espacio

En el espacio particularizado de la Iglesia, la contradicción del rito se da entre la variante cristocéntica, la iglesia de planta central, más adecuada a la celebración de un Dios Padre Todopoderoso y a la abstracción de su ubicuidad y eternidad, contra las evidentes ventajas prácticas de la forma basilical, direccional.

La cúpula de Miguel Angel Buonarotti califica con genio y desmesura la centralidad de Roma como sede cristiana, pero falla a los efectos del rito, y por ello se impone la cuestionada pero inevitable nave de Maderna. Con su plaza, Bernini (el prototipo del artista genial al servicio del poder) resuelve la cuestión al elegir la forma elíptica, donde los focos excéntricos relativizan la frontalidad de la fachada maderniana y vuelven a poner el foco en la forma “inatacable” de la cúpula. Múltiples metáforas surgen del diseño barroco de la plaza: los brazos de la cristiandad, el seno de la Madre Iglesia, el espacio a la vez contenido y abierto, el artefacto ordenador de la diversidad urbana circundante. Ni siquiera la torpe operación mussoliniana de desventramiento del tejido previo a la plaza logra degradar su escala universal. Es la plaza donde se congrega el mundo, el ámbito magnífico donde el intérprete infalible de la Palabra de Dios transmite su mensaje urbi et orbi, a la ciudad y al mundo. El carácter de ciudad separada de Roma, de Ciudad Estado que adquiere el ámbito de la Plaza, la Basílica y los palacios con la creación del Estado Vaticano, agrega una matriz geopolítica a esta sutil y contundente materialización del espacio de la cristiandad.

El sentido ceremonial de esta plaza abierta al mundo se constata semanalmente en las misas y bendiciones, pero adquiere su relevancia más completa en acontecimientos como los que hemos vivido en las últimas semanas: la larga agonía y la muerte de Juan Pablo II, el Cónclave, la elección de Benedicto XVI y su asunción, el traslado del Papa muerto y el paseo del nuevo Papa, todo ello entre una desbordante multitud. Pero hoy, la infinita reproducción de las imágenes en el tiempo y en el espacio, producto de las nuevas técnicas de la información y la comunicación, permiten ampliar hasta el vértigo las lógicas espaciales del genio barroco. La difusión a través del satélite no opaca ese sentido ceremonial previsto en los refinados esquemas geométricos y perceptivos de Bernini; por el contrario, el espacio perspectívico y el espacio virtual se potencian y amplían mutuamente. Unidos, indisolubles, el mundo y la ciudad, el espacio y el lugar, el Dios omnipresente y la piedra sobre la que el Hijo edificó su Iglesia.

CR

Ver la nota Crisis de las matrices espaciales, comentario al libro homónimo de Fabio Duarte,
y su secuela, La ciudad vencerá, por Carmelo Ricot, en los números 28 y 29,
respectivamente, de café de las ciudades.

Otra mirada de Carmelo Ricot sobre Roma, en su nota Roma y lo efímero,
en el número 3 de café de las ciudades.

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Ciudades argentinas que encuentran la fórmula para combatir la pobreza https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/ciudades-argentinas-que-encuentran-la-formula-para-combatir-la-pobreza/ Mon, 02 May 2005 22:46:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4910 Esta nota fue publicada originalmente en el semanario económico argentino El Economista,como parte de la nota Las regiones que más crecen en el país, de la edición del pasado 22 de abril. Planificar el desarrollo de una pequeña ciudad parece más fácil que planificarlo en un gran aglomerado. Lo difícil, claro, es concretar ese plan de crecimiento cuando los...

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Esta nota fue publicada originalmente en el semanario económico argentino El Economista,
como parte de la nota Las regiones que más crecen en el país, de la edición del pasado 22 de abril.


Planificar el desarrollo de una pequeña ciudad parece más fácil que planificarlo en un gran aglomerado. Lo difícil, claro, es concretar ese plan de crecimiento cuando los recursos económicos son escasos o nulos. Pero en los últimos años, en muchas localidades del interior argentino esas limitaciones económicas fueron superadas implementando proyectos en áreas específicas que se convirtieron en polo de atracción para turistas o inversores.
Recorriendo la Argentina, son cada vez más los casos que se identifican. Son llamativos porque en general eran ciudades marginales, con altos índices de pobreza y desempleo. Ciudades pequeñísimas que se achicaban porque sus habitantes migraban hacia otras zonas más desarrolladas, y que ahora son elegidas para hacer negocios o mejorar la calidad de vida.
En primer plano aparecen siempre las nuevas cunas del turismo: Calafate (Santa Cruz), Puerto Madryn (Chubut), Villa la Angostura (Neuquén), Iguazú (Misiones), Merlo (San Luis), o Cariló en la Provincia de Buenos Aires. Pero allí recién comienza este resurgimiento. Alrededor de algunos sectores económicos vinculados a la producción de bienes, también resurgieron pueblos. Malagueño, un pequeño pueblo cordobés, encontró en la inauguración de un hipercomplejo automovilístico la forma de trascender en el mundo y hoy atrae inversiones millonarias. Alrededor del vino también se han movilizado gigantescos desembolsos en la región de Cuyo que ahora se extienden a la Patagonia. Otro sector que está contribuyendo a organizar la dinámica económica regional en varias localidades, es la olivicultura, una actividad en crecimiento en todo el país y con mucha potencialidad dado el aumento en el consumo de aceite de oliva en el mundo. Por el momento sólo hay cultivadas 72.000 hectáreas en Córdoba, Mendoza, Catamarca, La Rioja y San Juan, con las cuales se obtiene el 1% de la producción mundial. Hay más. La actividad apícola en la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe o la frutihorticultura en la zona del Alto Valle de Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. Muchos municipios tomaron las riendas en los últimos tiempos para impulsar y gestar polos de producción aprovechando la nueva estructura de precios relativos de la economía nacional y las ventajas competitivas que ofrece cada región. Un caso reciente es el desarrollo del Polo Lanero en Trelew. Reproducimos algunas de estas experiencias.

Malagueño (Córdoba): entre rallys, countries y cemento

Con sus escasos 6.500 habitantes, esta ciudad (ubicada entre Córdoba y Carlos Paz) habrá recibido entre 2003 y 2005 inversiones por algo más de $100 millones. Sólo la firma Minetti, destinará $20 millones a sus dos plantas de cemento ubicadas allí. Su florecimiento como localidad atractiva comenzó antes de la devaluación. Cuando en 1999 se inauguró el complejo Pro Racing, 400 hectáreas dedicada a la actividad automovilística y turistas de todo el mundo comenzaron a llegar a esa ciudad para asistir al Rally Mundial. Así, rápidamente, el perfil minero que mantuvo por décadas se diversificó y en cinco años Malagueño ha logrado extenderse hacia el resto de las actividades económicas. Creció a través de un plan de desarrollo elaborado conjuntamente entre el sector municipal y el sector privado. Actualmente el municipio destinó 10 hectáreas para realizar un polo industrial donde ya se anotaron unas 20 empresas de los sectores de transporte, minería, combustibles y de estampados industriales. Desde la municipalidad de Malagueño aseguran también que se están desarrollando varios countries y barrios cerrados (hay dos ya operando, que implicaron una inversión de $9 millones) y otros planeados que conjuntamente demandarán más de $100 millones. Así, con su escasa población, conviven en Malagueño desde una fábrica de lanchas, hasta una empresa láctea y diversas industrias sectoriales que poco a poco van arribando.


Trelew (Chubut): el centro lanero del país

Trelew podría ser una ciudad turística y nada más. Sus atractivos son muchos y su posición geográfica no puede ser mejor. Sin embargo, el crecimiento industrial de Trelew en los últimos años ha sido llamativo y con la devaluación se reimpulsó buena parte de su producción industrial. Con 88.307 habitantes, logró consolidar su industria textil, convirtiéndose en el polo lanero textil de la Argentina. También conviven en esta ciudad actividades metalúrgica, de la construcción y química, casi todas concentradas en el Parque Industrial de la ciudad. A diferencia de muchos de los parques industriales creados en la Argentina, el de Trelew funciona y es uno de los más grandes. Se encuentra a 5 kilómetros del centro de la ciudad, y hay instaladas 62 empresas que emplean 2.188 personas. El sector textil sintético genera 1.012 puestos de trabajo directos y el sector textil lanero genera otros 631. En Trelew se industrializa y comercializa el 95% de la producción lanera del país. La diferencia con el resto de las ciudades chubutenses, es justamente el proceso de industrialización que tiene la lana y el desarrollo logrado en otras áreas fabriles. Desde la devaluación, la competitividad de la industria textil repuntó y se han anunciado diversas inversiones en esa zona. Incluso el municipio se encarga de promocionar a la ciudad como atractivo para inversores.


Malargüe (Mendoza): buscando sales

Curiosamente, los 25.000 habitantes de esta localidad la definen como una mezcla entre ‘lo rústico y lo rural’. Pero las dimensiones económicas de este departamento se fueron incrementando en los últimos dos años. Ahora está envuelta en un proyecto que ha trascendido las fronteras: la explotación de sales de potasio, una actividad que será realizada por una empresa líder en el mundo en la localización, extracción y tratamiento de los recursos minerales de la tierra y que involucra una inversión, que sólo en la etapa inicial rondará los U$S 5,7 millones (aunque se estima que en los 25 años que dure el proyecto se invertirán 350 millones de dólares). Las sales de potasio se utilizan fundamentalmente como fertilizante y son exportables a países como Estados Unidos o Brasil, por eso la ciudad se está movilizando a raíz de esos desembarcos millonarios. Por ejemplo, se están planificando infraestructura para hospedar a unas 8.000 personas (entre empleados y familiares) que trabajarán allí.


El Chañar (Neuquén): el turno de los vinos sureños

Desde hace cuatro años este pueblo frutihortícola (ubicado a 55 kilómetros de la capital provincial), comenzó a ser elegido para la producción vitivinícola, una actividad hasta entonces inexplotada en esa provincia. El emprendimiento más grande fue iniciado a mediado de 2001 por el grupo inmobiliario ‘La Inversora’, que desarrolló el proyecto denominado El Chañar etapa III, una colonización agrícola privada de 3.200 hectáreas con tecnología de última generación. Fueron invertidos unos U$S 60 millones. Varios emprendimientos más se fueron sucediendo desde entonces. Recientemente se inauguró la Bodega del Añelo, perteneciente a la firma Cofruva, que realizó una inversión de U$S 3 millones, una cifra importantísima para una ciudad que no llega a los 4.000 habitantes. Ahora el municipio de El Chañar formó una agencia de desarrollo donde participan entidades públicas y privadas y están impulsando no solo la industria vitivinícola sino que se está creando un polo de desarrollo también de frutas secas.


Rafaela (Santa Fe): la riqueza de tener industria

Es una de las ciudades más ricas del país. Forma parte del núcleo productivo de la provincia y se desarrolla allí un crecimiento importante de la producción de maquinaria agrícola. Es uno de los municipios que más cantidad de empresas de ese tipo concentran. Lo mismo sucede en localidades como Las Parejas, Las Rosas y Amstrong que constituyen el denominado triángulo productivo de maquinaria agrícola y que contiene casi 200 empresas del sector. El nivel de vida en Rafaela supera a la media nacional y en los últimos dos años se incrementó la tasa de natalidad empresarial. Rafaela se convirtió en la tercera ciudad más importante de la provincia y cuenta con un alto nivel de actividad como centro de una extensa región agrícola ganadera y como sede de una intensa actividad industrial, principalmente agroindustrial y metalmecánica. Rafaela concentra unas 30 empresas autopartistas, que están operando a plena capacidad, entre las que de destacan los fabricantes de válvulas, Basso y Edival. Se estima que ya hay en Rafaela más de 500 industrias que emplean 15.000 personas en forma directa, frente a una población de 80.000 habitantes. También el sector lácteo tiene una presencia importante y recientemente la firma canadiense Saputo anunció que piensa construir instalaciones en su fábrica de lácteos de Rafaela por unos U$S 5 millones.

VG 

La autora es economista y periodista.

El semanario económico argentino El Economista suele publicar excelente información sobre aspectos territoriales de la economía. En la nota Las regiones que más crecen en el país, de la edición del pasado 22 de abril (de la cual se extrajo esta nota de café de las ciudades) pueden leerse, por ejemplo, estas precisiones sobre desarrollo regional en la Argentina:“La devaluación de la moneda, el proceso de sustitución de importaciones, el boom turístico y el repunte del agro dinamizaron algunas regiones del interior del país y otras consolidaron el protagonismo que hace varios años venían teniendo. Es el caso de la región patagónica que hoy aprovecha su geografía como atractivo turístico y volvió a resurgir como rincón industrial; o de la Región Centro favorecida por el auge del agro, sobre todo la soja y un movimiento industrial que hacía años no se veía. Se suman la Región Cuyo que ha diversificado ampliamente sus actividades productivas y hoy capta inversiones para todo tipo de proyectos, desde alimentarios, hasta textiles, metalúrgicos y mineros. Pero a pesar de la reaparición de algunos sectores puntuales y del florecimiento regional, las disparidades entre las grandes zonas económicas de la Argentina siguen siendo altamente notorias y preocupantes. Los habitantes del norte del país (NOA) y (NE) ganan la mitad de lo que reciben quienes viven en la Capital Federal o en la región Patagónica. La pobreza también presenta disparidades significativas: mientras la región patagónica mantiene las tasas más bajas (24,7%), en el noreste argentino todavía el 59,5% de su población vive por debajo de la línea de pobreza”.

“Las exportaciones provinciales siguen concentradas en tres provincias: Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba que juntas explican el 67.2% de los envíos que se hicieron durante 2004 al mundo. Sin embargo, mirando los grandes números, la devaluación trajo algunas leves modificaciones en la participación provincial en el comercio exterior. Por ejemplo, si se compara con lo que sucedía en 1998, desde entonces Buenos Aires perdió 6,5 puntos de participación en el total exportado (en ese año explicaba el 40% de las ventas externas). ¿Quién ganó posiciones? Uno de los avances más notables fue el de Santa Fe que sumó 4 puntos porcentuales de participación (o 5 si se compara contra 2001) y ya explica el 22% de las exportaciones totales”.

“A la hora de invertir, las grande inversiones siguen llegando a los grandes centros, aunque las ciudades más chicas fueron ganando algo de protagonismo. De acuerdo con los datos del Centro de Estudios para la Producción, durante el año pasado el 35,4% de las inversiones se dirigieron hacia Buenos Aires (U$S 2.261 millones). Pero la sorpresa fue la Patagonia que captó el 31% de los proyectos: U$S 2005 millones. Sólo Chubut recibió casi 800 millones de dólares siendo la segunda jurisdicción donde más desembolsos se registraron, en tanto otros U$S 660 millones se destinaron a Neuquen. Santa Fe fue la cuarta provincia más atractiva para las inversiones ( recibió U$S 578 millones ) seguida por San Juan con U$S 572 millones. ¿Las más olvidadas? Chaco, Formosa y Entre Ríos, entre las tres a penas sumaron US$ 31 millones”.

“Las empresas de la confecciones, que antes se concentraban principalmente en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, hoy están presentes en todos los centros urbanos del país. En Córdoba, la aparición de marcas locales fue un boom y en esa provincia existen hoy más de 20 nuevas empresas, con sus ventas creciendo entre 15% y 25% anual. Además son numerosas las firmas que planean expandir sus negocios hacia el Noroeste y Cuyo. Rosario también mostró un gran dinamismo en cuanto a moda. La ciudad fue desde los ‘80 un importante polo textil, contando con numerosos lavaderos de jeans y empresas de indumentaria. Algunas empresas están exportando a países limítrofes, como Chile, y hay pequeños diseñadores llevando sus modelos a Europa”.

Sobre Rafaela, ver la nota La prosperidad de Rafaela en el
café corto del número 10 de café de las ciudades.

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Proyecto Mitzuoda https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/proyecto-mitzuoda-8/ Mon, 02 May 2005 16:44:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4726 Entrega 13: Acuerdan extrañarse Despojado de sofisticación. Las víboras enroscadas. Adaptación al medio. Discurso de Miranda. Amanecer. Llamados y visitas. ¿Despedida final? Un verano con Mónica. Despojado de sofisticación tecnológica y de vocabularios barbarizantes, buen generador de confianza en tipos expuestos a la deriva de los negocios en la hegemonía del capitalismo salvaje, el Depredador era...

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Entrega 13: Acuerdan extrañarse

Despojado de sofisticación. Las víboras enroscadas. Adaptación al medio. Discurso de Miranda. Amanecer. Llamados y visitas. ¿Despedida final? Un verano con Mónica.

Despojado de sofisticación tecnológica y de vocabularios barbarizantes, buen generador de confianza en tipos expuestos a la deriva de los negocios en la hegemonía del capitalismo salvaje, el Depredador era el hombre de confianza de decenas de empresarios y ejecutivos a la hora de tomar decisiones de inversión en el área de America Latina, donde una mujer y el típico hastío de los jóvenes inmaduros para con sus sociedades de origen lo trajo a mediados de los ´70. Jean Luc se adaptó muy pronto a las costumbres locales, con la ventaja de poder captar con la objetividad del observador externo las particularidades, miserias y heroísmos latentes en el subsuelo de la patria latina. “Un Manu Chao avant la letre“, ironizaba el Arquitecto al describir su clara comprensión acerca de la unidad esencial de la cultura latina, una comprensión que partía de su certeza en el carácter futuro de dicha unidad, de modo que nuestro depredador no creía ni en las construcciones mitológicas de cierto folklorismo progresista, ni se cegaba como algún racionalista ante la aparente irreductibilidad de las mil experiencias particulares del inmenso y terrible continente americano.

En la biblioteca de una amante venezolana encontró un día, y robó entre promesas de amor y botellas de ron, una serie de biografías bolivarianas que lo convencieron del carácter prototípico de la figura del Libertador como molde del futuro latino. Copulas, borracheras y partidas de póquer en las más increíbles ciudades y aldeas de uno y otro lado de los Andes, lo formaron en el manejo intuitivo, animal, perfecto de los genomas culturales de estos tristes países que recorría fascinado y fascinante, aprendiendo de vendedores de untos vaginales con víbora enroscada al cuello, tanto como de guerrilleros a una semana de ser entregados por sus jefes y de escritores que soñaban con escribir para Le Monde. Miranda (que al otro día, al despertar, jugará con su deseo replicando la forma en que el sol de la mañana jugará con sus tetas y su vientre), Miranda decíamos, escucha y memoriza el discurso fluido, claro, concreto y definitivo del depredador, que a la sabiduría y precisión de sus ideas agrega la generosidad del enamorado, que no está interesado en guardarse material para seguir teniendo a su cliente tomado de su mano, sino en iluminar la vida de la persona que lo llena de ilusión y deseo (como el sol de la mañana iluminará los pliegues y salientes de la muchacha en la isla, su cuerpo tan entregado a esos rayos lujuriosos como negado a los torpes reclamos de su amante).

Miranda, habitualmente callada y reflexiva, sorprende a Jean Luc con una inaudita verborragia nocturna, a la luz de las estrellas y la luna (principalmente) y del fuego ya inútil en el claro (en menor medida). La muchacha, envuelta como recordamos en la camisa del depredador (que por la escasa luz disponible ya no evidencia su color de rosa china y flor de seibo), habla casi sin esperar respuesta, habiendo recibido a su inquietud original la respuesta sabia de su amante. Ahora Miranda suelta libremente toda clase de afirmaciones de diverso grado de relevancia, sobre temas personales, de la precaria o sólida comunidad que forma con su amante, de sus respectivos grupos de pertenencia, y, en fin, de la sociedad en la que viven. Las afirmaciones, a las que Miranda no jerarquiza ni enmarca en categorías conceptuales – epistemológicas, coinciden con preguntas que la joven se formula a si misma o que le hace a Jean Luc, en ambos casos sin pretensión de respuesta, y a veces con comentarios ligeramente relacionados con el fluir de su discurso. Trabajo, viajes, sexo, política, literatura, recuerdos, comidas, paisajes, cine: distintos intereses y disciplinas que Miranda abarca libre y feliz, y que Jean Luc escucha a la vez complacido (por la confianza animal, corporal, que le demuestra Miranda en su charlatanería) y preocupado, por la emergencia de una actitud que no se corresponde con su conocimiento de la muchacha y que, como tal, puede ser evidencia de un cambio más amplio. En un contexto donde los cambios no benefician al Depredador, por lo menos aquellos que amenacen su sitial de gestor espiritual de ese eje mirandiano del que ya hablamos, ese que se extiende entre su sexo y su cerebro, y que se irradia a la totalidad del cuerpo de la joven e incluso al entorno inmediato situacional de ese cuerpo adorado (que unas horas más tarde Jean Luc tratará de abordar en inútil competencia con el sol de la mañana, penetrando en Miranda más que en la habitación de la casa en la isla, en la última mañana de su breve retiro de la cotidianeidad metropolitana).

– Sin embargo mi abuela era mucho más fuerte que mi padre en ese aspecto (dice, por ejemplo, Miranda). Unos años después encontré entre sus papeles una carta que le dirigía a la madre, en Algarve, te aseguro que fue una de las cosas más fuertes que leí en mi vida. Servime por favor un poco más de vino, gracias. No entiendo a la gente que menosprecia esa capacidad de redención que tenemos las personas, será mi formación católica, dirás, pero creo que es lo que hace soportable tanta desilusión, tanta vergüenza. ¿Esa parte del cielo más clara es por las luces de Buernos Aires, no? (no es correcto suponer que Jean Luc no le prestara atención, solo que esta era una atención global, una reflexión general sobre Miranda, que envolvía su discurso, sus gestos, su vestimenta, su manera de amar, de escribir, de insultar, una Miranda integral y ordenada en su propia confusión). No creo que Buenos Aires sea una ciudad tan bella como se dice, creo que es, eso sí, interesante, muy interesante. Pero claro, nadie quiere una cita con una persona de la que le dicen que es “interesante”, ¿no es cierto?, sonríe, y el depredador tiembla de imaginar el brillo de su mirada, ahora oculto por la escasa luz que proporcionan las estrellas, la luna, y en menor medida el fuego que arde inútil abajo, en el claro.

No entiendo ese mito de la cerveza, te envuelve en una cosa que no es lentitud ni decisión, tantas parejas que veo tomando una Quilmes y mirándose, los ves y te das cuenta que no saben que hacer, en cambio un vino es más claro, lo tomas y a lo tuyo, ¡cuanta vuelta!, en el cine pasa lo mismo, las películas simulan ritmo y dinámica, te atiborran de información y al final nada como el Buñuel de México, en fin… Oye, mi bien ¿de verás crees que esa oficina puede funcionar? Lo hablaría con Javier, pero no creo que entienda, es tan boludo para separar las cosas, mejor unos compañeros de facultad que puedo contactar mañana mismo, cuando volvamos (para Jean Luc, las fases de Miranda envolvían una visión apenas insinuada de la Miranda final, aquella que realmente lo tenía atrapado y le impedía cumplir el ciclo “natural” de los amores primero celebrados, luego depredados y luego desmembrados: no eran aspectos diferentes de Miranda, su elegancia, su sexualidad, su encanto intelectual, su cuerpo imperfecto, eran velos que escondían un misterio que lo mantenía estupefacto, a merced de los caprichos, por ahora racionales, de la muchacha). Verónica mi amiga dice que allá la gente puede tomarse todas las cervezas del mundo, o dos botellas de aguardiente en media hora, pero que le tienen terror pánico al vino. ¿Es cierto eso? (y sin esperar respuesta, Miranda continua indiferente su discurso fluido y seductor, tan indiferente como mañana en la mañana a las acometidas del depredador, a sus caricias lascivas, abierta en cambio al sol que ilumina y despierta su cuerpo imperfecto, magnífico, las líneas y sombras que marcan el camino del placer sobre la piel tensa y estremecida). Sin embargo Buenos Aires creo que tiene otras cosas que la rescatan, esas parrillas por ejemplo en las calles, entre enredaderas y quinieleros, pasas con el colectivo y te bajarías a comer un platito de vacío, jugoso… A mi me seducen las casas de los barrios quedados, no las casas chorizo, por ejemplo, yo digo esas casas como cajitas separadas, con entradas severas, con parras y santaritas, adivinas un patiecito que no podés ver y no falta una viga o un pedazo de pared que enmarca el cielo, algunos le ponen sobre el techo un tanque de acero inoxidable y las paredes tienen restos de una pintura que quedó como en tono pastel (ahora, ya pérdida hasta como silueta, Miranda es solo la voz y una sombra más que difusa, el francés la piensa sin embargo en el esplendor de su entrepierna soñada en el momento de abrirse a sus embates, aunque mañana en la mañana ella preferirá el sol que la baña desde la ventana de la isla, el sexo de Jean Luc inútilmente erecto contra su piel dorada y tensa). Y siguió hablando Miranda por un rato largo (Jean Luc podría describir el sexo de Miranda después de una vida sin verlo, besarlo en la tarde es su tributo en aquellas citas extrañas en hoteles del Once, luego salen a las calles peligrosas y el Depredador acaricia la navaja que los defenderá de punguistas y ladrones improvisados), creo que el fulano me gusta a pesar de su teoría, el cree que la teoría es lo que explica su obra y sin embargo yo creo que su obra es buena a pesar de la teoría y no por ella ¿no te pasa a veces con alguna gente? Bueno, mi bien, el vino y tu silencio me durmieron, ¡que callado que estás, se ve que el Arqui y Teresita te trajeron recuerdos!

Lánguida y simulando un cansancio mayor que el que en realidad tenía, Miranda se levantó y abrazó dulcemente al francés, lo besó con ternura y se despidió. El Depredador se quedó aun un rato más en la terraza, hasta que el fuego inútil en el claro se terminó de apagar, y en el interín terminó la botella y ordenó un poco sus pensamientos del día.

En la mañana, Jean Luc fue el primero en despertarse, su verga erecta por los roces de la noche. El sol del amanecer entraba por la ventana orientada perfectamente y bañaba a nuestros dos enamorados, el depredador acariciando lascivo los muslos de Miranda y levantando su camiseta. La muchacha despertó y respondió por compromiso los besos de Jean Luc, sus calzones se deslizaron hacía abajo pero el francés no logró quitárselos del todo, ella en cambio termino de quitarse la camiseta y se dio vuelta para entregar su pecho a los rayos del sol, ronroneó suavemente y tomo la mano de Jean Luc, al mismo tiempo como caricia y como fin de los intentos del depredador sobre sus calzones a medio sacar.

Desayunaron tranquilos y partieron a media mañana. Llegaron al embarcadero a tiempo para disfrutar de la parrilla de enfrente del boulevard antes que cerrara. Comieron en silencio y al terminar Jean Luc pidió por su celular un remise que los llevó hasta la estación. Como siempre, Jean Luc se sentó en el último asiento del vagón, contra la ventana, del lado opuesto al del andén. Miranda se recostó sobre su hombro y durmió casi todo el viaje hasta Retiro.

Se despidieron con un beso en la puerta del edificio de Miranda (acordaron extrañarse por una noche). Miranda tenía cantidad de llamados en su contestador y mensajes en su correo electrónico, la mayoría de Gustavo y Javier. Al desconectarse de Internet, sonó el teléfono y era Gustavo, sorprendido de encontrarla (era evidente que había llamado aun muchas más veces que las que había dejado mensajes, y que lo hacía por una especie de absurda disciplina o cábala que trascendía la ausencia inexplicable de Miranda). Miranda se enojó, más con ella misma por no cortar, que con Gustavo, a quien la comparación con Jean Luc luego de varios días de convivencia con el francés dejaba muy mal acomodado. Finalmente cortó y no atendió el llamado que entró unos segundos después, resultó ser Jean Luc que comenzó a dejar un mensaje y entonces levantó el tubo, estuvieron casi media hora hablando de nada, como adolescentes, como chicos, el siguiente llamado fue de Javier y ella sobreactuó su indiferencia, solo lo mantuvo al habla un rato para comentarle muy indirectamente su idea de la oficina y probar su reacción, que por cierto no lo convenció. Inmediatamente de cortar, más fría aun de lo que intentó, llamó Gustavo nuevamente y le propuso pasar a visitarla para aclarar los temas de los que habían hablado en la lamentable llamada anterior, ella aceptó solo para humillarlo y convencerlo de no molestarla más. Gustavo llegó al rato y ella le hizo sentir su hastío, su voluntad de eludirlo en forma definitiva. En medio de la charla llamó Jean Luc y ella se encerró en el dormitorio la media hora que duró su conversación, salió y preguntó a Gustavo si aun quedaba algo por hablar y este logró retenerla contra su voluntad, no se animaba a gritarle o maltratarlo más allá de su evidente o fingido desdén, y de su real decisión de cortar toda esperanza de regreso por parte de Gustavo. Luego de un silencio ominoso (Miranda evitaba mirarlo y sonreír, quería dejar absolutamente clara su voluntad de finalizar con lo que quedaba de su relación), Gustavo extendió su mano y la acarició, ella dio vuelta la cara y bufó exasperada. Ahora Gustavo intentaba abrazarla y ella se apartaba como electrizada, el juego continuó unos minutos hasta que Gustavo le propuso hacer el amor como despedida final, ella lo miró con asco y el calló, pero siguió prodigándole caricias, en un momento levantó su pollera y dejó el calzón de Miranda a la vista, ella se enojó y estuvo a punto de gritarle y echarlo, pero solo se puso a llorar, al rato se desnudaron y Gustavo la penetró en el mismo sillón. Miranda acabó con el nombre de Jean Luc entre los labios y enseguida se levantó, mientras volvía a ponerse sus ropas dejó escapar un pedo y pidió disculpas a Gustavo, sin mirarlo. Fue al baño, se higienizó y al salir le recordó a Gustavo el compromiso de irse, lo despidió con un beso en la mejilla, mal dado y una sobreactuada indiferencia. Luego de la retirada de Gustavo, se bañó rápidamente y se acostó, prendió la televisión y tras unos minutos de zapping encontró una vieja película de Bergman, “Un verano con Mónica”, de la que había estado hablando con el francés recientemente. Lo llamó y ya estaba dormido, pero prendió su televisión y se quedaron hasta el final de la película comentándola por el teléfono.

– Sos un boludo, ahora que me la contaste ya no me parece atractiva.

– Ese es el mejor período de Bergman, pero no es lo mejor de Bergman en ese período.

Y así siguieron hasta terminar la película, el amor, más que el viento a un velero de la isla, los llevaba por la vida

CR c/VR


Próxima entrega (14):
 No podrías pagarlo

Refugio para el amor. Viscosas motivaciones. Venustas, firmitas, utilitas. Una obra esencialmente ambigua. La raíz de su deseo. Brindis en busca del equilibrio.

Carmelo Ricot es suizo y vive en Sudamérica, donde trabaja en la prestación de servicios administrativos a la producción del hábitat. Dilettante, y estudioso de la ciudad, interrumpe (más que acompaña) su trabajo cotidiano con reflexiones y ensayos sobre estética, erotismo y política.

Verónicka Ruiz es guionista de cine y vive en Los Angeles. Nació en México, estudió geografía en Amsterdam y psicología en Copenhague.

En entregas anteriores:

1: SOJAZO!
Un gobierno acorralado, una medida impopular. Siembran con soja la Plaza de Mayo; Buenos Aires arde. Y a pocas cuadras, un artista del Lejano Oriente deslumbra a críticos y snobs.

2: El “Manifesto”
Desde Siena, un extraño documento propone caminos y utopías para el arte contemporáneo.
¿ Marketing, genio, compromiso, palabrerío? ¿La ciudad como arte…?

3: Miranda y tres tipos de hombres
Lectura dispersa en un bar. Los planes eróticos de una muchacha, y su éxito en cumplirlos. Toni Negri, Althuser, Gustavo y Javier.

4: La de las largas crenchas
Miranda hace un balance de su vida y sale de compras. Un llamado despierta la ira de una diosa.
El narrador es un voyeur. Bienvenida al tren.

5: El Depredador
Conferencia a sala llena, salvo dos lugares vacíos. Antecedentes en Moreno.
Extraño acuerdo de pago. Un avión a Sao Paulo.

Entrega 6: Strip tease
Ventajas del amor en formación. Encuentro de dos personas que no pueden vivir juntas pero tampoco separadas.
Miranda prepara (y ejecuta con maestría) la recepción a Jean Luc.

 7: Nada más artificial
Extraño diálogo amoroso. Claudio parece envidiar a Jean Luc, pero sí que ama a Carmen.
Virtudes de un empresario, razones de una amistad.

8: Empresaria cultura
Carmen: paciencia, contactos y esos ojos tristes. Monologo interior ante un paso a nivel.
Paneo por Buenos Aires, 4 AM.

9: La elección del artista
Bullshit, así, sin énfasis. Cómo decir que no sin herir a los consultores.
La ilusión de una experiencia arquitectónica. Ventajas de la diferencia horaria.

10: Simulacro en Milán
La extraña corte de Mitzuoda. Estrategias de simulación. Las afinidades selectivas.
Una oferta y una cena. La Pietà Rondanini. Juegos de seducción.

11: Más que el viento, el amor
Al Tigre, desde el Sudeste. El sello del Depredador.
Jean Luc recuerda la rive gauche, Miranda espera detalles.
La isla y el recreo. Secretos de mujeres. El sentido de la historia.

12: El deseo los lleva
La mirada del Depredador. Amores raros. Grupo de pertenencia. Coincidencias florales.
Influida y perfeccionada. Un mundo de sensaciones. Abusado por el sol

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24, el ojo global https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/24-el-ojo-global/ Mon, 02 May 2005 16:36:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4719 La fórmula de la serie 24, de la cadena FOX, es el desarrollo de un thriller político en tiempo real, en 24 capítulos sucesivos de una hora de duración, en una trama que ocurre a la largo de un día calendario. La serie describe las hazañas de Jack Bauer (Kiefer Sutherland), un agente del gobierno estadounidense en conflictiva...

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La fórmula de la serie 24, de la cadena FOX, es el desarrollo de un thriller político en tiempo real, en 24 capítulos sucesivos de una hora de duración, en una trama que ocurre a la largo de un día calendario. La serie describe las hazañas de Jack Bauer (Kiefer Sutherland), un agente del gobierno estadounidense en conflictiva relación con sus jefes directos, pero admirado y requerido por el poder político para operaciones de alto riesgo y urgencia, que en general involucran atroces amenazas terroristas.


El real time es una obsesión del cine y la televisión contemporáneas. En The Rope, de Alfred Hitchcok, el desarrollo de la trama en un lapso de tiempo igual a la duración de la película era una consecuencia indirecta de la decisión de realizar toda la obra en un solo plano secuencia: una cuestión de destreza técnica, un desafío autoimpuesto, un tour de force. En estos tiempos, en cambio, la estrategia del tiempo real es la que importa directamente e involucra a productos tan diversos como los primeros 25 minutos de Saving Private Ryan (el realismo temporal acentuando el pretendido realismo de la acción, con notable eficiencia: los veteranos del desembarco en Normandía que vieron la película la consideran la más “realista” realizada sobre el hecho) o como el thriller Phone Booth (Ultima llamada), una película que transcurre en su casi totalidad en los alrededores de una cabina telefónica en Manhattan, con un protagonista que queda atrapado por la llamada de un antagonista invisible (casualidad o no, el mismo Sutherland…), y cuyos 90 minutos de desarrollo corresponden al tiempo efectivo de la acción. Algo parecido ocurría en Nick of time, donde un padre escogido al azar se ve obligado a envolverse en un asesinato político para rescatar a su hija, rehén del grupo conspirador.

Estos realismos, estas paranoias, esta vinculación con las modernas tecnologías de la comunicación, son elementos esenciales de 24. En una Norteamérica amenazada por toda clase de terrorismos y “ejes del mal”, Bauer se encuentra permanentemente envuelto en conflictos terminales con enemigos internos y externos, a los que debe desactivar en cuestión de horas ante amenazas de todo tipo: bombas atómicas, virus, atentados, secuestros, colapsos informáticos y energéticos. Por si fuera poco el peso de su tarea, sus misiones lo involucran desde lo sentimental y familiar: su esposa muerta a manos de la traidora doble agente Nina, la amante latina que comparte con un jefe narco fusilada por complotar con él contra los “malos”, su hija afrontando todos los peligros imaginables, su nueva novia secuestrada junto al Secretario de Defensa (para liberarlos, Bauer dispone de 6 minutos para eliminar a 16 terroristas entrenados; aún así, dedica una parte de ese tiempo a intercambiar carantoñas con su chica…).

En 24, el espacio queda totalmente subordinado al tiempo, a la política y a la tecnología. Cuando es virtualmente posible acceder a cualquier lugar del mundo en poco tiempo, son las comunicaciones las que establecen la diferencia. La sede antiterrorista de Los Angeles (elección no inocente de una ciudad con matrices espaciales no convencionales) es un edificio banal, de cemento y vidrio, un espacio neutro de oficinas y work stations alumbrado por el azul de las pantallas y monitores. La localización ya no es importante: el Presidente de los Estados Unidos puede reconstituir su poder en un set televisivo el día de su debate para la reelección, o en un avión en vuelo (resabios del itinerario de Bush el 11-S).

Las claves del atractivo de 24 son contundentes y llamativos, muy en sintonía con la agenda neoconservadora (coincidente, hay que decirlo, con la ideología de Rupert Murdoch, capitoste de Fox):

  • Paranoia política, con atentados terroristas como horizonte cotidiano, traidores agazapados en cualquier rincón (e incluso en los pliegues del poder) y la caracterización de los liberals como ingenuos y blandos personajes que hacen el juego a los enemigos (en la temporada el curso, el hijo pacifista del Secretario de Defensa).
  • Choque de civilizaciones, con árabes cada vez más malos: en la emisión en curso, una familia árabe-americana aparentemente normal, pero involucrada en un tenebroso complot, es la muestra de que nadie puede escapar a su destino. De paso, aunque durante los tres primeros ciclos el Presidente Palmer es afroamericano, las traiciones de su esposa (y la de la agente Marianne en este cuarto ciclo) y las debilidades de su hermano insinúan una sombra de baja confiabilidad étnica, extendida al estereotipo hispanic de los hermanos mejicanos narcotraficantes.
  • Atractiva superposición de la gran historia mundial (o, lo que parece ser lo mismo, la historia estadounidense…) con las pequeñas historias familiares y personales: contraposición o incompatibilidad del deber con la patria y el deber con la familia, los amigos, los amores (de paso, realzando el sacrificio patriótico de los guardianes del Imperio).
  • Internet y los celulares como “el lugar” del hombre contemporáneo: en cualquier lugar donde Bauer disponga de un teléfono satelital o una computadora conectada, se reconstituye una base de operaciones. No por casualidad, el auspiciante principal de la serie es una línea de telefonía celular; existe incluso una versión de la serie que dura 24 minutos y es exclusiva para teléfonos celulares (su título, revelador, es 24 Conspiracy…).
  • La urgencia y el stress como forma de vida: los protagonistas deben tomar a cada instante decisiones que implican miles o millones de muertos, daños ambientales, sacrificios de inocentes, etc. De paso, la eterna pelea de Bauer con sus superiores directos, pero a la vez manteniendo líneas de comunicación directas y personales con el Presidente o el Ministro, parece un guiño a la circunstancia cotidiana de la generación de profesionales en ascenso que constituye el target principales de la serie. Como también la inclusión de genios de la informática, con problemas de autoestima y madurez personal, como parte del staff de la Unidad Antiterrorista: el gordito edípico Edgar, la conflictuada Chloe (que en medio de su trabajo cuida al bebé de una amiga…).

Si bien en las primeras emisiones la serie evitaba las obviedades propagandísticas, en la tercera temporada y, especialmente, en su actual ciclo, 24 constituye un desarrollo ficcional de las teorías sobre el eje del mal, y una cada vez menos sutil apología de la tortura, la manipulación informativa y el orgullo nacionalista estadounidense. Por una paradoja generacional, Donald Sutherland actuaba en MASH, el divertimento antibélico de los 70, mientras que su hijo Kiefer participa como actor y productor de este alegato neocon.

Indiferencia y banalidad del espacio frente a la obsesión por el tiempo, marcan la matriz espacial de 24. El ojo global construido con la parafernalia informática anula la importancia del punto de vista único de la perspectiva; el poder se reconstituye sobre las tecnologías que anulan la distancia (aviones y helicópteros, celulares e Internet), el espacio concreto se percibe en escorzos y angulaciones, en el rápido y oportuno vistazo a través de un espejo o de una hendidura, o un monitor de circuito cerrado. Los que puedan descubrir al enemigo en esta selva serán los sobrevivientes de este espacio paranoico, tecnológico y autoritario: el espacio de la guerra no convencional, el espacio del terrorismo, pero también el espacio de las corporaciones, el espacio del trabajo postfordista…

CR

Sobre las complejidades del espacio contemporáneo, ver la nota Crisis de las matrices espaciales, comentario del libro homónimo de Fabio Duarte, en el número 28 de café de las ciudades.

Ver el sitio de 24.

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Dos Camilas https://cafedelasciudades.com.ar/articulos/dos-camilas/ Mon, 02 May 2005 16:32:00 +0000 https://cafedelasciudades.com.ar/?post_type=cdlc_article&p=4715 La Camila que María Luisa Bemberg llevó al cine y conmovió al mundo vivió en Buenos Aires en la primera mitad del siglo XIX. Recordarán la historia: Camila O´Gorman, agraciada damita de la elite porteña, se enamora en la Iglesia del Socorro de su cura y confesor tucumano. Anticipándose a Serrat, logran “vencer la tentación...

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La Camila que María Luisa Bemberg llevó al cine y conmovió al mundo vivió en Buenos Aires en la primera mitad del siglo XIX. Recordarán la historia: Camila O´Gorman, agraciada damita de la elite porteña, se enamora en la Iglesia del Socorro de su cura y confesor tucumano. Anticipándose a Serrat, logran “vencer la tentación sucumbiendo de lleno en sus brazos”, y se fugan hacia el norte dejando una sociedad escandalizada. Al prurito de la ortodoxia religiosa se suma el oportunismo político. Desde Montevideo, los opositores emigrados describen la huida de la parejita como una muestra del desenfreno moral que supuestamente imperaba bajo la dictadura de Juan Manuel de Rosas. El propio padre de Camila calificó el romance como “el acto más atroz y nunca oído en el país“, mientras que el Obispo pedía al Restaurador que “estos miserables, desgraciados infelices, sean aprehendidos y traídos, para que procediendo en justicia, sean reprendidos y dada una satisfacción al público de un enorme y escandaloso procedimiento“.Apresados en Goya, Corrientes, donde habían establecido una escuela, el Padre Uladislao y Camila son fusilados en la campaña, en Santos Lugares, por aplicación de las leyes vigentes. Contra el paredón de la cárcel más tenebrosa del régimen, Camila (que tiene apenas 20 años y está embarazada) pide infructuosamente por su vida en defensa del hijo que lleva en su vientre. Con algo de leyenda urbana, pero en este caso rigurosamente verídica, la historia permanece en el corazón del imaginario colectivo de la ciudad. Hace poco, La Nación publicó unas cartas de lectores que defendían la medida de Rosas, en una curiosa reivindicación de la seguridad jurídica… Y los concejales del partido de San Martín, lugar del fusilamiento, rechazaron la idea del Intendente de levantar una escultura en homenaje a los enamorados.

Ignoro, quizás nunca sabremos, si Camila Arjona conocía la historia de su tocaya. Nuestra Camila contemporánea vivía en la Villa 20 de Lugano, Buenos Aires, un barrio marginal, una villa miseria cerca del Riachuelo, en el sudoeste pobre de la ciudad. Camila tenía 14 años y estaba, como la señorita O´Gorman, embarazada. El primero de abril, Adrián Bustos, Miguel Angel Cisneros y Mariano Almirón, tres policías borrachos de cerveza entraron a la villa y encararon a los pibes para que les compraran merca (cocaína). Ante la negativa, sacaron sus armas y comenzaron a disparar. Camila, que dormía en uno de los ranchitos con su novio de 17 años, se despertó con el ruido de los balazos y pensó en su hermano; aterrada, salió a buscarlo en los estrechos y malolientes pasillos. Una bala la alcanzó, de espaldas; uno de los asesinos corroboró su muerte y pateó con odio su cadáver (una hipótesis sostiene que los verdugos la confundieron con otra chica de la villa, adicta y traficante).

Los familiares y vecinos de Camila reclaman por el crimen, que se suma al de tantos chicos de las villas, rehenes entre la corrupción policial y la alevosía de las bandas criminales. En la misma villa 20 vivía Ezequiel Demonty (compañero de escuela de Camila), el chico al que el 14 de diciembre de 2002 la policía arrojó al inmundo Riachuelo “para que aprenda a nadar”, muriendo ahogado en consecuencia. La gente de los barrios ricos no estuvo en las marchas a la Comisaría 52 de Lugano, no se prendieron velas, no se crearon fundaciones, no hubo tapas de la revista Gente dedicadas a Camila.

Camila, “la segunda” Camila, la Camila pobre, nació, vivió y (demasiado pronto) murió en Buenos Aires con muy pocos derechos: quizás, apenas, el “derecho” a no saber cuidarse y así quedar preñada en su primer romance. No conoció una vivienda digna, no la esperaban ni una educación de excelencia ni un trabajo bien pago. La policía que debía protegerla la asesinó en una noche de terror en la villa. Que le quede, al menos, el derecho a la memoria, la piedad (aunque inútil), la justicia para sus verdugos.

MLT

Sobre Camila O´Gorman, ver una síntesis de la recordada película
de María Luisa Bemberg en el sitio de la cineasta Lita Stantic.

Sobre el asesinato de Camila Arjona, ver la página del equipo de investigaciones Rodolfo Walsh

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