Los sucesos de Ingenio Ledesma, en Jujuy, han estado
en las portadas de todos los diarios hace unos días.
Obsérvese esta sucesión de títulos; “Son
cuatro los muertos por el violento desalojo en Jujuy”
(Clarín, 29-07-11); “Crisis política en Jujuy. Echan al jefe de
policía y piden juicio al gobernador” (Clarín, 01-08-11);
“Jujuy: se agrava
el conflicto y las tomas se extienden a toda la provincia”
(Infobae, 03-08-11); “Buscan frenar la ola
de asentamientos y tomas de viviendas. Lanzaron ayer el plan de emergencia de lotes
fiscales” (El Tribuno, 04-08-11); “Destacan el plan para entregar un lote por familia en Jujuy” (EL
ARGENTINO, 04-08-11) o… “No cesan las ocupaciones en el Norte. La promesa de dar tierras provoca
más tomas en Jujuy”
(La Nación, 06-08-11).
Es decir, estas cónicas
expresan que extendidas demandas no resueltas de espacio
para habitar, llevan a un grupo de pobladores a ocupar
tierras y viviendas en construcción, y que se ordena
un desalojo judicial,
el cual se ejecuta en forma violenta provocando
cuatro muertos y más de cincuenta heridos. Lo cual genera
una aguda crisis política, sucediéndose a continuación
puebladas y nuevas tomas de tierras. Ante ello, las
autoridades políticas deciden acciones de emergencia,
primero anunciando la expropiación de las tierras en
conflicto y luego una suerte de entrega universal de
tierras “a cada
familia”, lo cual, logicamente, desata masivas tomas
de tierras. Para finalmente anunciar que se censará
a la población demandante y “se darán viviendas, pero en tierras fiscales”,
que como siempre serán escasas y mal localizadas.
Esta crisis jujeña
constituye un
compendio compactado (en horas) de todo lo que estamos
errando en términos de la gestión política de las ciudades
y del territorio en general. Como ocurrió con el
Parque Indoamericano, Jujuy expone
nuevamente el problema más acuciante de la sociedad argentina
actual. Pues la crisis del “acceso
al suelo” ya no repercute solo por su dramatismo
social o la inadmisible desigualdad, sino impacta también
por el modo en que pone en crisis la gobernabilidad
territorial.
La cuestión es seria
en términos político-técnicos, máxime cuando se insiste
que es un problema de “falta de viviendas”, y no
se percibe que el problema central para la población
son las condiciones de acceso al espacio urbano,
al suelo urbano, y luego la vivienda. Lo cual ocurre
porque el espectacular crecimiento de la economía de
los últimos años tiene como consecuencia valorizaciones
extraordinarias del suelo urbano y rural con extendidas
prácticas especulativas. Esto no se comprende y
prevalece una concepción muy conservadora de la política
territorial, que evita abordar sus causas profundas.
Lo grave es que ello
conlleva un desgobierno
territorial, una desplanificación que conduce inevitablemente
a situaciones que vulneran derechos humanos. Los poderes
ejecutivos provinciales y fundamentalmente los municipales
-que son responsables por su incumbencia territorial-
no están pudiendo generar condiciones apropiadas para
el manejo y acceso del suelo, a partir del desarrollo
de políticas e instrumentos de gestión específicos.
Esta falta de planificación y regulación no permite
anticiparse en la resolución de conflictos y el desarrollo
de respuestas más adecuadas a las demandas sociales.
Por lo que inevitablemente traslada el conflicto al poder judicial para su resolución,
poder cuya lógica es la defensa irrestricta del derecho
a la propiedad privada por encima de otros derechos
y, por lo tanto, procede a los desalojos por la fuerza
pública, muchas veces -como en Ledesma- con “excesos”
de represión, que suelen profundizar el conflicto social,
acarreando crisis de legitimidad política de los mismos
gobiernos locales y/o provinciales, afectando la gobernabilidad
territorial.
¿Cómo se procede en
términos de “buen gobierno” socio-urbano? Antes que
nada es necesario consolidar un marco jurídico
que determine que es un derecho de todos los argentinos
el “vivir en ciudades planificadas” con procesos democráticos y participativos.
Como venimos bregando desde Habitar
Argentina (iniciativa multisectorial por
el derecho a la vivienda la tierra y el hábitat propiciada
por un conjunto de Senadores y Diputados de la Nación)
para avanzar en materia legislativa y poder tener una
Ley Nacional de Ordenamiento Territorial (en complemento con otras de vivienda,
regularización dominial o desalojos)
para que las veintidos provincias que aún no tienen
leyes provinciales las realicen, para
que los municipios puedan planificar desde marcos donde
prevalezca la función social de la ciudad y la propiedad,
para dar el combate a la especulación, con regulaciones
e instrumentos de gestión para un acceso y uso del suelo
para un desarrollo urbano socialmente equitativo y justo.
Existe un proyecto del COFEPLAN (Consejo Federal de
Planificación), propiciado por la Subsecretaría de Planificación
Territorial de la Inversión Pública de la Nación, que
sería imperioso enviar al Congreso (donde se puede articular
con otros existentes y/o el propuesto desde Habitar
Argentina) el cual a nuestro juicio -dado los alcances
de esta crisis- necesita
algunas definiciones más profundas en términos
de derechos.

Solo con la planificación
y aplicación de instrumentos de políticas de suelo se
puede lograr un desarrollo urbano que anticipe los procesos
socioterritoriales. En Jujuy, el
“censo” de las demandas de la población, que se realiza
como salida desesperada a la crisis, debió ser previo
y así haber tenido un claro mapa de las demandas
de suelo, planificando el crecimiento de las ciudades
y pueblos e interviniendo interesadamente en el mercado
del suelo (con instrumentos indirectos y/o directos
acorde a potestades que se poseen), desalentando la
especulación y generando reservas de suelo.
Se debieron desarrollar
-a partir de la planificación- espacios de concertación
y negociación con las comunidades y pobladores, así
cada familia es respetada en sus derechos y sabe cuando
y como serán solucionadas sus demandas, las cuales además
-fruto de una participación activa- son asumidas con
responsabilidad por las familias.
Por ejemplo, las expropiaciones -previa declaración
de utilidad pública- son un atributo de política pública asociadas
a la planificación o como sanción a la especulación.
En Jujuy, al usarlo como acción improvisada, lo
más probable es que convalide un desarrollo urbano costoso
y/o inconveniente.
Nos enorgullecen los
avances en derechos que estamos logrando como sociedad
y se pondera el actual momento político e institucional
por la recuperación de la política y el modo en que
esto se traduce en un rol activo e interesado (con fines
sociales, redistributivos) del Estado, subordinando
los intereses corporativos y de reproducción del capital
a los intereses de defensa de la vida y la justicia.
Pero lamentablemente nada
de eso parece verificarse en el caso de políticas urbanas
y de acceso a la ciudad. Es decir, logramos
importantes avances en términos de justicia social,
pero no podemos avanzar de igual forma en términos de
justicia espacial.
La “escasez” del suelo
no es una maldición divina, algo inevitable o imposible
de corregir. Obedece a una forma de llevar a cabo la
política territorial. No hacerlo en Argentina causa
muertes y lamentablemente pareciera cumplirse lo que
dice Gladys (habitante de la Villa 31) en una nota
periodìstica: “acá
la tierra se defiende a tiros”.
RFW
El
autor es Profesor del Area de Urbanismo del Instiituto
del Conurbano de la Universidad Nacional
de General Sarmiento.
De o sobre su autorìa, ver tambièn en café
de las ciudades:
Número
49 | Política de las ciudades (II)
Teoría
y política sobre asentamientos informales | Cuestionario
a Raúl Fernández Wagner y María Cristina Cravino, en
vísperas del Seminario en la UNGS. | Raúl Fernández Wagner y María Cristina Cravino
Número
80 | Política de las ciudades (II)
Democracia
y ciudad |
Raúl Fernández Wagner analiza 25 años de procesos y
políticas urbanas en la Argentina | Marcelo
Corti
Número
99 | Política de las ciudades (II)
Villa
Soldati y la necesaria reforma urbana en Argentina
| Sobre la función social de la ciudad
| Raúl Fernández
Wagner
Número
103 | Política de las Ciudades (II)
¿Urbanización
por enclaves exentos de soberanía y derechos?
| La propuesta de Paul Romer para una “Ciudad
Modelo” en Honduras | Raúl
Fernández Wagner
Sobre
las deficiencias de las politicas de suelo en la Argentina,
ver tamobien el Prólogo
de Nora
Clichevsky
a La cuestión urbana interrogada en este nùmero de café
de las ciudades.
Sobre
los proyectos de Ley Nacional de Ordenamiento Territorial,
ver tambièn en café
de las ciudades:
Número
72 | Planes de las ciudades (II)
La
ausencia de una legislación territorial en la Argentina
| El déficit regulatorio y sus consecuencias
| Marcelo
Corti
Número
91 | Planes y Política de las ciudades
Hacia
una Ley Nacional de Ordenamiento Territorial para el
Desarrollo Sustentable | Entrevista
a Diego Fernández. Un análisis crítico de la legislación
argentina (IX) | Marcelo
Corti
Número
96 | Planes y Política de las ciudades (I)
Hacia
una Ley Nacional de Ordenamiento Territorial: reflexiones
a partir de tres propuestas normativas
| Un análisis
crítico de la legislación argentina (X) | Melinda Lis Maldonado
Número
96 | Planes y Política de las ciudades (II)
Perspectivas
para una ley de suelos y desarrollo urbano
| Un análisis crítico de la legislación argentina
(XI) | Silvia
Augsburger
Número
97 | Planes y Política de las ciudades (II)
¿Por
qué es importante para Argentina contar con una ley
de ordenamiento territorial nacional?
| Un análisis
crítico de la legislación argentina (XIII) |
Soledad Arenaza y Juan Ignacio Duarte
Y
sobre el conflicto de diciembre de 2010 en el Parque
Indoamericano de Buenos Aires, ver tambièn en café
de las ciudades:
Número
99 | Política de las ciudades (I)
La
rebelión de los inquilinos | Ausencia
de suelo, ausencia de opciones | María
Cristina Cravino
Número
99 | Política de las ciudades (II)
Villa
Soldati y la necesaria reforma urbana en Argentina
| Sobre la función social de la ciudad
| Raúl Fernández
Wagner
Número
99 | Política de las ciudades (III)
La
ausencia de políticas de suelo urbano en la Argentina
| Emergentes de Villa Soldati | Marcelo Corti
Número
99 | Terquedades
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires |
Terquedad Soldati
| Mario L. Tercco