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Año 12 / Número
133-134
/ Noviembre-Diciembre 2013 /
ISSN 2346-9080 >
REVISTA
DIGITAL / Aparece
el primer lunes de cada mes
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> SUMARIO |
Urbanidad
contemporánea y Política
de las ciudades |
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Antropología
de lo urbano
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Los
vecinos y los “otros”
I
Por
Ariel
Gravano |
N. de la R.: El texto de esta nota reproduce un fragmento del libro Antropología
de lo urbano, recientemente publicado por UNICEN y distribuido por Editorial
café
de las ciudades.
Lo
urbano como objeto antropológico
El
contexto en el que se publica este libro es, en Argentina
y Latinoamérica, el de un
reverdecer de la problemática socio-económica, política
y cultural como
urbana. Maras (pandillas), narcotráfico y violencia
en las calles; tránsito caótico, servicios inexistentes
o carentes y espacios públicos en decadencia, invasión
y privatización; venta ambulante encubridora de desempleo;
segregaciones guetizantes
y discriminaciones estigmatizantes hacia el migrante,
hacia los jóvenes de clases populares; inseguridad
de los unos por los otros o de todos contra todos; seguridades de 4x4 y claustro enrejado;
militarizaciones barriales; legitimidades ilegales en
reclamos por vivienda, por consumos colectivos, por
el uso de las
ciudades, que son cada vez más para casi todos.

¿El
Indoamericano para los indoamericanos?
“La gente está enojada. Imaginate que laburás
todo el día, no tenés nada, viene alguien, hace algo
ilegal y tiene más derechos. Pasa en Argentina nomás
eso”.
“Boliviano de mierda, hay que matarlos a todos,
hace cuánto que vivís gratis, negro villero… A la noche
buscamos todos los fierros en casa y los matamos a todos”.
“Ellos nos invadieron, son millones, vas a la
escuela y no podés anotar a los chicos porque hay 600
bolivianos, vas al hospital y no hay camas por culpa
de estos negros”.
“Ellos tienen todos los derechos humanos, ¿y
nosotros qué?”
“¡Qué país generoso que es éste!”
A
principios de diciembre de 2010, la ciudad de Buenos
Aires se conmovía. Varias centenas de familias, residentes
en la región metropolitana, incluidas algunas migrantes
de Bolivia y Paraguay, habían ocupado el predio llamado
Parque Indoamericano, en la zona
sur, un lugar con función de recreación y espacio verde,
que se había transformado en un atrás para la parte digna de la ciudad –barrios de donde se extrajeron las expresiones
del párrafo anterior.
El
gobierno de la ciudad no lo había mantenido en condiciones
de habilitación y era usado los fines de semana en forma
precaria por parte de los sectores habitantes de villas
miseria cercanas.
Ahora éstos lo
habían ocupado para reclamar no haber sido contemplados
en planes de vivienda prometidos o ausentes. También
se decía que habían sido empujados a realizar la acción
por la suba del costo de los alquileres en las villas
y por promesas de personajes “influyentes”, incluidas
las palabras de algún ministro de la ciudad, anunciando
por lo bajo que se otorgarían títulos de propiedad en
las mismas villas, de modo que el eje de la prometida
“urbanización de las villas” pasara –para la visión
neoliberal del gobierno de Mauricio Macri– por la propiedad individual otorgada a discreción,
lo que hizo que prevaleciera esta racionalidad de ocupación
y luego reclamo.
El
gobierno nacional (neo-desarrollista inclusivista
en lo económico, peronista en lo partidario y progresista
en su orientación general considerando el contexto histórico
nacional), contrario a la gestión local (cuyo Jefe de
Gobierno acusó a los inmigrantes de “narcotraficantes
y delincuentes”), terminó realizando un censo de los
ocupantes y responsabilizándose por la seguridad, intentando
superar incluso el papel represor inicial de su propia
policía federal. La presidenta de la república, Cristina
Fernández de Kirchner, asumió en forma explícita un
discurso contra la discriminación hacia la población
boliviana y paraguaya. La ciudad pareció dividirse
en dos: la parte de “vecinos”, indignada por las
invasiones a lugares que ellos no frecuentaban, con
rancias asunciones racistas, y la
parte de los otros, víctimas de la discriminación
discursiva y de hecho.
En
esos acontecimientos (que tuvieron como saldo tres muertos
y numerosos heridos) se pusieron en cuestión el derecho
al uso de los servicios de la ciudad, el “derecho” a
violentarse al extremo de matar en forma justiciera para defender un territorio
nacional invadido (“nuestro barrio”) y el derecho
al reclamo, con diversas variables políticas como el
manejo del Estado, la discriminación de clase encubierta por ropajes de supuestas identidades
barriales y/o vecinales enfrentada al concepto de identidad
ciudadana, y el racismo de marras.

Interpelados,
esperamos unas semanas y nos propusimos hacer pública
nuestra posición al respecto, apuntando a lo que “no
se decía” hasta ese momento en los medios y en el discurso
político. Lo hicimos en el diario “Página 12” (Suplemento
Cash del 26 de diciembre de 2010, pág. 5),en una nota a la que el periódico
retituló con la célebre frase del francés Henri Lefevbre:
“El derecho a la ciudad”, y que a continuación reproducimos.
La
ciudad es un hecho y un derecho. Es una de las consumaciones
más notorias de la producción material y simbólica,
en un proceso de transformación y socialización permanente.
No se reduce al mero espacio físico de aglomeración,
sino que adquiere valores, identidades e imaginarios
construidos históricamente. Por lo tanto, no sólo se
vive en la ciudad sino que se vive la ciudad. Y parte de ese vivir significa producirla, gozarla, sufrirla, reivindicarla
y lucharla.
La
ciudad también implica una cuestión de derecho que,
por las mismas razones, trasciende su mera realidad
como espacio físico y adquiere valor de uso concreto
y público. Si se la define como parte del sistema de
servicios y consumos colectivos concentrados que hacen
posible la producción y reproducción de la vida social,
la cuestión del derecho aparece nítida cuando se detecta
que hay quienes quedan “al margen” del efecto de los
satisfactores de esos consumos necesarios. ¿Cuáles son
los derechos de la ciudad? Precisamente los que se derivan
del hecho de vivir en ella, produciéndola y consumiéndola,
cuyo valor asociado es el ejercicio de la ciudadanía:
el derecho a la vivienda, a una vida digna, a usar los
servicios que la ciudad brinda o debe brindar para todos,
como ámbito público socializado de la producción humana.
Como
esto no se da, ese derecho es reivindicado y se lucha
por él, en términos de legitimar hasta acciones que
son ilegales, como la usurpación del espacio público
o privado desocupado, pero que en el fondo implica
una lucha por el derecho al uso de la ciudad misma.
Estas situaciones se dan de hecho, en principio por
la relación de dominio que implica la apropiación del
excedente urbano, cuando éste se distribuye por el valor
de cambio de la ciudad, transformada en mercancía. Es
así que la máxima socialización pública de la producción
cultural humana deviene en apropiación privada, cuyo indicador es la
fragmentación y segregación urbana, sobre la base del
valor del espacio.
Según
el flamante censo, hay en nuestro país una vivienda
cada tres habitantes. Lo que implica pensar que quien
no tiene acceso a ella es porque ha sido despojado del
derecho a tenerla, ni más ni menos. Y esto tiene raíces
estructurales en el surgimiento histórico de lo urbano
y de la ciudad.
En
la amurallada ciudad de la Antigüedad, la protección
y la pertenencia eran garantizadas materialmente por
las castas de guerreros, sacerdotes y burócratas, y
concebidas como algo dado desde la autoridad sagrada
estatal y emanaban como un don del templo central y
del palacio, pero no para todos por igual. Los esclavos
no eran concebidos como ciudadanos, a pesar de ser quienes
habían construido la ciudad y sus muros. Tampoco en
la ciudad medieval se concebía que esos sectores estuvieran
al margen del goce del derecho a la ciudad misma, pues
su situación de subordinación se consideraba parte del
orden natural.
Es la ciudad de la Modernidad la que universalizó el derecho de todos
los ciudadanos a hacer uso de ella, trascendiendo su acotamiento amurallado, y es recién a partir de esta
premisa que el “quedar al margen” se pudo convertir
en un problema a resolver institucionalmente por el
Estado. A su vez, es el interés dominante el que necesita estructuralmente de una fuerza
de trabajo migrante, a la que –paradójicamente–
los imaginarios hegemónicos tardarán en considerar (o
no considerarán nunca) legítimos destinatarios de la
ciudad misma, o sea, ciudadanos al fin.
Así
que la lucha continuará y el papel del Estado seguirá
siendo crucial en función de los intereses que ampare.
Seguirá áspera, compleja, con atajos ideológicos enlodados
de discriminación y racismo, de ocultamientos y manipulaciones,
con contradicciones e impurezas, para quien pretenda
idealizar un equilibrio que, en todo caso, será siempre
un estado provisorio del conflicto.

Lo
urbano está formado por este sentido de conflicto permanente,
por un lado, en el plano de lo existente, y –como veremos
en próximos capítulos– por la necesidad (también permanente)
de orden, de cosmos integrado en una centralidad, en
el plano de la tendencia o de las intenciones históricas
de los actores sociales. Por eso, la
principal contradicción inherente a lo urbano consiste
en esa existencia (el caos) y esa tendencia (el cosmos).
Y el principal desafío de todo gobierno de lo urbano
se establece en esa tensión entre el dejar hacer a la
correlación de fuerzas dominante (mercado de bienes,
de transacciones políticas, de flujos de poder local-institucional)
o el planeamiento y la acción preventiva integral.
Y
profundizando en el terreno de los qué-haceres
contemporáneos respecto a lo urbano, nos encontraremos
–más tarde o más temprano– con la
necesidad de la participación activa institucional que
supere la universalidad del derecho abstracto de la
democracia representativa, aunque esta pueda seguir
siendo el sostén de la tensión con la contemplación
reactiva que generan los mensajes hegemónicos y la mera
formalidad del voto.
Quisimos
dejar planteado, con la reproducción de la nota de arriba,
la importancia de la relación entre ciudad y construcción
de la ciudadanía, entre derecho y hecho, entre conflicto
y regulación, pero en términos estructurales y no dejando
librado el análisis de las pujas y contradicciones a
la mera representación que los actores se hacen de ellas,
o al voluntarismo de los mensajes antidiscriminatorios
que apelen solamente al pensamiento ético o ideológico,
sino acompañando ese tratamiento con la
visualización de las contradicciones históricas de fondo,
que condicionan y determinan las representaciones y
que, en tanto no se superen, seguirán reflejando las
mismas asperezas en la textura social.
AG
El
autor es Antropólogo, doctorado en la Facultad de Filosofía
y Letras, UBA. Es Investigador Independiente del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
y Director del Núcleo de Actividades Científicas y Técnicas
(NACT) Grupo Producciones e Investigaciones Comunicacionales
y Sociales de la Ciudad Media (PROINCOMSCI). Es Profesor
titular de la Cátedra de Antropología Urbana de las
carreras de Comunicación Social y Antropología Social,
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos
Aires, Facultad de Ciencias Sociales, Olavarría. Consultor
y facilitador organizacional. Entre sus libros y publicaciones
pueden mencionarse: El barrio en la teoría social. Espacio
Editorial, Buenos Aires (2005), Antropología de lo barrial,
estudios sobre producción simbólica de la vida urbana.
Espacio Editorial, Buenos Aires (2003) y El silencio
y la porfía. Corregidor, Buenos Aires (1985).
Antropología de lo urbano. Ariel Gravano. UNICEN
(Universidad Nacional del Centro de la Provincia de
Buenos Aires), Tandil, 2013. 216 p. 24 x 17 cm. ISBN: 9789506583293.
“Hasta
la aparición de este libro, no existía en el medio nacional
(y de muchos países latinoamericanos) un texto que pudiera
ser caracterizado como una introducción a la antropología
urbana. Las fuentes más recurrentes para docentes e
investigadores interesados en la perspectiva antropológica
del fenómeno urbano se corporizan en traducciones o
versiones españolas, amén de algún texto brasileño de
no fácil acceso. Y en muchos de ellos el sesgo temático
tiene la lógica impronta del contexto de origen. Antropología
de lo Urbano apunta a satisfacer la carencia señalada,
pero a la vez a profundizar cierto enfoque específico
de la disciplina, con el acento puesto en cómo se vive
la ciudad, además de cómo se vive en la ciudad, aspecto
crecientemente valorado por arquitectos, urbanistas
y planificadores, por comunicólogos, politólogos y sociólogos
y también por abordajes de intervención como el de los
trabajadores sociales y gestores de lo urbano”.
Disponible
en editorial@cafedelasciudades.com.ar,
CP67, Concentra, Amerindia, Quade, Antígona, De la Mancha,
Mal de Archivo, Yenny, Cúspide, Galerna y otras librerías
en toda la Argentina.
Sobre
el conflicto en el Parque Indoamericano de Buenos Aires
en diciembre de 2010, ver también en café
de las ciudades:
Número
99 | Política de las ciudades (II)
Villa
Soldati y la necesaria reforma urbana en Argentina | Sobre
la función social de la ciudad | Raúl Fernández
Wagner
Número
99 | Política de las ciudades (III)
La
ausencia de políticas de suelo urbano en la Argentina | Emergentes
de Villa Soldati | Marcelo Corti
Número
99 | Terquedades
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires | Terquedad
Soldati | Mario L. Tercco
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Urbanidad contemporánea |
Ciudades
inteligentes o cursilería interesada |
¿Hubo
alguna vez ciudades tontas? I
Por Jordi
Borja |
¿Habrían
sobrevivido las ciudades, la construcción humana más
compleja, si no hubiera habida mucha inteligencia colectiva?
Solamente la distribución de las aguas blancas y negras,
la iluminación y la energía, la eliminación de residuos,
la construcción en altura, el abastecimiento de alimentos,
la organización el transporte, etc., suponen tecnologías
y modos de gestión de inteligencia acumulada y de capacidad
de innovación permanente. Ahora la moda es descubrir
que las ciudades pueden ser inteligentes. Si no lo fueran
no existirían. En realidad
se trata de un reclamo publicitario. ¿De las
ciudades? Aparentemente sí, pero la fama dura poco.
Ha habido tantas ciudades adjetivadas para llamar la
atención que ninguna ha arraigado. Por la sencilla razón
de que todas más o menos se pueden aplicar el adjetivo
prometedor. Y además el dicho adjetivo casi nunca es el calificativo más definidor de la ciudad.
¿Ciudades patrimonio de la humanidad? La Unesco ha encontrado
un nicho bastante lucrativo, se hace pagar el título.
En todas partes encuentras dicho patrimonio.
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Planes
y Política de las ciudades |
El
Programa de Crédito Argentino del Bicentenario (Pro.Cre.Ar)
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Crédito
hipotecario para sectores medios y populares
I
Por
Juan Ignacio Duarte |
A
poco más de un año de su puesta en marcha y a la luz
del anuncio de nuevas modalidades de créditos, se repasan
las principales características del programa y se analizan
algunos de los impactos que los últimos anuncios están
teniendo
en relación al suelo urbano.El
Pro.Cre.Ar es un programa
de crédito hipotecario lanzado en junio de 2012, que
apunta a entregar 400 mil créditos hipotecarios hasta
diciembre de 2015. Esos créditos están destinados a
las familias argentinas que no tengan vivienda propia
o que teniéndola necesiten realizar refacciones o ampliaciones
de la misma, ya sea a través de la construcción de viviendas
nuevas en terreno propio, la adquisición de una vivienda
construida en terrenos del Estado, o bien la refacción
y/o ampliación de viviendas existentes. Recientemente
se agregaron dos nuevas modalidades de créditos, una
permite comprar viviendas recién terminadas o próximas
a terminarse por desarrolladores privados, mientras
que la otra financia, además de la construcción de la
vivienda, la compra del terreno.
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Política
de las ciudades (I) |
Córdoba
saqueada
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Preguntas,
desazones, pistas
I
Por
Marcelo Corti |
Las
preguntas, y sobre todo las desazones, son más abundantes
que las certezas. ¿Qué internas y externas políticas
esconde el reclamo de una institución policial cuestionada
(muy especialmente en las últimas semanas) por su vinculación
al narcotráfico y por la facilidad de su gatillo hacia
jóvenes y pobres? ¿En qué punto entre el mero lumpenaje y la organización pandillera o directamente mafiosa
se puede ubicar a los grupos de saqueadores? ¿Son exclusivamente
sectores marginales o excluidos, o incluyen algunas
capas de la clase media menos acomodada, como las que
algunos amigos identificaron en sus barrios? ¿Cuál es
el límite en el que la organización defensiva de vecinos
y comerciantes contra los saqueadores mantiene su legitimidad
y cuando pasa a liberar y potenciar expresiones de racismo
y odio de clase? Una mujer trabajadora me dijo que en
su casa no tuvo problemas porque los ladrones de su
barrio “saben robar…”, queriendo decir que robaban supermercados
y no las casas de sus vecinos.
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Movilidad
de las ciudades
|
La
producción social de la movilidad
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Prólogo
a La fábrica del movimiento
I
Por
Jean Pierre Orfeuil |
Un
análisis sistemático y transversal de estos trabajos
ha hecho aparecer cuatro registros de motivación y de
sentidos subyacentes a la acción pública: la urgencia,
el brillo internacional(con frecuencia asociadas a una investigación
de calidad de vida para los habitantes), las necesidades
de puesta a nivel en la organización de los sistemas
y su modernización, las dependencias frente a los actores
históricos, a su peso institucional, a las trayectorias
que nos incitan a tomar. Esta tipología, provisoria,
puede ser enmendada, enriquecida. La identificación
de “cuestiones huérfanas”, importantes para los analistas
pero ignoradas por las políticas, es más arbitraria
dado que depende del juicio de los expertos. Tres temáticas
sin una relación aparente han salido a la luz: la calidad
de los espacios ordinarios (que no impide una investigación
de calidad en ciertos espacios emblemáticos o identitarios,
como lo han mostrado, entre otros, los estudios de caso
para México, Lima y Shanghái), la movilidad de las categorías
más modestas, las nuevas cuestiones planteadas por la
utilización de los vehículos de dos ruedas.
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Planes
y movilidad de las ciudades |
Los
flujos de movilidad territorial
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Un
análisis de la población y la movilidad en el área metropolitana
de Buenos Aires
I
Por
Sebastián Anapolsky |
De
cualquier manera, desde el punto de vista de la planificación
urbana, es sumamente importante comprender no solamente
cuántas personas duermen en una ciudad, sino conocer
cuántas personas realizan actividades y circulan durante
el día. De hecho, podría considerarse que es mucho más
relevante conocer la cantidad de personas durante las
horas pico del día, cuando las calles y los servicios
están en pleno funcionamiento, que a mitad de la noche
cuando la mayor parte de la población está durmiendo
y los distintos servicios no están siendo plenamente
utilizados. De todos modos, no es sencillo saber la
cantidad de gente que hay efectivamente en la ciudad
a una determinada hora del día. Las personas circulan
a lo largo y a lo ancho del área metropolitana, traspasando
los límites jurisdiccionales, utilizando una variedad
de modos de transporte, incluyendo colectivos, trenes,
autos, motos, bicicletas, incluso a pie. Las ciudades
se vuelven cada vez más complejas y se multiplican los
flujos de personas con una lógica que ya no obedece
los viejos esquemas pendulares de viajes hogar-trabajo.
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Política
de las ciudades (II) |
Derecho
Urbanístico e informalidad
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Algunas
notas sobre el caso argentino
I
Por
Guadalupe
Granero Realini |
Respecto
a las facultades de los respectivos niveles administrativos
en el ejercicio del DU, Adriana Taller expone en El
derecho urbano debe afianzar el ejercicio del derecho
a la ciudad la existencia de tres tipos: por un lado,
aquellas concurrentes de la Nación y de las Provincias
en relación a la cláusula de progreso (como, por ejemplo,
el poblamiento del territorio); por el otro, aquellas
referentes a la protección ambiental, respecto a las
cuales las provincias establecen normas y objetivos
de acuerdo a los presupuestos mínimos determinados por
el Congreso Nacional; finalmente están aquellas exclusivas
de las provincias, como la determinación del régimen
del uso del suelo, códigos de edificación, el ejercicio
del poder de policía. En el ámbito de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires (administrativamente presenta un régimen
análogo al de una provincia) esta articulación normativa
es reconocible en la formulación de la Ley 2930 de 2008
que constituye el Plan Urbano Ambiental, que en su primer
artículo se declara como “ley marco a la que deberá
ajustarse la normativa urbanística y las obras públicas”.
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Cultura de las ciudades |
Ficción
Inmobiliaria
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La
gentrificación en el cine
I
Por
Left
Hand Rotation |
El derecho a
la ciudad de las clases bajas ha inspirado innumerables
películas de ficción. Boyz´n
the Hood (estrenada en España como Los chicos del barrio) intenta recoger
en dos horas de metraje un amplio abanico de las problemáticas
que a finales de los ´80 sufría la marginada comunidad
negra de South Central, en la ciudad de Los Ángeles. Entre ellas la gentrificación,
que no ha tardado en llegar al Inglewood de
la esfera
real, en la actualidad demandado por artistas
blancos de clase media que tímidamente se van instalando
en la zona. Algunas ficciones transcurren sobre el telón
de fondo de los fuertes intereses que los barrios populares
de las áreas centrales despiertan en los villanos, para
los que el territorio es sólo un suelo que rentabilizar
y sus habitantes molestos estorbos a la inversión. Life
Stinks (estrenada en
España como Qué asco de vida) sugiere que aquellos
que controlan el mercado inmobiliario, se verían menos
propensos a la especulación tras una larga exposición
a la realidad de los más desfavorecidos. Quizá esto
sólo sea posible en la ciudad de Los
Ángeles, cuna de Hollywood,
la gran fábrica de ficciones, que, por otro lado, debe
su nombre a una promotora inmobiliaria.
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POSICiones
cordobesas |
Ciudad
de barrios
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Juego
interactivo sobre el Espacio Urbano
I
Por Celina Caporossi, Agustín Cano, Fernando
Vanoli, Alejandra Llugdar,
Héctor Paez Ferreyra
y Emilia Davezola |
Ciudad
de barrios se mueve en el borde entre el medio y la
universidad, partiendo de un diagnóstico: muchas de
las cuestiones urbanas que se estudian o se desarrollan
en la academia pocas veces tienen vinculación con los
actores sociales que construyen la ciudad diariamente.
En otras palabras, nos planteamos un espacio de vinculación
del conocimiento científico-tecnológico con las problemáticas
sociales. Pero buscamos que además se entable un diálogo,
una discusión, a través de lenguajes comunicacionales
asequibles, entre los distintos actores o sectores sociales
o etarios que viven en entornos barriales (escuelas,
centros vecinales, agrupación de vecinos, comerciantes
locales, etc.). La intención de proponer esta “zona
de juego” es reforzar el espacio urbano, analizando,
problematizando y reflexionando sobre las políticas
urbanísticas que rigen nuestra ciudad. Ciudad de Barrios
es una frase que adoptamos para sintetizar una postura
con relación a la ciudad que se pretende promover.
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Terquedades |
Terquedad
del colectivo en la autopista
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Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I
Columna
a cargo de Mario L. Tercco |
La
Jornada tuvo dos hechos destacables: por un lado, la
alta representatividad política, técnica y sectorial
de los concurrentes, entre quienes se encontraban funcionarios
nacionales, provinciales y locales (como por ejemplo,
Rubén Guillén, Director Nacional de Coordinación y Planificación
del Transporte, y Guillermo Dietrich,
Subsecretario de Transporte del GCABA), operadores,
empresarios, dirigentes de cámaras y asociaciones, técnicos
y especialistas en movilidad. Por otro lado, el llamativo
consenso de todos estos actores respecto a la necesidad
de impulsar esta iniciativa. Alberto Corcuera Ibáñez,
por ejemplo, recordó la reticencia de los concesionarios,
en la década de 1990, a incorporar paradas de colectivos
en las autopistas; en cambio, las discusiones que se
mantuvieron en esta Jornadas fueron sobre temas como
el trazado de los carriles exclusivos (en el eje central
de las autopistas o en sus laterales y colectoras) y
no sobre la idea misma de incorporar esos carriles.
En la Jornada se presentaron los pasos a seguir para
avanzar en un estudio que evalúe la concreción de este
sistema de transporte público.
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Luis
Caporossi agradece a la FAU-UNLP,
dudas de Brian Thomson sobre la Ciudad Cívica en Resistencia,
Botnia vs. Ledesma y el Monumento
a Colón.
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Encuentros,
Jornadas, Seminarios, Congresos: Megaeventos,
en Rio de Janeiro y Niteroi
- VI Encuentro de Docentes e Investigadores en Historia
del Diseño, la Arquitectura y la Ciudad, en La Plata
- I Congreso Latinoamericano sobre Conflictos Ambientales
- Vivienda Colectiva Sostenible, en Barcelona
Convocatorias
y Concursos:
Geograficando
- Concursos Holcim de construcción sostenible - riURB, nuevo número y seminario Cursos
y programas académicos:
Master en Gestión de la
Ciudad - Maestría en Economía Urbana en la Di Tella
- Licenciatura en gestión de negocios inmobiliarios
y proyectos de desarrollo urbano, en la UMET - Especialización
en Política y Planificación del Transporte Instituto
del Transporte – UNSAM - Carrera de Urbanismo en
la Universidad Católica de Chile Exposiciones
y muestras: Nueva York, Fukushima y
Australia por Wenders, fotos
en Lleida - Kommune, nueva
ciudad en el Matadero de Madrid
Noticias y publicaciones: Guía de Arquitectura
“La Plata Arquitectura Moderna 1950/60/70” -
Proyectos inclusivos en pequeñas ciudades - Transbordering Latin Americas. Liminal Places, Cultures, and Powers
(T)Here - El Mercado de suelo
y su ordenamiento en la periferia de las ciudades, de
Cintia Barenboim - De California
a La Pampa, por Molina y Vedia
- Zona Urbana, ciudad en formato de radio - Grandes
Projetos Urbanos - Cuaderno
Urbano 14 - Las ciudades argentinas frente al desafío
de las inundaciones
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
* Marca en trámite
* Las notas firmadas no expresan
necesariamente la opinión del editor.
STAFF
Editorial Café
de las ciudades
ISSN 2346-9080
Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Córdoba: Carola Inés Posic
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco > 
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