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Una obra de arquitectura, además de resolver un programa concreto, también debe ser capaz de generar espacio arquitectónico, crear hábitat y construir ciudad.

Esta actitud aporta a la calidad ambiental generada a partir de la arquitectura y a la cultura comunitaria en su más profundo sentido antropológico.

Por más sencillo y humilde que sea el programa no debemos perder esta mirada. Proyectar buenas viviendas, sí, pero con la consciencia de que la creación de un hábitat estimulante, tanto en el espacio íntimo como en la dimensión barrial y urbana, también es parte del desafío a resolver.

Implantación

Nuestra actividad se desarrolla principalmente en programas de vivienda colectiva con financiación pública: cooperativas de ahorro previo y edificios de licitaciones del Ministerio de Vivienda.

Una vez definido el programa, el proyecto comienza a modelarse a partir de las posibilidades del terreno, las normativas urbanas, los programas de financiamiento y de lo que sugiere el entorno: la porción de ciudad y el vecindario que lo rodean.

Los proyectos pueden resolverse con la mera corrección de cumplir las normas en los diferentes aspectos, o apostar a más, ya que necesariamente construyen ciudad. Deben generar tensiones positivas en la expresividad y en la relación con su entorno, atendiendo las diferentes escalas: la doméstica, la semipública, la barrial y la urbana.

Re/planteos

Muchas veces, al prefigurar las posibilidades de un anteproyecto con la intención de lograr su mejor desarrollo y concreción, se hace necesario incidir sobre las condiciones de partida establecidas. A grandes rasgos hemos pedido lo siguiente:

A las cooperativas: que administren el padrón social en función del anteproyecto.

Con el objetivo de lograr equilibrios proyectuales y de maximizar recursos, muchas veces hemos solicitado dejar en suspenso el ingreso de nuevos socios hasta no tener el anteproyecto elaborado. Una vez definido y aprobado por la asamblea quedan establecidas en forma definitiva la cantidad y el tipo de viviendas, por ende, las características de los núcleos familiares a ingresar a la cooperativa.

Al Ministerio: mayor préstamo cuando la financiación no es suficiente.

Algunos programas de cooperativas con ascensor en áreas centrales no verificaban con los valores de tasación, ya que estaban basados en tipologías edilicias de cuatro plantas por escalera, sin un contexto urbano que impusiera condiciones. Esas batallas, libradas no sin secuelas, fueron necesarias ya que los proyectos finalmente se pudieron financiar y construir. Luego, los valores de tasación se fueron adecuando en forma gradual a la realidad de los costos de construcción.

A la Intendencia: cambiar aspectos de la normativa urbana.

En el edificio de 8 de Octubre y Camino Corrales, en la Unión, para el BPS, la normativa obligaba a retirarse de las dos alineaciones si se usaba la altura máxima de la avenida. Hicimos una propuesta a la Intendencia, tratando de resolver con el proyecto el encuentro de las dos escalas, la de la avenida con la barrial. Para ello articulamos el volumen alto y compacto con el plano horizontal bajo que recorre el frente por Corrales, en continuidad con el barrio.

Edificio para el BPS, 8 de Octubre y Camino Corrales (Años: 2007 proyecto, 2012 final obra)

En la cooperativa Andamios, del barrio Larrañaga, también se planteó a la Intendencia un cambio de normativa. El predio es una proa, con un ángulo muy agudo en la esquina y durante muchos años fue un depósito municipal a cielo abierto. La normativa de altura planteaba nueve metros, por lo que había que edificar todo el frente, cortando la espacialidad existente entre las dos calles, continuando excesivamente las cuadras ya de por sí muy largas.

Propusimos a la IM construir una torre exenta de trece pisos, con la misma edificabilidad de la normativa. Así logramos mantener la espacialidad original del enclave, liberando suelo para jardines y accesos, y establecer un diálogo de volúmenes con las pantallas de la misma altura del Complejo Bulevar vecino.

Cooperativa Andamios. Quijote y Lucas Píriz (Años: 2008 proyecto, 2018 final obra)

También fueron buenas discusiones urbanas las generadas con la Comisión Especial Permanente, para las cooperativas Irupé y Puerto Fabini, ubicadas en los accesos sur y norte de la Ciudad Vieja.

En Irupé definimos dos volúmenes. Uno vertical, con la altura del Solís, que se escalona hacia las medianeras y otro más horizontal, que se articula con el primero en la esquina del predio.

Cooperativa Irupé. Bartolomé Mitre y Reconquista (Años: 2000 proyecto, 2005 final obra)

En Puerto Fabini propusimos dos volúmenes continuando las alturas de los edificios linderos existentes y un tercer volumen entre ellos, sobreelevado.

Cooperativa Puerto Fabini. Piedras, Juncal, 25 de agosto. (Años: 2009 proyecto, 2017 final obra)

En obra

La Ley de Vivienda establece áreas máximas según la cantidad de dormitorios y éstos a su vez se determinan en función del número de integrantes del núcleo familiar. Esas áreas “máximas” son en realidad las “mínimas” para el desarrollo de la vida de una familia. Por ese motivo, en los proyectos nos hemos propuesto tensar esas limitaciones para lograr el máximo aprovechamiento de los recursos y los espacios.

Estares: con ventanales y balcones.

No concebimos una vivienda sin un espacio mínimo de proyección al exterior. Si bien tiene un costo inicial y puede requerir unos meses más de ahorro, o recortar rubros que se puedan completar a futuro, se paga con creces por las calidades ambientales que ofrece a sus habitantes.

Cooperativa Andamios

Cooperativa Puerto Fabini

Plantas bajas: razonablemente libres.

En los proyectos tendemos a disolver el límite virtual entre lo privado y lo público. Conseguimos así una gradual transición entre la escala doméstica y la urbana, haciendo visible la calle, las circulaciones, el salón comunal, los patios y jardines, posibilitando la interacción y la creación de vínculos entre los habitantes del edificio y de éstos con sus vecinos.

En Puerto Fabini, la planta baja libre posibilita circular y acceder por cualquier calle, así como conectar espacial y visualmente el patio central con la plaza pública.

Cooperativa Puerto Fabini

En Siglo XXI, del barrio Buceo, el proyecto se resuelve con dos edificios: un volumen de menor altura con la planta baja libre hacia la calle y otro edificio con la altura máxima en la parte posterior. De esa forma buscamos que haya fluidez espacial entre la calle, los accesos al conjunto, el jardín, el salón comunal y el hall del edificio posterior.

Cooperativa Siglo XXI. Marco Aurelio casi Br. Batlle y Ordóñez (Años: 1990 proyecto, 1996 final obra)

En Nueva Era, del barrio Cordón Norte, el proyecto se resuelve con la articulación de dos volúmenes: uno frentista a Arenal Grande, el otro con un piso más y sobreelevado. La planta baja libre resuelve el acceso y las circulaciones internas, pero, además genera una experiencia espacial al conectar el patio jardín y el salón comunal con los taludes de la calle Galicia.

Cooperativa Nueva Era. Arenal Grande y Galicia. (Años: 2010 proyecto, 2018 final obra)

Azoteas: convertidas en terrazas accesibles.

Apostamos a la apropiación de esos espacios subutilizados, para convertirlos en jardines, huertas, parrilleros o estares al aire libre, según los intereses colectivos. O simplemente para el disfrute, desde un lugar privilegiado, del paisaje de la ciudad.

Cooperativa Andamios

Cooperativa Puerto Fabini

Cooperativa Nueva Era

Final

Arquitecturas permeables que estimulan relaciones, que establecen conexiones y diálogos entre lo privado y lo público, el interior y su entorno, que estimulan la conectividad física, visual, sonora y sensorial.

Palabras del lenguaje arquitectónico material que permiten penetrar la luz, generar tensiones y fluidez espacial, convergencias y flexibilidades, pero también relaciones humanas sólidas y firmes, para construir una ciudad de vecindarios.

GG y RS

Octubre de 2023

El Estudio Guevara – Schwedt, integrado por los arquitectos Gonzalo Guevara y Rodolfo Schwedt, se forma en 1987 y ha desarrollado su actividad principal dentro del campo de la vivienda y la ciudad, tanto en inversiones públicas como privadas y en programas de vivienda colectivas y unifamiliares. Conformó con otros profesionales el Instituto Cooperativo de Asistencia Técnica ECO, para brindar asesoramiento integral a las cooperativas de viviendas. En ese marco ha asesorado, desde la conformación del grupo, el proyecto y la dirección de obras a más de 30 cooperativas de viviendas tanto de ahorro previo como ayuda mutua. Asesoró en planes y políticas de vivienda a la Federación de Cooperativas de Viviendas por Ahorro Previo, Fecovi, a partir de su refundación a finales de los años ochenta por varios años. En programas de promoción pública ha participado de varios concursos licitación para el BHU, MVOTMA y BPS por los que ha obtenido la adjudicación de varios proyectos de vivienda en Montevideo, Pando y Florida. Contratado en el año 2009 como Estudio Asociado por los Arquitectos Singer, Vanini, Di Pólito y Magnone para ejercer la Dirección de Obra, en la etapa final del Auditorio Nacional Adela Reta, SODRE.

El Estudio Guevara – Schwedt ha obtenido diversos premios en concursos y licitaciones, tanto públicos como privados, y su obra Cooperativa de Viviendas Irupé fue seleccionada en la V Bienal de Arquitectura Iberoamericana en el 2006, organizada por el gobierno español, dentro de las 30 mejores obras de Iberoamérica.

El domingo 15 de octubre de 2023 falleció a la edad de 65 años el colega Gonzalo Guevara. Socio de la SAU desde siempre y comprometido laboralmente con la vivienda social desde que fundaron el estudio de arquitectura con Durán Mattos a mediados de la década del ochenta. Socio del estudio Guevara – Schwedt, con el que fue coautor de varios complejos de cooperativas de vivienda como Siglo XXI, Puerto Fabini en Ciudad Vieja, ganadora de un Premio Panamericano, o Irupé atrás del Teatro Solís en la ciudad de Montevideo.

Socio, amigo, hermano.

Fuimos al mismo Preparatorio juntos, pero no nos llegamos a conocer porque él hacía Química. Siempre fue inexplicable para mí esa inicial vocación ya que, sin dudas, era un arquitecto nato. Después, ya en Facultad, en los concursos de vivienda de la rifa empezábamos muchos a trabajar, pero con el paso de las horas de a poco iban desertando. La madrugada nos encontraba a los dos solos, discutiendo anteproyectos. Así nos fuimos volviendo socios para toda la vida.

En el estudio no era fácil para los dibujantes seguirle el tranco ya que estaba en todo, no delegaba ni el diseño del rótulo de la lámina, imagínense los detalles constructivos de un ejecutivo. Pero siempre rodeaba de afecto el trato y, entre mates y charlas, se volvía entrañable. En las obras saludaba a todos, se acordaba de nombres y apodos, les preguntaba a los capataces por su salud y por su familia. Lo hacía naturalmente, de sociable que era. Pero no por esa familiaridad que cultivaba dejaba de exigirles, al revés, y no aceptaba excusas fácilmente.

Gonzalo no pasaba desapercibido: inteligente, luchador, sociable, querible, generoso, compañero, tierno. ¡Macanudo!
Nunca se callaba, decía lo que pensaba: crítico, frontal, incorrecto, sin calcular conveniencias. ¡Disparate!
Creo que su propósito en la vida era tener amigos, amigos de verdad con los que abrazarse rato, y para lograr eso era necesario mostrarse tal cual era.

En los cumpleaños comúnmente llegaba tarde. El vaso largo que prefería estará reservado como siempre, esperándolo.
Ahora parece que se fue, pero no, yo sé que se me quedó adentro.

Arq. Rodolfo Schwedt

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