conocimiento, reflexiones y miradas sobre la ciudad
revista digital - aparece el primer lunes de cada mes

año 2 - número 4,5 - febrero - marzo de 2003        


La primera secuencia de "Pandillas de Nueva York" comienza en una catacumba sin tiempo, donde un ejército de apariencia medieval se prepara para la pelea. La cámara va atravesando sucesivamente galerías, barracas y portales, llega a una encrucijada de calles (los "5 puntos", el territorio en disputa), y tras una sangrienta batalla, se eleva por sobre el tejido de la ciudad hasta abarcar una perspectiva completa de la Manhattan de 1846.
No es muy distinta la clave del
proyecto de Daniel Libeskind, seleccionado para reconstruir el área de las Torres Gemelas: se asienta alrededor de un pozo que rasga la roca viva del suelo neoyorquino, y conmemora la tragedia de las víctimas del 11 de septiembre, para rematar en una torre espiralada que festeja la vitalidad de la democracia norteamericana. Su perfil se elevará, de concretarse, sobre un renovado skyline de la ciudad, continuación (¿y culminación?) de la serie que muestra la película en su escalofriante final, donde las tumbas de los héroes del barrio van desapareciendo en el olvido sobre el fondo de los sucesivos desarrollos del Bajo Manhattan. Que la última toma del sitio incluya las Torres Gemelas, le da a la gran película de Scorsese una tensión final, un interrogante implícito que el proyecto de Libeskind pareciera responder.
Más que la construcción de una mitología sobre la historia de las pandillas del siglo XIX, Scorsese plantea un contrapunto entre la ética guerrera de los bandoleros urbanos y la dinámica del poder del Estado. Hay caudillos corruptos que llegan al frente del camión de bomberos pidiendo votos (y en vez de apagar el incendio organizan el saqueo del edificio vecino), ricachones indolentes que confían en que los pobres se seguirán matando entre ellos, y el fondo de la Guerra de Secesión, que las tribus barriales no entienden y que devora a los pobres y a quienes recién bajan de los barcos. Vallon y Cuttings, los dos antagonistas de la historia, terminan su propia guerra personal entre los desastres de ese conflicto más amplio, que prefigura una ciudad que ellos ni siquiera imaginan. Es maravillosa esa imagen del elefante que escapa por entre las calles del Bajo Manhattan entre la pueblada, la represión y la guerra de pandillas: "Amsterdam" Vallon, siente un desconcierto tan grande como si por un momento le fuera dado el contemplar la imagen futura de la ciudad con sus rascacielos.
A lo largo de su obra Scorsese ha cumplido como pocos la máxima de Tolstoi, aquella que aconseja pintar la propia aldea para ser universal. En "Pandillas...", el director parece llegar al mismo genoma de la violencia neoyorquina, esa que transforma en materia de arte en películas como Mean Streets y Taxi Driver. Una ciudad que ya es híbrida y multicultural ("¿es que nadie habla ya ingles en Nueva York?", se pregunta un personaje cansado de lidiar con chinos e irlandeses que hablan en céltico), fascinante y monstruosa (como el Soho de "Después de hora", donde no hubieran desentonado las vestimentas excéntricas de los pandilleros del Bowery), que ya se escapa de las manos de America mal que le pese a los "Nativos" de Cuttings, un extremista republicano "avant la lettre". Una ciudad, como resume Vallon en el final, que al igual que sus gentes ha nacido de la sangre y la incertidumbre. El arte puede convertir esos orígenes en materia de trascendencia y redención.

MC (el que atiende)

A partir de este número, café de las ciudades se actualizará los primeros lunes de cada mes. El plazo para enviar opiniones, comentarios y propuestas de notas será hasta una semana antes de la actualización.

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Tendencias

Ganar la calle (I)
Arte y protesta política en la recuperación del espacio público
.
Ganar la calle (II) por John Thackara
El fin de los edificios trofeo. english
Proyectos de las ciudades por Andrea Boschetti
Conexiones vivientes en Brescia italiano
Metrogramma y una propuesta integradora y contemporánea para la ciudad lombarda.
Cultura de las ciudades
Muralla para una ciudad
Un viaje al origen de las ciudades, en la pintura de Juan Fontana.
Lugares por Josep Alías y Mariona Tomás
Palermo u otra manera de tomar café catalán
La historia de la ciudad acecha en cada edificio y el turista no la consigue desvelar.
La mirada del flanneur por Ana María Alvarez R
Sexo y Muerte en Santiago
La única promesa de verdadero "descanso" sería, en consecuencia, otra ciudad.
Economía de las ciudades
Crisis y negocios inmobiliarios en Buenos Aires
Ajuste y mudanzas de las corporaciones, retorno desde los barrios cerrados, relativo boom de las refacciones.
Nuestros lectores se comunican.
Peaje a los autos en el centro de Londres - Libeskind: la vida victoriosa - Miami, ciudad líder en América... Latina - Ciudades para la cultura en Montevideo - Existe la vida después de la devaluación - El Cubo, por la paz - Datos

 


Las imágenes de este número corresponden a diversoscuadros de la serie Muralla para una ciudad, de Juan Fontana (Nueva York, Ciudad Ideal y Buenos Aires), a la foto de un arenero improvisado durante una fiesta de Reclaim the streets, al proyecto de Metrogramma para el Contorno Milano de Brescia, a fotos de Palermo por Josep Alías, al Proyecto del Estudio Daniel Libeskind para la LMDC, y al logotipo de Il Cubo per la Pace.

 

 

 

Tendencias
Ganar la calle (I)
Arte y protesta política en la recuperación del espacio público
.


Las calles de muchas ciudades del mundo son actualmente escenario de operaciones políticas, sociales y culturales, que las vuelven a proponer como el lugar por excelencia de los proyectos colectivos. Puede tratarse de una explosión del arte en las calles como mecanismo de promoción urbana (alternativo al Guggenheim de turno), o un improvisado baile callejero como forma de protesta social; de exploraciones interdisciplinarias sobre el nuevo significado de las ciudades en nuestra época, o de provocaciones destinadas a irritar a burguesías y gobiernos. En algunos casos, las administraciones procuran con estas actividades revitalizar determinados sectores de ciudad; en otros, son "tribus" o subculturas urbanas las que organizan sus festejos al margen de la legalidad oficial. Y en un rasgo de ambigüedad que caracteriza a todos estos sucesos, encontramos que sectores políticamente contestatarios realizan sus manifestaciones incorporando criterios artísticos de vanguardia, o bien que las mismas vanguardias pelean directamente en las calles por su legitimidad cultural.

No se trata de manifestaciones políticas en el sentido tradicional, ni de festividades urbanas oficiales de vieja o nueva data (como una fiesta patronal o el
Forum de las Culturas del 2004 en Barcelona). Son experiencias callejeras, en algunos casos difíciles de definir, con una gran componente de espontaneidad, y que en general poseen algunas de estas características:

    • Se desarrollan en áreas centrales de la ciudad, incluso en lugares degradados o abandonados por la expansión hacia las periferias, y en muchos casos sin autorización oficial.
    • Tienen un fuerte contenido de reivindicación del espacio público para uso y fruición de la sociedad.
    • Generalmente están organizados por colectivos o alianzas sociales muy heterogéneos y de muy reciente formación.
    • Mezclan, en general, protesta política con alguna forma de vanguardia artística: las celebraciones artísticas tienen un fuerte contenido de protesta y crítica social, las manifestaciones políticas toman la estética de algunas vanguardias o subculturas.
    • Reivindican la libertad y espontaneidad del cuerpo, a diferencia de las férreas disciplinas y estrictas coreografías de las grandes manifestaciones de masas o de las fiestas urbanas tradicionales.
    • Last, but not least, no solo suceden "en la ciudad", sino que la ciudad, la calle misma, es un tema central de la protesta o la experiencia artística realizada: la ciudad misma se convierte en una estética y en una práctica cultural, la calle se considera como instrumento artístico, como una forma de arte en si misma.

Asistimos entonces, tanto desde la militancia más radicalizada como en las versiones "marketineras" de la festivalización urbana, a un interés renovado por la calle como escenario social, político y cultural.
La vertiente política de esta recuperación se caracteriza por la reivindicación de la lucha colectiva directa, frente a la mediación y la manipulación de los "mass media". A las encuestas, a las cadenas informativas, a la difusión universal de slogans, mitos y consignas del poder, se opone la presencia corporal de los sujetos de la acción militante. A la privatización de la política y la vida social, la reivindicación directa del espacio público. Un grafitti de Buenos Aires dice "la prensa es del capital, las calles son nuestras". No por casualidad, la calle más que la plaza: a la plaza se va a escuchar el discurso del líder, en la calle se manifiesta y se pelea. Y para recrear ese carácter político de la calle, los activistas proponen recuperarla de sus grandes invasores: el automóvil, básicamente, pero también la publicidad que la ocupa con mensajes consumistas (que muchas veces reciclan y tergiversan los propios mensajes originales de la calle).

En buena medida, estas concepciones son herederas del situacionismo, el movimiento radical artístico, político y urbanístico que entre 1957 y 1971 produjo manifiestos, filmes, utopías urbanas y otras experiencias con el rótulo de la Internacional Situacionista. Uno de sus líderes, Guy Debord, decía en el Documento Fundacional del movimiento que "nuestra idea central es la construcción de situaciones, es decir, la construcción concreta de ambientes momentáneos de la vida y su transformación en una calidad pasional superior". Y sostenía a renglón seguido que "el arte integral, del cual se ha hablado tanto, no puede realizarse más que a nivel del urbanismo". Los situacionistas tuvieron una actuación destacada en el Mayo francés del '68, uno de los antecedentes más claros del fenómeno que estamos analizando. Pero no el único: en su cuento "Tema del traidor y del héroe", Borges menciona por ejemplo las Festspiele de Suiza, "vastas y errantes representaciones teatrales, que requieren miles de actores y que reiteran episodios históricos en las mismas ciudades y montañas donde ocurrieron". El gran escritor aventura en el relato una representación irlandesa del Julio Cesar utilizada para camuflar una operación política de castigo a un traidor. Y Richard Sennet refiere en "Carne y Piedra" las celebraciones revolucionarias francesas, puestas en escena por artistas como David y Quatremere de Quincy. Performances, situaciones y representaciones callejeras, que reafirman la vieja idea de la calle como teatro: en la sala que construyó para Vicenza, Palladio ya proponía distintos tipos de calles como otros tantos escenarios de representación.

 

Una especie de manifestación artística:

Quizás el ejemplo más claro de esta tendencia, y en buena medida precursor de la lucha contra la variante neoliberal de la globalización, es el grupo Reclaim the Streets (Recupera las calles), muy bien descripto por Naomi Klein en No Logo. Las acciones de RTS comenzaron en 1993, con la protesta por la desaparición de Claremont Road, una tranquila calle londinense, para permitir la ampliación de una autopista. Los activistas la ocuparon y la convirtieron en la calle más creativa y festiva de la ciudad hasta el momento de su destrucción en 1994.
Desde 1995 RTS organiza fiestas espontáneas en las calles más concurridas y las esquinas más importantes de Londres y de otras ciudades. El lugar del encuentro se mantiene en secreto hasta el día de la celebración, en que se difunde principalmente a través del correo electrónico. Antes de comenzar la fiesta, un camión con altoparlantes estaciona cerca del lugar, y entonces se finge un incidente de tránsito o cualquier excusa para cortar la calle. Al instante se levantan pancartas con consignas como "respire", "prohibidos los automóviles", "recuperemos más espacios", comienza a sonar la música y se desata una especie de carnaval con zancos, tambores, juegos infantiles, juegos de voleibol, piscinas inflables, lanzamiento de frisbees, etc. En una oportunidad, los militantes llegaron a perforar el pavimento y plantar arboles en el medio de una concurrida autopista londinense. Finalmente, sostienen "es en las calles donde el poder debe ser disuelto: porque las calles donde soportamos, sufrimos y nos desgastamos por la vida cotidiana, y donde el poder es enfrentado y resistido, deben ser transformadas en el lugar donde la vida cotidiana sea disfrutada, creada y nutrida".

RTS es una heterogénea e informal coalición que incluye DJ´s experimentales, militantes anticorporativos, cultores del New Age, ecologistas radicales, y todo un espectro de "subculturas opositoras que reivindican el derecho a disponer de espacios no colonizados para vivir y reunirse". Los militantes exigen ante todo una mayor cantidad de espacios no comercializados en las ciudades: RTS intenta, en definitiva, mostrar una visión alternativa de lo que podría ser la sociedad si se liberara del control del comercio. Según uno de sus miembros más destacados, no tratan de usar el arte con fines políticos, sino de transformarlo en un instrumento político práctico. RTS se autodefine como una desorganización participativa. Tal ambigüedad desconcierta a los propios policías, que muchas veces se encuentran descolocados ante el carácter del acontecimiento que enfrentan. En mayo de 1998, durante la primera fiesta global, un policía de Toronto decía a través de su radio: "esto no es una protesta, es una especie de manifestación artística". En otras ocasiones, los mismos policías colaboraron para colgar guirnaldas o colocar los equipos de sonido.

Según Klein, "las confrontaciones deliberadas de las fiestas callejeras reúnen la sinceridad previsible de la política con la ironía divertida del Pop" y "superan la concepción de la protesta política predecible en sus consignas y enfrentamientos".

RTS no es solo una protesta contra el automóvil, que es un símbolo de la pérdida de la calle como espacio social, sino una crítica más amplia de la sociedad, que aspira a recuperar espacios para el uso común. Sus activistas señalan la amarga paradoja implícita en que la publicidad se apropie, como lo hace, de la cultura de las calles. La misma cultura que la legalidad reprime al prohibir los conciertos alternativos y perseguir a los autores de graffitis, a los performers del arte urbano y a los mendigos (Manu Chao se queja de las administraciones que le piden que de conciertos gratis, pero luego echan a los músicos de la calle; en Buenos Aires, cadenas de comida a domicilio e insecticidas utilizan actores disfrazados, a la manera de los malabaristas que hacen su número en el período en rojo de los semáforos en las esquinas). El RTS no plantea una ideología antiurbana ni un escape de la ciudad (como los hippies que se instalaban en comunidades rurales o los yuppies que huyen a las urbanizaciones de la periferia), sino que "orienta el deseo de entretenimiento y de fiesta y lo canaliza, convirtiéndolo en un acto de desobediencia civil que también es un festival".
Ya en 1997 RTS había organizado fiestas en Sydney, Helsinki y Tel-Aviv. Sus activistas comenzaron entonces a mezclarse con otros movimientos de intereses similares, como por ejemplo las marchas ciclísticas
Critical Mass, comenzadas en San Francisco en 1992. Se trata de la concurrencia de miles de ciclistas a calles de mucho tránsito, formando una masa crítica que impide la circulación de automóviles. Ante las protestas, los militantes sostienen que "nosotros no interrumpimos el tránsito: somos el tránsito".
La alianza de todos estos movimientos confluyó en la primera fiesta global (16 de mayo de 1998), que tuvo especial suceso en Sydney. Según Klein, la fiesta australiana "no tuvo el auspicio de Levi´s, Revlon ni Pepsi, que hacen posible
Lilith Fair, pero fue un éxito, con mucho bullicio y frivolidad". Aunque en algunas ciudades derivó en incidentes, la fiesta callejera global "demostró que existe posibilidad de organizar una respuesta global a la pérdida de los espacios públicos, y recuperar esos espacios de manos de las marcas", que los ocupan con publicidad y operaciones de marketing.
Un año más tarde, el 18/6/99, se celebró la segunda fiesta global, en coincidencia con la reunión del G-8 en Colonia, Alemania. Resultó un verdadero "carnaval mundial contra el capitalismo, claramente dirigido contra el poder de las empresas". Se realizaron fiestas en zonas financieras, ante los edificios de las Bolsas, las grandes tiendas, los bancos y las sedes de las multinacionales, con eventos simultáneos en 70 ciudades distintas: Dacca, San Francisco, Montevideo, Madrid, Ginebra, Londres, etc. En muchas ciudades los operadores de bolsa y los banqueros usaron ropa informal para camuflarse entre los participantes sin ser identificados.

Simultáneamente, las sucesivas ediciones de los encuentros del G-8 y del Foro Económico Mundial en Davos y otras ciudades, fueron registrando un progresivo crecimiento de los grupos de resistencia al neoliberalismo y a la globalización económica. Tras los incidentes de Seattle, la lucha en las calles se fue haciendo cada vez más radicalizada y organizada, hasta que se produjo el incidente de Génova, que costó la vida a Carlo Giuliani en un episodio nunca bien aclarado. Pronto se hizo muy clara la conformación de los bloques antagónicos de Davos vs. Porto Alegre, ciudad brasileña donde comenzaron en el 2001 las reuniones del Foro Social Mundial.
La más reciente gran movilización internacional fue la realizada durante la reunión del G-8 en Florencia. En esta, como en general en todos los casos, y aun con sus diferencias internas, los distintos grupos que confluyen en estas manifestaciones coinciden en el carácter festivo de sus acciones, que registran una victoria moral sobre sus adversarios en su propia alegría callejera, contrastada con el encierro y anonimato que se autoinfligen los 8 gobernantes más poderosos del mundo, o los grandes empresarios del Foro Económico Mundial, para poder reunirse sin soportar las protestas de aquellos.
En Argentina, tras las jornadas de diciembre de 2001, aparentemente olvidados los cacerolazos y reducidas a su mínima expresión las asambleas barriales, los piquetes continúan siendo el mecanismo de protesta social más fuerte y con mayor presencia en las calles. Surgieron originalmente en las provincias de Salta y Neuquén, como consecuencia de la pérdida de puestos de trabajo originada por la privatización de YPF, la petrolera estatal: durante las protestas los desocupados cortan rutas para reclamar trabajo o asistencia social. En el área metropolitana de Buenos Aires, donde se registran pavorosos índices de desocupación, los piqueteros construyeron una forma alternativa de representación política de los barrios pobres, abandonados por la Unión Cívica Radical y explotados electoralmente por los caudillos peronistas. Los piqueteros fueron organizándose y pasaron a la consideración pública al comenzar sus mecanismos de corte de calles y accesos a la ciudad en reclamo de trabajo o subsidios de desocupación. La prensa conservadora o bienpensante los crítica por coartar el derecho a la libre circulación, en una verdad a medias que olvida la obvia imposibilidad de los desocupados de presionar y protestar mediante instrumentos más tradicionales, como una huelga. Esta prédica de la derecha, pero también la evidencia de actitudes clientelistas por parte de algunos grupos en el manejo de los subsidios por desocupación que están a su cargo, la casi infantil radicalización de algunos grupos, y obviamente los inconvenientes ocasionados a la vida cotidiana de la gente por los cortes de tránsito, está alejando cada vez más a los piqueteros de la consideración de la clase media (que hace algún tiempo los veía con cierta simpatía), en un capítulo más de los históricos desencuentros de los trabajadores argentinos. Los piqueteros han incorporado sin embargo un apreciable grado de organización y orgullo de clase entre sectores muy pobres, y también han aportado imágenes y actitudes de identidad cultural. No solo acompañando, sino también integrando los piquetes (incluso en los momentos de enfrentamiento con la policía) se encuentra a grupos musicales como Santa Revuelta, el colectivo teatral y musical Culebrón Timbal, el cantautor Abelardo Martín, el charanguista Rolando Goldman, el grupo de teatro Al borde, y muchos otros. La letra de "¡A la calle!", una chacarera de Santa Revuelta, dice por ejemplo "a la calle, laburante, ni lo espere al sindicato que el que anda de buche lleno tiene siesta para rato, a la calle, a la asamblea, con el barrio y jubilado por boludo ahora estoy pobre, y de estar pobre he despertado. la política y partidos me voy a poné' a estudiar no me empachan más con jingles cuando tenga que votar y que la tele y que la radio no mientan más lo que soy: ¡cacerola y piquetero y de la calle no me voy!".

 

Dancing in the streets:

En otras ocasiones, son los mismos municipios los que promueven celebraciones artísticas callejeras, tal como describe John Thackara en la nota sobre la decadencia de los edificios trofeo, que publicamos en este número. El director de Doors of Perception describe la tendencia de muchas administraciones, que están dejando atrás la búsqueda de edificios emblemáticos, y procuran en cambio la promoción de eventos artísticos participativos como forma de marketing urbano.

Son cada vez más frecuentes los grupos artísticos que incorporan la calle como un instrumento creativo. Proyectos como Dancing in the Streets y Shadow Casters, por ejemplo, reúnen una diversidad de medios para la "exploración creativa de distintas ciudades del mundo". Cada ciudad deviene así un territorio para "releer, remapear y resemantizar", tareas a cargo de un equipo internacional distinto en cada caso, constituido por profesionales de diversas generaciones y disciplinas. De esta forma cada ciudad constituye un proyecto Shadow Casters específico, y al unirse entre sí conforman una red.
Boris Bakal, Katarina Pejovic y Pina Siotto crearon la primera versión de Shadow Casters en Bolonia, Italia, en 2001 Luego siguieron otros eventos en Ljubljana (Eslovenia), Zagreb (Croacia), Belgrado (Yugoslavia) y Graz (Austria). Actualmente están en curso un proyecto para Nueva York, y contactos para las ciudades de Londres, Praga, Bruselas, Marsella y Seul. Shadow Casters New York es un proyecto bienal que comprende un workshop de preparación en julio de 2003, con la producción final prevista para 2004, en asociación con The Kitchen y el soporte técnico de la Columbia University Computer Music Center.
Para el workshop preparatorio fueron seleccionados 10 participantes (performers, artistas visuales y multimedia, escritores, diseñadores de Web, arquitectos, expertos de teoría de sistemas, músicos, historiadores del arte, bailarines, coreógrafos, fotógrafos, cineastas e investigadores interdisciplinarios internacionales) provenientes de dicha ciudad y de otras partes del mundo. Durante 16 días de workshop, los participantes explorarán la ciudad de Nueva York, sus aspectos y lugares más conocidos y aquellos menos notables, sus coordenadas espacio - temporales y la superposición de los distintos puntos de vista. Se utilizarán instrumentos tales como la Performance Urbana, Reciclaje de la realidad, Web Design, Registración y montaje de Video y Audio Digital, Mapeo interior y exterior, Dramaturgia Urbana, Dilatación de la Percepción, Hiperrelatos, Ejercicios de sombreo y chequeo de la realidad, Creación de Database y Organización de sistemas. La exploración se guiará a través de preguntas tales como: ¿En que modo la ciudad condiciona mi mundo interior? ¿Que significa y donde se coloca el límite entre lo público y lo privado? ¿Existe un sistema no manipulador? ¿Existe la libertad de elección? ¿Como crear una identidad colectiva sin standarizar las identidades individuales? ¿Cual es la relación entre libertad, individualidad y generalización?

Es interesante repasar la historia de uno de estos fenómenos callejeros de reciente data, el Love Parade de Berlín. Christine Lang (DJ berlinesa de vanguardia), en un reportaje aparecido en el diario argentino Página 12 el 15/9/02, califica como "carnavalesco" a esta megarave, que reúne cerca de un millón de personas en julio de cada año. El festival comenzó a realizarse en 1989, organizado por el DJ alemán Dr. Motte, y entonces sólo reunió a un centenar de personas. "Al principio", sostiene Lang, "la idea de sacar los clubes a la calle era interesante. Pero año tras año se fue transformando en un evento donde la música es lo menos importante. Ahora es sólo un evento publicitario. Para alguien que vive en Berlín, el Love Parade no tiene ningún interés".
En respuesta directa al Love Parade, Lang y otros músicos y DJ´s crearon el Fuck Parade, una "demostración política, multicultural y musicalmente heterogénea" que transcurre el mismo día en sitios secretos de Berlín. "La idea fue hacer algo en contra del Love Parade: un acontecimiento casi político, sin dinero, sin sponsor, sin nada". El Fuck Parade combina dos consignas: ganar la calle y revitalizar el sentido de lo público, y reivindicar un origen clandestino, casi ilegal, para la inspiración y la creación artística.
La disputa por los espacios también se vive en el terreno musical. "Mientras el tecno hegemoniza las bandejas de las decenas de dj que musicalizan el Love Parade, en el Fuck Parade tendencias disímiles conviven en una suerte de polifonía donde el reggae, el soul, el drum’n bass y el hip-hop dialogan entre sí. Los distintos clubes sacan su música a la calle y las tendencias son múltiples. Prima la diversidad que se nutre de las distintas culturas de inmigrantes", explica Lang. Según la nota "la última edición del Love Parade tuvo que tomar medidas drásticas para proteger la seguridad y la salud del colorido desfile de euforia danzante: contrataron cerca de 2 mil personas para acordonar los 260 mil metros cuadrados donde se despliega el carnaval electrónico". Sin embargo, luego de que la edición del ‘98 superara el piso del millón de asistentes y la municipalidad tuviera que desembolsar cerca de 330 mil marcos para reparar destrozos, "los ávidos ojos de la administración alemana no volverían a permitir que el desfile de marcos fluyera sólo hacia las arcas de la Deutsche Welle, encargada de televisar el evento. Y ya desde el ‘99 empezaron a forcejear con los organizadores, paradójicamente parapetados en un viejo edificio de la administración comunista, amenazándolos con prohibir el acto definitivamente". La prohibición gubernamental se basó en un debate "casi semiológico: durante casi diez años se discutió si el Love Parade era una manifestación política, aunque yo creo que nunca lo fue. Y recién en 2000 el gobierno se decidió a cambiar la palabra manifestación por evento. La lógica es sencilla: si se trata de una manifestación, el municipio no puede impedirla y debe hacerse cargo de la seguridad, la rehabilitación y la limpieza de las calles; si es un evento, en cambio, los propios organizadores son los que deben proveer estos servicios", explica Lang. Desde entonces, la rave empezó a financiarse con la lógica de un emprendimiento privado. Así, en la edición 2000, los organizadores debieron contribuir con más de 120 mil dólares para garantizar que Berlín amaneciera tan lustrosa como siempre. "Para nosotros el Fuck Parade es una manifestación, no un evento, y por tanto debe ser gratis y libre. Estamos absolutamente en contra de la privatización de los espacios por sponsors. Nadie va a pagar por nada. Por eso, ahora, nos transformaron en algo casi ilegal", cuenta Lang. En la edición del 2002 el Love Parade convocó a un millón de adolescentes (a un costo de un millón de euros), mientras que el Fuck Parade apenas pudo realizarse en algunas galerías de arte y clubes marginales en los confines de la ciudad, único lugar donde obtuvieron permiso. "Veremos qué pasa el año próximo. El reclamo sigue siendo que la calle sea pública", asegura Lang.

 

El encuentro entre el arte y lo político:

Bien mirada, esta confluencia sería la superposición de dos caras de la misma realidad: el carácter político del arte callejero, la política en las calles como representación estética, a la vez que materialización, del espacio colectivo - social. En el espacio mediático, se esfuman los límites entre representación y política, entre políticos y actores, entre periodismo y ficción. En el espacio urbano, el arte se politiza y la política se estetiza. En el fondo, la misma respuesta al abandono de la ciudad: los ricos y poderosos dejan las calles, los pobres, los contestatarios, los rebeldes, los artistas, las ocupan y reivindican. No es la reivindicación de un ilusorio orden perdido, es la afirmación de actores que proponen un cambio social.
Pero es oportuno prevenir cualquier posible mistificación de la calle: hablar de su "recuperación" trae connotaciones de una supuesta edad de oro, donde la calle habría sido el escenario de una suerte de esplendor democrático y de relaciones personales en libertad: ¿tiene esto algo que ver con las calles de las ejecuciones, de la represión, con la calle burguesa del paseo figurativo y la exclusión a los mal vestidos o a los desarrapados? La lectura de Richard Sennet (Carne y piedra - El cuerpo y la ciudad en la civilización occidental, Alianza Editorial), por ejemplo, aporta datos muy interesantes sobre la formación de la calle en una ciudad tan significativa, como París.
"La calle medieval de París", según Sennet, "no era ni más ni menos que el espacio que quedaba después que se hubieran construido los edificios". Estas calles, cuyos edificios tenían su origen en la afirmación agresiva de derechos, y cuyas porosas superficies y volúmenes estimulaban la competencia económica, también eran famosas por su violencia. En general, violencia entre pobres. Una de las causas principales era la bebida, cuya proliferación tenía un origen apremiante: la necesidad de calor corporal. "Debemos imaginar una calle caracterizada por formas de agresión diferentes pero discontinuas: una competencia económica deliberada y una violencia impulsiva no económica".
Sennet considera que el progreso de las calles comienza cuando a mediados del siglo XVIII se empieza a limpiar la basura de las calles y a drenar los hoyos y depresiones, a la vez que los pavimentos comienzan a aplanarse para impedir la acumulación de residuos y excrementos. "La imagen médica de la circulación vital dio un nuevo significado al movimiento barroco", asegura el sociólogo norteamericano. Ya no se trataba del viaje ceremonial hacia un objeto, sino de la celebración del movimiento en si. Urbanistas franceses como Christian Patte utilizaron la imagen de arterias y venas para justificar la disposición de calles de una sola dirección.
El diseño de la capital de los Estados Unidos, Washington DC, incorpora estas tendencias y las pone al servicio de un ideal republicano. Por la misma época Goethe caracteriza el nuevo espíritu de la calle: el filósofo alemán es uno de los primeros en señalar esa sensación urbana tan moderna de "sentirse solo y tranquilo en medio de la multitud y el ruido".
Sennet describe una de las funciones de la calle en gran parte de la historia de la humanidad, la de servir de escenario a las ejecuciones de convictos, y a las procesiones previas en que se paseaba al reo para su escarnio y para advertencia a la población. Tanto en el antiguo régimen como en la Revolución, estas procesiones tenían carácter festivo. Los reos marchaban desde la cárcel por una calle principal, en un promedio de dos horas de recorrido, acompañados de las burlas y la excitación de la masa (había incluso personajes de la nobleza que abandonaban sus palacios en las afueras para concurrir a presenciar las ejecuciones).

Casi como un antecedente de la tendencia que describimos en esta nota, "las calles parisinas estuvieron continuamente abarrotadas con manifestaciones populares durante los primeros años de la Revolución". En las mascaradas la gente se disfrazaba de sacerdote o aristócrata y se burlaba de los signos y atributos del antiguo régimen. Con el tiempo los lideres revolucionarios trataron de imponer cierta disciplina en estas manifestaciones, y así se crearon festividades formales con coreografías basadas en el cuerpo humano y la razón: "estos rituales a menudo terminaron apaciguando y neutralizando los cuerpos de los ciudadanos". Artistas como David y Quatremére de Quincy se hicieron cargo del ritual cívico en sustitución de los sacerdotes. Utilizaban la geografía de la ciudad y proponían estaciones o puntos simbólicos, y pausas, como las fiestas religiosas. Los organizadores deseaban educar a la multitud de cuerpos, y querían especialmente evitar el espontaneismo de las masas. "Estos festivales revelaron una perturbadora lección acerca de la libertad", sostiene Sennet. "La libertad que busca vencer la resistencia, abolir obstáculos, empezar de nuevo (la libertad concebida como un volumen puro y transparente) embota el cuerpo. La libertad que estimula el cuerpo lo hace aceptando la impureza, la dificultad y la obstrucción como parte de la propia experiencia de libertad. Los festivales de la Revolución Francesa constituyen un jalón en la historia de la civilización occidental, donde esta experiencia visceral de la libertad fue disipada en nombre de una mecánica del movimiento".
Si "la Ilustración imaginó individuos estimulados por el movimiento de la muchedumbre, el siglo XIX en cambio imaginó individuos protegidos por el movimiento de la muchedumbre". Regent Street, en Londres, introduce la idea de la calle de una sola función, donde lo importante es el movimiento longitudinal y no el posible contacto transversal. La presión del movimiento peatonal lineal hace imposible pararse y formar grupo para, por ejemplo, escuchar un discurso. Los Boulevares de Haussmann en París constituyen un verdadero muro de vehículos en movimiento, aunque también, con el ensanchamiento de las veredas, proporcionaron espacios para que el café se extendiera y con él sus usos urbanos y sociales.

La calle, ese edificio cuyo techo es el cielo (según Louis Khan), destruida por el urbanismo de la Carta de Atenas y el automóvil (según el Team X), ese espacio de relación social que describió Jane Jacobs, lleva en si una estimulante contradicción: es una vía para ir de un lugar a otro, pero es también un lugar donde quedarse, permanecer, encontrarse. Julio Ladizesky, arquitecto argentino, sostiene que las actitudes ciudadanas ante el espacio público varían de acuerdo al nivel socio económico de pertenencia:

    • Los sectores de ingresos altos no suelen utilizar el entorno de su vivienda y privilegian la fluidez circulatoria y el marco visual adecuado para la contemplación durante el viaje. Estos sectores proponen un espacio público para el paseo, "ordenado, bello, y vacío de actividades colectivas".
    • Los sectores medios utilizan las plazas, calles y centros barriales como espacio de expansión y paseo, diferenciado del espacio doméstico, pero apropiado como hábitat.
    • Los sectores de ingresos bajos tienden a usar el espacio público como una prolongación del ámbito doméstico. "Sus viviendas desbordan sobre el espacio colectivo, expulsados sus habitantes por el hacinamiento y la insalubridad del espacio interior . La comunidad es una estrategia para la supervivencia".

Para Ladizesky los espacios colectivos se definen por tres conceptos básicos: identidad, participación y apropiación. El mismo autor sintetiza en una frase la necesidad de una visión global del diseño de los espacios públicos, al señalar que "la cuestión, para los arquitectos, no consiste tanto en la adquisición de nuevos repertorios de proyecto, como en tomar conciencia del enorme valor que representa la integración social para la calidad de vida de la población".
El automóvil y una concepción unidimensional del tránsito urbano redujeron la calle a espacio de flujos. La expansión de los mass media la vació de su contenido social y comunicacional.
Pero la calle siempre vuelve, y hoy es escenario de nuevas situaciones, de nuevos reclamos, de nuevas representaciones. La cuestión en juego es una nueva redefinición de la calle, de lo público y de la experiencia artística. Como tantas veces en su historia, la calle se redefine y se resignifica.

MC

Sobre el cierre de esta edición de café de las ciudades, las calles de centenares de ciudades alrededor del mundo fueron escenario de la que hasta ahora es la manifestación global más grande de la historia: 30 millones de personas marchando contra la guerra, en muchos casos contra la propia opinión de sus gobernantes. A ellos, a sus ciudades y a sus calles va dedicado este número de nuestra revista.

La revista de la Sociedad Central de Arquitectos de Buenos Aires publica con frecuencia artículos de interés sobre la calle y el espacio público en general.

Una guía para organizar fiestas callejeras, en la página de Reclaim the Streets.(ir a how to?)

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Tendencias
Ganar la calle (II)
El fin de los edificios trofeo

Por John Thackara

english

Malas noticias para émulos de Frank Gehry: los edificios concebidos como espectáculo se convertirán muy pronto en elefantes blancos. Los alcaldes de muchas ciudades del mundo están buscando otras maneras de atraer la atención sobre su localidad, que no impliquen gastar enormes sumas de dinero en edificios trofeo diseñados por arquitectos "de marca".
Tres circunstancias están poniendo fin al boom de los edificios emblemáticos. La primera es la sobreoferta. La Bienal de Arquitectura de Venecia de 2002 mostró literalmente centenares de edificios grandes y glamorosos, que serán construidos en los próximos años. Pero precisamente por haber sido concebidos como espectáculos, estos edificios de firma han comenzado a contrarrestarse entre sí.
Les damos entonces el mismo status perceptual que a un afiche de Armani sobre una pared de Nueva York o Milán: los miramos, los juzgamos en un golpe de vista, y luego nos vamos. Esto no es un retorno adecuado para el tiempo, trabajo y dinero invertidos en generar estos edificios totémicos.
Segunda circunstancia: los edificios concebidos como destino turístico son difíciles de sostener en términos de negocios. Los turistas que recorren las ciudades raramente vuelven a visitar, por ejemplo, el Guggenheim de Bilbao, donde el número de concurrentes está declinando. El Reino Unido está inundado de edificios culturales emblemáticos - concebidos políticamente como símbolos grandes y costosos, y pagados con dinero de la lotería - que parecen condenados a dejar de ser negocio una vez que se agotó su novedad.
La tercera circunstancia es la emergencia de la "sociabilidad" y lo "vivible" como nuevos criterios para el diseño urbano. Los franceses - que con sus Grandes Proyectos inventaron la locura de los edificios trofeo- ahora caminan en otra dirección, hacia el desarrollo de eventos vivos y participativos como modo de agregar valor a un lugar.
La región de
Provence-Aples-Cote d'Azur, que se describe como la "tierra de los festivales", publicó un catálogo de 194 páginas con una lista de más de 300 eventos y festivales. Estos varían desde land art y arborescencia, música antigua y halconería, a festivales de humor, ritmo y fanfarria.

Los festivales culturales de tipo formal han tenido éxito en Francia durante años, pero la nueva sensación son las artes de la calle (arts de la rue). El arte callejero y las performances se han vuelto tan populares, que festivales sobre el tema son ahora presentados cada verano en Chalon-sur-Soane y Aurillac. Estos eventos, que ofrecen al mismo tiempo teatro callejero , circo, música y danza, han generado sucesos bien conocidos, tales como Royale Luxe, Iltopie, y Generik Vapeur.
Fue muy sorprendente que el pasado verano, el propio Ministro de Cultura francés, usualmente el epítome de la alta (por no decir costosa) cultura, asistió al evento de Chalon por primera vez. Y una asociación profesional por el arte en las calles ha sido formada para representar a los artistas y productores, y a los organizadores de festivales.
Jean-Marie Songy, director del festival de Aurillac, dice que estos eventos ejemplifican lo que el llama "ciudad abierta, el ideal utópico de la ciudad como un escenario abierto que sostiene la libertad de expresión"

Algunos artistas tienen miradas contradictorias sobre esta creciente atención de la que son objeto. Caty Avram, fundadora de Generik Vapeur, advierte que "estos festivales son indispensables para reunir a los artistas y a los programadores, pero debemos tener cuidado de que nuestras intervenciones callejeras no se conviertan en espectáculos observados por un publico pasivo. Deberíamos estar siempre buscando nuevas localizaciones, y gente no acostumbrada a nuestra clase de actos". Olivier Brie, director de Art Point M, coincide con ella: "hay dos riesgos verdaderos para un festival como Chalon: la lluvia, y los espectadores que pagan" (Le Monde 20/7/02). "Los artistas de la calle recelan, ciertamente, de los espectáculos pasivos", confirma Catherine Lemaire, directora de la dinámica agencia Eurekart."La tendencia es apartarse de las performances muy elaboradas en búsqueda de interacciones más pequeñas e intimas. El pensamiento actual es que cada espectador puede ser también un artista".
Lemaire sostiene que el teatro callejero se esta haciendo menos agresivo y provocativo. "Los artistas parecen menos confrontativos y más humanos: estamos viendo eventos más pequeños e íntimos, y la aparición de elencos unipersonales o de dos o tres personas, en contraste a los 15 o 20 que veíamos hace uno o dos años. Actualmente no es extraño para un artista provocar una interacción con una sola persona en la calle". Otra tendencia que señala Lemaire, es que el arte de la calle está buscando nuevos tipos de localizaciones: "Los artistas dejan las galerías de la plaza principal, y prefieren los lugares de trabajo, el centro comercial o
la fábrica". Cada noviembre, Lemaire organiza un equivalente del Festival de Cine de Cannes en Montpellier: Label Rue, que reúne una selección de artistas y comisionados de eventos de toda Francia. Lemaire, que ha realizado eventos artísticos callejeros en docenas de ciudades de Francia, España e Italia, selecciona alrededor de 40 actos e invita a los programadores de festivales y a la gente de la ciudad para venir a verlos. Los artistas hacen sus números en estacionamientos, cafés al aire libre y en las mismas calles de Montpellier. Hay música de todas clases (jazz, tambores de lata, fanfarria marroquí, gritos "yeti"), artistas de grafitti, lanzallamas, y un escultor, Patrick Lefevre, que toca el saxofón en el tope de una pirámide de 15 metros de alto que el mismo construye.

JT

John Thackara es inglés, ex chofer de ómnibus, graduado en filosofía en Kent, periodista, escritor, director y "primer Perceptron" del sitio holandés Doors of Perception, experto en diseño e innovación, e integrante de grupos de asesoramiento a la Comunidad Europea y el gobierno de Holanda.

Publicado originalmente en Doors of Perception.

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Proyectos de las ciudades
Conexiones vivientes en Brescia
Metrogramma y una propuesta integradora y contemporánea para la ciudad lombarda.


A fines de año pasado se realizaron dos concursos internacionales por invitación para el desarrollo de un centro comercial y un edificio en torre en el Comparto Milano, un área antiguamente industrial de la ciudad italiana de
Brescia, en la Lombardia. El premio para dicho proyecto correspondió al estudio londinense Btp, a cargo de Jim Duffy con colaboración de Pier Paolo Maggiora. En otra sección del concurso se cotejaron ideas acerca de dos torres, de uso terciario y residencial, y en este caso el primer premio fue obtenido por el estudio milanés Metrogramma, que también había obtenido el segundo premio para el centro comercial.
La sociedad Basileus, propietaria del terreno de 52.000 metros cuadrados, seleccionó los 12 finalistas del concurso entre un total de 60 inscriptos (30 de los cuales recibieron una paga por el solo hecho de ser admitidos para presentar una propuesta inicial). El jurado para la etapa final estuvo integrado por 7 miembros, 4 de la empresa promotora, uno de la Orden de Arquitectos, uno por la Ciudad y uno por la Región Lombarda (dado que el área tiene un interés que trasciende lo local).
La operación urbana estará a cargo de un grupo portugués, SONAE, que ha adquirido el área a Basileus con una cláusula condicional que liga el contrato a la posibilidad efectiva de realizar el centro comercial.

 

Conexiones vivientes

Por Andrea Boschetti, con la colaboración de Marco Baccarelli.

italiano

El interés de Metrogramma por las problemáticas del espacio urbano y, en general, del territorio contemporáneo, encuentra en el proyecto para el Comparto Milano en Brescia una oportunidad importante de confrontación directa y concreta. El constante ejercicio de lectura critica de los territorios, llevado adelante por Metrogramma en sus búsquedas proyectuales, se dirige a indagar fenómenos y modalidades de las actuales transformaciones, y a declinar algunas propuestas posibles en mérito a cuestiones hoy cruciales de la contemporaneidad.
Una de esas cuestiones cruciales está constituida, ciertamente, por la búsqueda de identidad y de nuevos significados para la ciudad de hoy.
Es evidente que la realidad cotidiana propone en general espacios para atravesar, más que lugares para habitar; que los episodios construidos representan con frecuencia "fragmentos" indiferentes uno al otro, cuando no directamente en disonancia. Esto conlleva la perdida de identidad de la ciudad y sus arquitecturas, que resultan demasiadas veces autoreferenciales y poco críticas en la confrontación con los contextos en los cuales se insertan. Además, la ausencia de una forma reconocible, y por lo tanto de límites precisos, enfatiza este aspecto de los territorios contemporáneos. Tampoco Brescia se aparta de estas consideraciones generales.
Una realidad urbana, la de Brescia, que se presenta en modo emblemático como una ciudad dispersa , "fractal"; así la ha descripto hace algún tiempo Bernardo Secchi en el documento del Plan : "está constituida de episodios desligados y autoreferenciales. Es una ciudad constituida de eventualidades urbanas, fruto de un desarrollo descontrolado ligado sustancialmente al interés privado en el corto plazo, que prescinde de una programación estratégica global ".
El área objeto del concurso nos ha parecido desde el principio como la copia al "negativo" del tejido denso y compacto de la ciudad histórica. Si en la segunda los vacíos y los espacios emergen en los hechos como intersticios y horadaciones, en el área del Comparto Milano aquellos estructuran en cambio en modo inequívoco el parcelamiento del terreno donde los bloques construidos (por su gran escala) aparecen en forma de fragmentos. Hemos querido mantener esta característica, salvaguardarla y hacerla devenir el tema conceptual a escala urbana de nuestro trabajo. Nuestro trabajo proyectual ha tenido como objetivo aquel de interactuar con tal sintaxis estratégica. El proyecto urbano de conjunto que hemos propuesto, así al menos creemos, no contrapone entonces los fragmentos de ciudad (aquel del área histórica y el del área del concurso), sino más bien intenta hacerlos interactuar interpretándolos como sistemas complementarios de una única idea contemporánea de ciudad.

Para lograrlo se ha puesto el acento sobre el rol de los espacios abiertos y sobre las conexiones con los fragmentos limítrofes de ciudad; en general, hemos puesto mucha atención proyectual a los grandes espacios colectivos presentes y previstos en el área objeto del concurso. Los mismos edificios, esto es las tres torres y el centro comercial del proyecto, han sido concebidos como "conexiones vivientes", puntos nodales de un sistema en red de movimientos peatonales, ciclísticos y carreteros. En efecto, hemos buscado fuertemente un proyecto urbano que estuviese en condiciones de responder, por una parte, a un programa dado, y por la otra, que fuera capaz de contribuir activamente a la optimización circulatoria al interior y al exterior del área de proyecto. En particular nos hemos preocupado de diseñar la relación entre el centro histórico, la estación ferroviaria y el nuevo "mall" comercial y administrativo.
Todo el área objeto de transformación, y en particular el gran "mall comercial" se inserta como una charnela entre el centro histórico de Brescia y la periferia. En una visión a gran escala, el área se ubica en la inmediata adyacencia del gran anillo viario localizado sobre la huella de las viejas murallas. Las tres torres y el centro comercial devienen así también la puerta principal de acceso a Brescia para quien arriba del Este. El proyecto urbano mismo, leído en su conjunto, puede ser considerado entonces como una "conexión viva", fuera de escala.
La gran estructura comercial está constituida por un programa funcional complejo que comprende el centro comercial verdadero y propio, un cine multisala, un supermercado y lugares de descanso; ocupa un área de dimensiones análogas (si bien pensada como un único gran edificio) a aquellas de un macro-lote tradicional de la ciudad de Brescia, y anticipa el cambio de escala de la parte Oeste de la ciudad.

El mall comercial ha sido concebido, en efecto, como un elemento polar, no como un banal contenedor de funciones; un lugar dinámico y vivo, denso inclusive en contradicciones y discordancias. Una ciudad dentro de la ciudad con una vida introvertida (caracterizada incluso por espacios colectivos en su interior) pero, al mismo tiempo, con una fuerte permeabilidad hacia el exterior. Una oportuna articulación, en efecto, de los diversos flujos de tráfico, como ha sido anticipado en las bases, garantiza las ligazones con el mundo de afuera: recorridos en altura, plazas suspendidas, puentes, estacionamientos a distintas alturas.
Las torres, destinadas a residencia y oficinas, han sido proyectadas como emblemas y símbolos de la contemporaneidad. Proponen un programa dinámico y flexible y al mismo tiempo muy preciso en la articulación de los espacios internos. Técnicamente son edificios muy simples y ya pensados en relación a as normas de seguridad antisísmica.
Volúmenes en transformación, tanto en planta como en sección. Las fachadas han sido pensadas como películas que registran estas mutaciones, casi como radiografías de las dinámicas internas. Sin embargo su aspecto remite a una sustancial materialidad y monumentalidad. Luces y sombras devienen sin embargo los elementos principales a través de los cuales se manifiesta su forma total.
El fin, el carácter del proyecto urbano en su conjunto quiere explícitamente enunciar una deuda con la tradición del moderno, sea en términos de referencias, o como "hecho urbano" crítico al interior de la ciudad de Brescia.

AB

Datos del Proyecto:

Concurso Internacional de proyecto en dos fases para las intervenciones del Centro Comercial, de la torre 18 y de las torres 11 y 15 en el área Comparto Milano". Vencedores del primer premio para las torres 11 y 15 y del segundo premio para el centro comercial y torre 18: METROGRAMMA (Milán) con la colaboración del estudio de ingeniería GREGORELLI (Brescia)

Metrogramma:
Arq. Andrea Boschetti
Arq. Alberto Francini
Colaboradores: Arq. Soik Jung (jefe de proyecto), Arq. Enzo Fontana, Marco Baccarelli, Chiara Nifosì, Arq. Maria Cucchi.

con Studio Gregorelli: Ing. Ettore Gregorelli
Colaboradores: Ing. Maurizio Cominacini, Ing. Marco Gregorelli, Ing. Alessandro Menegon, Geom. Francesco Serena

 

Acerca de Brescia:

Brescia está situada en la llanura del Po (la "pianura padana"), al pie de los relieves prealpinos. La colina dei Ronchi y el río Mella señalan respectivamente los limites este y oeste de la ciudad. Esta ubicada sobre la linea ferroviaria y carretera entre Milán (ciudad de la que la separan 88 kilómetros) y Venecia. Al sur de la ciudad se inicia la autopista hacia Cremona y Piacenza. Es un cruce estratégico de circulación que permite seguir viaje hacia el Norte a Val Trompia, Lago d'Iseo, Valcamonica, al oeste a Bergamo y Milán, al sur a Cremona y Parma (100 kilómetros), y al este a Mantua, Verona (68 kilómetros), Lago di Garda, Trento y Valsabbia. La superficie de la ciudad es de 89,78 km2, y se encuentra a una altura de entre 104 y 875 metros sobre el nivel del mar. Tiene un total de 215.156 habitantes.

El origen de la ciudad se remonta a la época de los ligures: el nombre se supone procede de un vocablo céltico que significa "monte". Los romanos se apoderaron de Brescia en una de sus campañas alpinas, aprovechando las disensiones entre las distintas tribus galas. En 49 AC Julio Cesar la convirtió en Municipio romano y le dio la ciudadanía a sus habitantes (y en general a todas las regiones allende el Po).

Atila la devastó en 452, incendiando toda la parte alta de la ciudad. Tras siglos de barbarie, los longobardos consiguieron estabilizar la región. Brescia fue sucesivamente territorio carolingio, parte de las luchas entre ciudades lombardas, señorío de los Visconti y los Malatesta, dominada por Venecia entre el siglo XV y el XVII, disputada por franceses y austríacos durante la era de Napoleón, y baluarte de la lucha independentista durante el Risorgimento y el reino de Italia.

Brescia concentra una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas y secunda a Milán como polo productivo y financiero. La Standard & Poor´s,en su clasificación de ciudades, le asigna la doble A, lo cual la coloca en el nivel de Bolonia, Florencia, Milán y Venecia, y de algunas de las ciudades más desarrolladas del mundo en cuanto a "capacidad de honrar el pago de intereses y capitales". La propia administración comunal es puesta al nivel de las principales instituciones de seguros y crédito de la República. Se considera para ello "una economía floreciente y en crecimiento, los sólidos resultados del balance y el bajo nivel de deuda financiera".

La ciudad forma parte de la más grande de las provincias lombardas, un territorio que se precia de su gran variedad de paisajes: la llanura del Po, las colinas entorno a los lagos, las montañas alpinas. La floreciente economía de la región se basa especialmente en la industria metalmecánica, la agricultura y el sector zootécnico, la actividad cultural, la gastronomía y el turismo.

Brescia ha implementado una importante red de ciclovías que busca reducir la demanda del tránsito automotor, y las ha provisto de eficaces complementos, como sus cruces ciclísticos semaforizados. Una campaña publicitaria muy fuerte promueve el uso de la bicicleta con consignas como "vayamos en bicicleta al estadio", para ver al equipo local que actualmente juega en la Serie A del calcio italiano.

En la página de la Comuna de Brescia se puede acceder al Plan Regulador (aprobado en septiembre de 2002), a un mapa y a un tour virtual por la ciudad.

Ver una reseña de la historia de Brescia.

Acerca de Metrogramma:

METROGRAMMA fue fundado en Milán en 1999, como estudio de arquitectura y urbanismo, y tiene también una sede en Bolzano. El estudio, dirigido por Andrea Boschetti y Alberto Francini, explora los caracteres "evolutivos" del proyecto de arquitectura y urbanismo para la ciudad contemporánea, para lo cual pone las actividades de experimentación e investigación al mismo nivel que los encargos de obras y proyectos. Dicho trabajo está orientado a profundizar sobre los procesos de urbanización, y en especial el fenómeno de la densidad, en las dos formas más manifiestas en la ciudad contemporánea: dispersión y concentración.
Entre estos estudios e investigaciones se destacan la presentación en la Bienal de Venecia de 2000 con la instalación "futuramay2k", en conjunto con un grupo de jóvenes proyectistas; la presentación en el seminario científico de Europan7, en Oslo, de un trabajo metaproyectual sobre densidad y desarrollo urbano; la presentación en el festival Architettura in video 2002 de una investigación conceptual sobre Florencia (en particular sobre el potencial de reutilización de algunas áreas ocupadas actualmente por equipamientos ferroviarios para crear un nuevo Anillo Parque de Florencia), y la elaboración de un plan estratégico para el desarrollo de las áreas productivas de Bolzano, en colaboración con la Comuna y la Asociación de Artesanos.
Metrogramma ha obtenido premios en diversos concursos nacionales e internacionales, destacándose el primer premio para el centro de servicios Calliano TN (Bolzano), el primer premio en el concurso para 3 galpones industriales (Bolzano) y el segundo premio para la nueva plaza de Scandicci.
Andrea Boschetti (Bolzano, 1969), estudió arquitectura en Venecia y Barcelona. Trabajó en Rotterdam con Rem Koolhaas y en Italia con Bernardo Secchi. Estudia un tiempo en la Universidad de Columbia en Nueva York, y en 2001 se doctora en Investigación Urbanística en Venecia.
Alberto Francini (Florencia, 1969), tras estudiar en su ciudad natal, trabaja durante un tiempo en los Estados Unidos con Giuliano Fiorenzuoli, y en Italia con Massimiliano Fuksas.

En una charla personal, Andrea Boschetti me dijo que en su opinión, el trabajo urbanístico es la etapa de madurez de cualquier arquitecto. Esto es particularmente claro en el trabajo de Metrogramma, en especial por la calidad que han logrado al relacionar la arquitectura como disciplina de la forma y el paisaje, y el urbanismo como práctica científica de planificación, fundado en datos, estadísticas y proyecciones.
En su investigación sobre las posibilidades de crecimiento de Bolzano, proponen un salto de calidad sobre la banalidad de los "proyectos emblemáticos" y el marketing urbano, como así también de la abstracción característica de ciertos trabajos de planificación escudados en reportes numéricos y sociológicos. En el proyecto de Bolzano, parece especialmente acertada la caracterización del territorio como un único continente que alberga 4 instancias reconocibles de análisis de la ciudad (incluyendo la "agrociudad").
En el mejor sentido de la palabra, sus propuestas están caracterizadas por dos gestos de "humildad":

    • La explícita enumeración de antecedentes de sus propuestas, con una idea de construcción colectiva (pero no anónima) de la ciudad y de la disciplina urbanística.
    • El deliberado carácter inconcluso, no formalizado, de sus imágenes, no por una evasión del compromiso del proyectista sino por ese reconocimiento del carácter colectivo de la creación de la ciudad. Esto es evidente en las 4 hipótesis de densificación de Bolzano, en el anillo de Florencia y en las "conexiones vivientes" de Brescia. Esta actitud proyectual abierta permite, como es explícito en el caso de Bolzano, organizar nuevas maneras de participación civil en el diseño y la gestión de la ciudad.

MC

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Cultura de las ciudades
Muralla para una ciudad
Un viaje al origen de las ciudades, en la pintura de Juan Fontana


Los griegos tuvieron titanes antes que dioses: eran las fuerzas de la naturaleza, incontrolables, irracionales. Como dice Ulises sobre los Cíclopes, eran gigantes sin ciudad ("no tienen un ágora donde cambiar pareceres, y carecen de leyes"). La rebelión de Zeus, el hijo del tiempo, termina con esa era de Caos y establece la dinastía del Olimpo, sospechosamente similar a la especie humana en sus grandezas y miserias, en la razón y en los caprichos.
En la serie de pinturas de Juan Fontana sobre la muralla en las ciudades (expuesta recientemente en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires), es clara la dicotomía entre el territorio, presentado como una base neutra e indiferenciada, y las ciudades, que aparecen en su grado más puro. Son ciudades ideales de la razón (Palmanova, Christianopolis) o bien ciudades históricas y reales, pero presentadas en su estado fundacional, frágiles asentamientos sin el desarrollo de su historia. Barcelona, Buenos Aires, Nueva York, Roma, o en realidad sus embriones (la "Roma quadrata", la Barcelona de la Ciudadela, los estratégicos puertos de la colonización americana...) se destacan en el rincón inferior derecho del cuadro, aquel que según Kandinsky concentra la atención más destacada del espectador.
Fontana lee en cambio el territorio como un fondo grisáceo, blanco en su resultado visual, donde apenas se insinúan los grandes trazos de la geografía, el catastro y la vialidad (en una muestra anterior en el Museo de Bellas Artes, Fontana jugaba con los matices del blanco en composiciones abstractas). E inserta una extraña y surrealista muralla que no defiende nada, que solo separa dos franjas del territorio en blanco, y que enlaza todos los cuadros en la amplitud de la sala. Una figura direccional, compuesta de dos aparentes muros contenedores entre los que corre una especie de lava o yacimiento geológico, colorido y brutal. Quizás indiferente a las ciudades, o quizás una amenaza que las aplastará.
La muralla es aquella de Kafka, inaccesible, inconcebible, donde por su estrategia de construcción "quedaron numerosos claros que solo se llenaron poco a poco, con lentitud, algunos solo después de haberse ya proclamado la construcción de la muralla. Mas aún: se dice que hay huecos que no se llenaron en absoluto". Las referencias urbanas de Fontana contradicen aquella paradoja kafkiana: esas ciudades que emergen del territorio "vacío", casi con una impronta sexual sobre una piel indiferenciada, crecieron y se transformaron en faros para la acción humana. Aunque por cierto, como La Muralla China, nunca se completan. Fontana le dedica una muralla al escritor de Praga, una muralla laberíntica y pesimista, bien distinta a la que ubica en las periferias de sus ciudades. Mercedes Casanegra, en el folleto que presenta la muestra, se pregunta "¿cual es hoy la noción de muralla relacionada a la ciudad? Ya no es la de una localidad protegida de fuerzas eternas, como hace siglos, ya que hoy los sitios amurallados son más bien suburbanos".
Sobre el fondo de la sala, una serie de composiciones sobre madera componen una imagen totalizadora de la cuenca del Río de la Plata, con su monstruosa Buenos Aires y las manchitas de los poblados uruguayos sobre la banda oriental. Los bancos de arena en el río brillan, y en la pared opuesta, y con técnica similar, sigue discurriendo la muralla, ajena a los sufrimientos y anhelos humanos.
Unos bellos dibujos sobre hojas de cuaderno exploran con mayor detenimiento los sustratos geológicos y las intervenciones humanas sobre ese territorio original. Una relación que siempre interesó a Fontana, como se ve en las imágenes del sitio donde se emplazaría Buenos Aires en el muy buen libro de Juan Molina y Vedia, "Mi Buenos Aires herido": la barranca, la inmensa llanura, los afluentes meandrosos del Plata y el eterno río, que un día invadirán las islas del Delta.
Sobre el territorio aparentemente neutro de los cuadros de Fontana se desarrolla una extraña lucha entre la fuerza caótica de la naturaleza y el orden racional de las ciudades. Tan ideal en Palmanova como en las ciudades reales, memorables y entrañables que el artista explora con ternura y rigor, arribando a la madurez de su trabajo creativo.

MC

Ver la página del Centro Cultural Recoleta, un lugar para experiencias artísticas estimulantes y originales en el barrio más elegante de Buenos Aires.

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Lugares
Palermo u otra manera de tomar café

La historia de la ciudad acecha en cada edificio y el turista no la consigue desvelar.

Por Josep Alías y Mariona Tomás
(a Totò, a Raffa, y "lo" que viene)

catalán

Totò dice que "Il caffè si prende bestemmiando per la fretta, perchè la tazzina è troppo calda, perchè è amaro, perchè è forte, perchè è sempre troppo poco e per questo ha il gusto delle cose fugaci!!!!".

Palermo, al igual que la Atlántida, en algún momento de su historia decidió sumergirse. Pero en lugar del océano, Palermo eligió la decadencia y ocultó su belleza sólo para aquel que es capaz de ver a través de los andamios que cubren los palacios, y para aquel que es capaz de descifrar las filigranas decorativas góticas, neoclásicas,..., de todos los estilos incrustadas en las torturadas fachadas. La historia de la ciudad acecha en cada edificio y el turista, demasiado ocupado en ahuyentar los cientos de historias sobre la ciudad y la isla que le explicaron antes de viajar, no la consigue desvelar. O ¿serán los mercados, verdaderos zocos que llenan el ambiente de olores y palabras que pretenden atraer toda nuestra atención, los que saturan los sentidos para que no puedas ver más allá? Debe tratarse de una conspiración. Todos los tenderos del mercado de la Vucciria (que ha dado lugar a la expresión "fare vucciria" como sinónimo de "alboroto"), se han aliado para que deambules con la boca abierta.

Palermo se extiende a lo largo del mar, arropada por grandes montes y construida por fenicios, bizantinos, romanos, judíos, árabes, catalanes, franceses, mahgrebíes,... Todos ellos han sido palermitanos alguna vez. Todos ellos han dejado su huella en el centro de la ciudad, en el que se encuentran sugerentes contrastes. La Kalsa, uno de los barrios de origen árabe, es quizás el más idóneo para observar las divergencias entre los intentos de potenciar la rehabilitación de un centro histórico destrozado por las bombas de una guerra que pasó por la isla hace cincuenta años, los terremotos y el abandono, y las nuevas políticas populistas que potencian la especulación.

El ritmo de la ciudad está marcado por dos elementos: el tráfico, que se rige por un lenguaje pseudoreligioso sólo comprensible y expresado para el que conoce y acepta entrar en el duelo y rendir culto a la "macchina"; y por la manera de entender la vida de sus habitantes. Sí, Palermo es una ciudad de Italia, ya lo sabemos, pero hay algo más. Los palermitanos son italianos con algo más. Con un plus de picardía, de sabios de la buena vida y de calidez, que ha quedado mitificado a través del gatopardismo, del cual rehuyen muchos de los palermitanos.

En ésta ciudad, sólo el espacio público protegido tras las rejas se salva de la invasión del coche. Hermosas villas y plazas guardan entre verjas espectaculares jardines: Villa Garibaldi en Piazza Marina, el Jardín Botánico... Si bien toda la ciudad, y en especial el centro, está salpicado de espacios que podríamos identificar como plazas, la falta de símbolos propios de estas (bancos y árboles) nos podría indicar que estamos en medio de un aparcamiento. Pero no. Estamos en una plaza llena de coches, entre los cuales la gente se relaciona. Y ¿qué es el espacio público sino un lugar que genera relaciones entre personas?

Vale la pena perderse por las calles del mercado del Capo y ver salir de la decrépita villa al viejo aristócrata que se hace camino entre los niños de origen albanés que juegan por la calle. Hacia el oeste, la ciudad se encuentra con el ensanche del novecento que traslada la ciudad hacia el corazón de Europa, salpicado de imponentes moles promovidas por ese gran "arquitecto" de los 20 y los 30, conocido como el Duce, y que ha iluminado a tantos arquitectos actuales de todo el mundo.

Palermo u otra manera de tomar el café: se degusta de pie, se cruzan unas palabras y uno se queda con la sensación de que el ritmo de nuestras vidas no nos deja suficiente tiempo para saborearlo.

JA y MT

Palermo, capital de Sicilia, recibió su nombre de los navegantes fenicios: "panormos" (puerto). Fue muy prospera durante la época romana, y especialmente durante las dominaciones árabe (algunos la comparan con Córdoba y El Cairo) y normanda, de cuyo reino este llegó a ser capital. El sector norte de la ciudad alberga monumentos religiosos y civiles de aquellas dos culturas. La Plaza de la Victoria es el centro civil y religioso de Palermo. De la Porta Nuova (construida en 1583 para la visita del monarca Carlos V) nace la avenida Victor Manuel, construida sobre una antigua ruta fenicia que cruza el centro de Palermo, atraviesa varios palacios e iglesias hasta llegar a los Quattro Canti (una pequeña plaza que divide los cuatro barrios, o mandamenti, de Palermo) y desemboca en el mar. Sobre las ruinas de una fortaleza romana, los árabes construyeron en el siglo XI el Palazzo dei Normanni, y detrás está la Capella Palatina. El barrio de Kalsa fue construido por los musulmanes como sede de los poderes civiles y militares. Durante la época normanda, estos barrios fueron habitados por marinos y pescadores, y ese ambiente sobrevive aun en sitios descritos en esta nota, como el mercado de la Vucciria. Palermo tiene uno de los Museos de la Marioneta más completos del mundo, ya que Sicilia tiene una añeja tradición de títeres desde la época de Carlo Magno. Se ubica en la Plaza Marina, el centro donde se concentran los principales edificios civiles y religiosos. El centro de esta plaza lo ocupa la Fontana Pretoria, realizada entre 1552 y 1555.. Debido a que las estatuas se encuentran completamente desnudas, se le conoce también como la "fuente de la vergüenza".

"Por primera vez desde la unificación italiana", según las autoridades comunales, Palermo ha elaborado un Plan Regulador que bloquea la expansión de la construcción especulativa (origen de un asentamiento urbano congestionado y contaminado) y promueve en cambio servicios y lugares para la comunidad. El Plan propone un programa de descentralización con siete municipios metropolitanos: Libertà-Montepellegrino, Monte Gallo, Colli, Monte Cuccio, Oreto, Mare Dolce, Messina Marine, y el Centro Histórico, con una población total de 700.000 habitantes.
El plan establece cinco tipologías en el sistema del verde urbano: arbolado callejero, canteros y jardines de barrio; jardines históricos; parques urbanos; áreas agrícolas, ámbitos paisajísticos colinares y reservas naturales orientadas. Se considera posible reutilizar ciertas áreas que han cesado en sus funciones de servicio: industrias químicas y otras, cuarteles, estaciones ferroviarias, cárceles, manicomios. El Plan procura un escenario de movilidad con disminución del tránsito automotor y potenciamiento del transporte ferroviario, además de una política de descentralización comunal que disminuya la necesidad de realizar viajes. Se identifican áreas productivas y la Administración se impone la tarea de ofrecer oportunidades de inserción para nuevas actividades turísticas.

El Plan considera que la periferia también puede ser transformada en ciudad, aprovechando la abundancia de elementos calificadores, no solo en el centro histórico sino también en la campaña. Se promueve una "nueva ciudad metrópolis, formada de centros y ambientes, antídoto a la homogeneidad periférica: una ciudad de ciudades".

El Plan Regulador y otras informaciones sobre Palermo, en la página de la Comuna.

Ver un amigable mapa digital de Palermo.

 

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La mirada del flanneur
Sexo y Muerte en Santiago
ILa única promesa de verdadero "descanso" sería, en consecuencia, otra ciudad.

Por Ana María Alvarez R.

Santiago, invierno, abre la reja, sale de su casa. Ese día: la muerte. El color del cielo suscita en su mente multiplicidad de pensamientos e imágenes, telón de fondo de una idea negra. Sube a la micro, paga el pasaje, recibe el boleto, avanza. La temperatura ambiente le brinda la sensación de un estado donde la tibieza se pierde sin retorno: ¿A dónde va el alma mientras el pelo sigue creciendo?. El que enterramos ¿se habrá transformado ya en un esqueleto? ¿Todas las personas demorarán lo mismo en volverse huesos? Y a mí ¿Cuánto me queda? Dicen que no es sólo el pelo, también las uñas, las de las manos, de los pies…
Por especial encargo de la empresa arrrrgentina Quiyalles, vengo a ofrecerleeees este maravilloso producto... Un quitamanchas. El vendedor prueba su eficacia echándose sobre la camisa restos de grasa que coge de la puerta del bus, la de atrás. Esa, que se abre y se cierra con brusquedad. Derrama un helado, revienta un lápiz de tinta roja, lo esparce sobre la tela. Quiere, como sea, reforzar la calidad de lo que oferta. Recuerda los manteles de algodón repletos de manchas de vino a punto de enmohecer en el fondo del baúl de su cuarto. Lo compra. ¿Y la muerte? La noche del viernes se le rompió el preservativo. La muchacha: una desconocida. Comienzo de la letanía auto flagelante ¿Y si me lo contagió? Una brusca frenada, lo rescata. Por la avenida, desciende una ambulancia. Recuerda los dolores de vientre que su ulular le provocan desde niño. Rancagua esquina Bustamante, un nombre: Gustitorico@.com, así se llama la botillería. Abierta toda la noche. No puede recordar que compró, ni tampoco como llegó hasta allí. Estaba borracho... Sí, borracho... fue esa misma noche... la del preservativo. ¿Cuántas cuadras ha avanzado? Se figura que la Torre de la Telefónica es un enorme pene con punta roma, no un teléfono celular como sostuviera el profesor del Diploma en la clase de ayer. Es un pene, qué duda cabe. Significante fálico evidente. Bueno, como cualquier simbolismo de la omnipotencia. Da igual ¿no le hablé acaso a mis alumnos del enooooorme poder de las comunicaciones? Recuerda de pronto que el preservativo no se rompió, su contenido se derramó entre las piernas de la chica. Su pene estuvo algo flojo, blandengue. Tiene que reconocerlo...
Portugal, esquina Alameda.

LICORES MITJANS

Lisboa, un vaso de oporto ... un polvo al aire libre en una noche tibia...

 

FARMACIA DANIELA
(BAJÓ EL VIAGRA)

¿Tiene Frontline? ¿Con vaporizador? Sí.. ¿Y Viagra? ¿Viagra? Viagra... Claro, de inmediato, bajó de precio... ¡Muéstrenle el Viagra al caballero!. Está el Viagra/Viagra, el primero que salió, $ 9890, el más caro…¡Tanto!!! Por eeeeeso le estoy mostrando estos otros. ¿Y son lo mismo? Que siiiiii, cuestión de marca no más. Tenemos este otro a $ 4850 y, el más económico, a $ 1980. ¿Hacen lo mismo? ¡No le estoy diciendo!. Deme entonces el de $ 1980. ¿Es una sola cápsula? Claaaaaro, el producto es caro pero bueno. La dama también lo puede usar si desea…La dama, la dama, la desconocida, a la que vistió de blanco entre las piernas. No tengo manera de ubicarla y si pudiera, no lo haría. No quiero saber ¿Para qué? ¿Si total la cuestión no tiene cura? Para no contaminar a otros pues, hueón. ¿Qué mierda hago con la verdad? El test es para los que no tienen miedo. Y los que no tienen miedo, saben que están sanos. Así, cualquiera. Mi último gesto, entrar a la farmacia, atreverme. Hace tiempo que no me funciona bien con la capucha, se me agacha…Cuando era un Tigre de Bengala, otros tiempos...
La Habana, Paseo del Prado. Mes de Septiembre, dos de la madrugada. Sobre el pasto, un hombre y una mujer semidesnudos. Se revuelcan, beben cerveza. Cucarachas dan vueltas a su alrededor, no las ven, demasiada excitación. Una de ellas sube hasta el borde de la lata, cae dentro. No escuchan su zambullida. De pronto, el foco de una potente luz los encandila, les piden papeles de identificación, los reprenden. Que acaso no sabe ella - tan experimentada - que eso está prohibido, que si al joven éste, extranjero, le sucede algo, la única responsable… que no se puede andar arriesgando la vida así por una cogida, menos, intentarlo en la vía pública. ¿No pensaron que bandidos pueden golpearlos hasta matarlos?
Haber sido descubierto en flagrante delito no le da temor ni vergüenza. Menos, angustia. Esa vía pública no ofrece resistencia. Es suya, pero también le es completamente ajena.

Primavera, abre la reja, sale de su casa. Ese día, la seducción. ¿Seducción? Mentiroso, no es esa la palabra en la que pensaste. Confiesa derechamente que era amor. ¿Qué puede ser el amor sino la capacidad de soportar a otro en toda su impotencia? Equilibrio entre dos precariedades ¿O precario equilibrio? Por eso no me he casado. Las que han estado conmigo, conocen mi intensidad. Les doy lo mejor. ¿De qué se quejan? ¿O prefieren un marido con la baba chorreando sobre la almohada? Le tienes miedo al amor, reclaman…Al contrario, le tengo tanto respeto que por eso no lo mato… Detesto caminar por la calle cogido de la mano con una mujer. Es introducir una barrera entre yo y los demás, usando a otro como escudo. No quiero separarme tanto. Suficiente con permitirme volcar la mirada sobre mí mismo cuando la ciudad se descuida. Quizás la ciudad sea la mujer que necesito, o la que busco. Cambia tanto, cambia siempre…Disculpe, ¿la calle Príncipe de Gales? no la que está en "La Reina", una que queda por aquí, por el centro me dijeron…Salvado. Plaza de la Constitución, se sienta en un banco, observa el Edificio de la Moneda, ¿lo pintaron hace poco o yo no me había dado cuenta? Los guardias de palacio parecen cirios pascuales, tiesos. Noveno cigarro, demasiado para alguien que dice que no fuma. ¿Me estaré enamorando? La maldita, no me telefoneó. ¿Y qué te importa si no la necesitas? ¿O si? Psst.. cosita rica… le pasaría la lengüita por todas partes m’ijita. La media mina, con ese culo ¿que otra cosa puede decir el pobre hombre?.
Salvado, nuevamente. Calle Lastarria, en la barra de un bar. ¿Otra Margarita? Por supuesto.
Mi interés por ella, se desdibuja lentamente. El tequila es un trago que abate de golpe. Una sola y única margarita equivale a todo el alcohol del mundo, provocando sobre mi espíritu un efecto devastador. Reconsidero cada cinco segundos los juicios que emití hace tres. Ando con el diario, lo abro. La Tercera, página central:

 

LA TERCERA
Sábado 20 de febrero de 1998

SECCION SOLO VARONES

DIEGO MEN voy a domicilio (09-4487667)

MARIO MODELO MODERNO VARONIL. (O9-2345618)

ALEXIS. ALTERNATIVO EXCLUSIVO. Privadísimo (6738900)

ITALO Y ROBERTO. LLAMANOS. (O9-5567398)

TERREMOTO CARIBEÑO. Extranjero seleccionado. Continuado (8967390 ó 09-4487667)

- ¿Aló?
- Sí, diga.
- Llamo por el aviso....
- ¿Cuál de todos?
- El del joven a domicilio...
- Ah!! Diego Men. ¿Lo quiere con el programa de Cibersexo on line incluído?
- No, no. Sólo el servicio del muchacho..
- Si utiliza las dependencias de la agencia, la tarifa es de $ 15.000 por cuatro horas. A domicilio se encarece el costo...
- ¿A cuánto?
- $ 25.000
- ¿Tanto?
- Se consideran los costes de desplazamiento...
- Bueno, eeeh...voy a pensarlo un poco y la vuelvo a llamar. Perdón, ¿por quién debo preguntar?
- Deborah, señora Deborah.
- Gracias.
- De nada, caballero.

Santiago, verano, esta vez la reja ofrece resistencia. Cambiarla o echarle aceite, aconsejó el gásfiter que no arregló la filtración de agua. Más bien lo intentó o hizo como. Quedó igual, peor parece. ¿Qué martirizará este día mi alma? ¿Martirizarla? ¿Y si algo la libera?A ver, a ver, algo como qué? Como un buen polvo, por ejemplo. ¿Un polvo? ¿Y con quién si le diste filo a la última posibilidad que te iba quedando? Obsesivo de mierda, en lo único que piensas, cachondo. ¿Y qué culpa tengo que el amor me sea esquivo? A calle Esmeralda por favor. ¿Le molesta la radio? Siempre le pregunto al pasajero, me gusta que viaje grato ¿Bonvallet? Sí, lo estamos escuchando ¿No le agrada? Yo, si el pasajero quiere hablar, hablo. Si no, no. Uno tiene que saber complacer al pasajero. Por ser, la dama, es más reservada. No hay que molestarla. Al varón, en cambio, le gusta hablar de política…total esté el que esté, uno tiene que trabajar igual… Perdone la pregunta ¿Por quién va a votar usted? … ¿Me detengo aquí? Le dejo mi tarjeta, hago encargos de farmacia, aeropuerto, vendo celulares. Si viviera con alguien y culiara regularmente andaría tal vez menos caliente. ¿Y la baba en la almohada? ¿Qué te hablen cuando no quieres escuchar, como ahora con este huevón latero? No. Me niego a convertirme en una ameba. Ese horrible monstruo de dos cabezas llamado ellayél. Hay uno todavía más feo: Nosotros. Me estoy volviendo amargo, no es eso, sucede que ando alzado. Y en estos períodos me pongo idiota sino la deposito en alguna parte. Los animales tienen períodos de estro o calor sexual, no así los seres humanos…Mentira, se equivocó la vieja de biología. Yo si tengo períodos de leva. Estro ¿vendrá de estrógeno? ¿Gozarán las mujeres chupando picos o lo hacen porque uno se los pide?. La última, dijo no entender la fascinación de los hombres por las tetas porque cuando las tienen entre las manos o en la boca, no las aprovechan. "Pasan de largo", decía. Como si les tuvieran miedo. Les gusta mirarlas, acariciarlas en su mente, frotarse la foto de la mina con silicona por encima del pantalón, pero cuando las tienen ahí, frente a ellos…Las amasan mal, no las huelen. Ella dijo que tienen olores, a teta supongo. Un buen chupador puede hacer entonces que una mujer sensible, se corra sin necesidad de ayudarla con el dedo, dijo. Quizás sea así, nunca me ha ocurrido. Me gusta meterla, qué diablos y sólo ahí m'hijita puede volar hacia donde quiera, ojalá entre sollozos, como con la que estuve el año pasado. Ella misma lamía sus pezones. La vi hacerlo, con algo de esfuerzo, no era de goma. Les daba mordiscos y los bañaba en saliva. Convulsionaba cuando le pasaba la lengua por la parte posterior de las rodillas. Tengo que confesar que a veces lamo sin mucho deseo, me doblo como una vara y quedo con el cuello torcido, aunque me gustan las que se vuelven locas y dan saltos. ¡Ya basta! no doy más, la casa está tan lejos…

MICROCOSMOS
(Entradas Rebajadas)

Entro. Súbitamente pierdo el interés por mi zona genital, el aleteo de las abejas me recuerda las vacaciones que ciertamente nunca más debo tomar, en el campo. Casi muero de angustia. Miel, ahí está, carne de cerdo con miel. Para mis invitados del sábado. ¿Cómo será llenarla de miel entre las piernas? Ya, de nuevo, el obsesivo.

Santiago, otoño, abre la reja, sale de su casa. Ese día, nada. Toma la calle. Providencia: República de Pájaros, así debería llamarse. Saluda a los choferes de los taxis que se instalan en la esquina. Uno de ellos le ofrece aceitunas de Azapa, "a $1500 el kilito no más". Respira hondo, jazmines, buganvillas...Las hojas de los plátanos orientales se mecen con suavidad, corre viento. No hay polución, pocos autos, poco ruido. Hoy, simplemente, mira. Le ha prohibido el acceso a la ciudad, con restricción también, la incesante máquina simbólica. Perfecta combinación para aprovechar de ser, por ese único día, espectador. En la radio del almacén de la esquina Charly García va De la Cama al Living. La calle Román Díaz está llena de liquidadoras de ropa interior femenina. Se detiene en una vitrina,

LLEGARON COLA-LÉ

Sonríe. Una micro, pasa. Escrito con pintura blanca en el vidrio trasero: Adiós Colega y Amigo Sixto Tapia, el "Guataeleche" . Q.P.D.
Vuelve a sonreír.
Ahora, un cortejo. Funeraria Amor de Cristo, un solo auto acompaña la carroza. En su interior, tres mujeres macizas conversan distraídas. Piensa en el dicho, A nadie le falta Dios.
No se aplica, en este caso.
Sonrie.
Está cansado, la noche anterior se durmió tarde. En la oficina dijo que estaría en su casa redactando el informe que tiene pendiente. No tiene que ir, ya está avisado. Se devuelve, parece contento. Abre la reja, entra a la casa. Se desnuda, hace calor, se recuesta en la cama con placer. En la radio del taxi estacionado frente a su puerta, Doménico Modugno patea la ciudad.
Se duerme.

(...)

Esta ciudad no existe para mí y yo no existo para ella
allí, en ese punto en que los tiempos convergen
bajo la especie de la Duración.
Existe para mí, en cambio, en la medida en que logro
destemporalizarla
desalojarla, por unos contrasegundos, de la convención que
marca el reloj
con sus pasitos de gato en la rutina del living.

(...)

(Enrique Lihn)

La Ciudad: ¿Un texto?

La ciudad, lugar de salvación del habitante (con) sumido. Actividad reflexiva que lo enaltece y lo atormenta. Lo enaltece en la medida que le ayuda a escapar de la alienación que una necesidad de homogenización, impone a la conducta de quienes habitan la ciudad moderna. El aspecto torturante del inagotable flujo de su conciencia, se vincula con la imposibilidad de su pensamiento de detenerse. Es ahí donde emerge con fuerza aquello que la ciudad ofrece como experiencia, imagen y discurso, vistos, ahora, como elementos que lo sustraen de otra forma de sometimiento aún más compleja de la que no puede huir: la sujeción a unas interrogantes permanentes acerca de la existencia humana, en particular, la suya. El campo u otro entorno natural menos habitado o animado que la urbe, parecen los escenarios ideales para que el hombre de la ciudad se reencuentre consigo mismo. Sin embargo, este paisaje idealizado resultaría, en este caso, contrario a la aspiración de encontrar alivio, siempre pasajero, a la agitación. Nuestro filósofo urbano accedería a una paz provisoria precisamente en la operación contraria: desprenderse de sí mismo. Oscilar entre la apertura a la muchedumbre, dejándose sacudir y estructurar por ella y el corte con el exterior mediante el arte de sobre poblar su mente de ideas, sin ser absorbido completamente por ninguno de estos polos. Ello le permite sostener un cierto equilibrio, escapar de la locura, rechazar la invitación al suicidio. El pensamiento se hace trayecto, el trayecto se hace pensamiento. La ciudad introduce múltiples rupturas en su monólogo interno. Los hechos, a mitad previsibles a mitad imprevistos, se vuelven insoslayables. Sólo un loco puede permanecer inmutable frente a ellos. Sólo el suicida es incapaz de perfilar sus contornos. El suicida es un muerto. El, en cambio, está vivo. Y cuerdo. Lo urbano, con sus posibilidades expresivas se impone sobre quienes pueblan este espacio, abriendo (o cerrando) límites a la subjetividad de cada individuo. Podríamos sostener que la interioridad de nuestro protagonista, funciona a la manera de un texto. Particular y móvil versión de lo que, como en una banda de Moebius, transita de un lugar a otro sin abandonar la cinta, recorrigiéndose a sí mismo, interrumpiéndose, cortándose, desvaneciéndose... Desde dentro hacia afuera y desde afuera hacia adentro. La ciudad es el afuera, siempre. Los personajes de la ciudad, no sólo los seres animados, sino también: edificios, avenidas, monumentos, paneles publicitarios, se apoderan de la pluma (¿o de la mano que la guía?) para intervenir lo ya confusamente hilvanado. ¿A quién pertenece el texto finalmente? ¿Al hombre o a la ciudad? ¿O es una obra de ambos? Siendo la ciudad una obra del hombre, ¿podríamos pensar que ella, sin ser una matriz creadora en sentido estricto, hace posible la generación y la circulación de las palabras? Si el individuo es un ser de palabra, el único, además, ¿no será acaso la ciudad responsable de su creación?. Asumiendo entonces que la interioridad de este habitante funciona como un texto, en cuya elaboración la ciudad tiene una participación fundamental, la única promesa de verdadero "descanso" sería, en consecuencia, otra ciudad. Una ciudad distinta introduciría la expectativa de una escritura desconocida y la frescura de las imágenes proporcionarían al filósofo urbano la sensación de ser otro. Un nuevo escrito comienza, de este modo, a ser formulado y la mirada primigenia de los paseantes lo provee, de súbito, de otro cuerpo, de otro rostro.

Voy por las calles de un Madrid secreto
que en mi ignorancia sólo yo conozco:
nadie que lo conoce lo ve así
ni en su ignorancia ignora lo esencial.
Ariadna - mi memoria laberíntica -
me tiende el hilo de su pobre ovillo
hecho de telarañas hilachientas.
Creo ver lo que vi: es una creencia
y de improviso, es cierto, lo estoy viendo
pero en otro lugar. Y ¿por qué en otro?
más bien todo en un sitio sin lugares
ni estables perspectivas ni, en fin, nada.
La ciudad es hermosa ciertamente
pero debo inventarla al recordarla
No sé que mierda estoy haciendo aquí
viejo, cansado, enfermo, pensativo.
El español con el que me parieron
padre de tantos vicios literarios
y del que no he podido liberarme
puede haberme traído a esta ciudad
para hacerme sufrir lo merecido:
un soliloquio en una lengua muerta.

(Enrique Lihn)

...

AMAR

Ana María Alvarez R. escribe y vive en Santiago de Chile

Sobre Santiago, ver café de las ciudades número 3.

 

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Economía de las ciudades
Crisis y negocios inmobiliarios en Buenos Aires
Ajuste y mudanzas de las corporaciones, retorno desde los barrios cerrados, relativo boom de las refacciones.


Un año despues del estallido social y económico de la crisis argentina, comienzan a definirse las consecuencias sobre los negocios inmobiliarios urbanos, más allá de las predicciones teóricas. Aunque el balance general es sumamente negativo, con caídas abruptas de los precios en moneda internacional de las propiedades, y efectos visibles de la recesión en los sectores inmobiliario y de la construcción, es factible encontrar señales de cambio en algunas de las actividades, e incluso áreas "florecientes", por lo menos en relación al panorama global.
En general, son más evidentes los cambios producidos en el sector de oficinas, en especial las grandes corporaciones (que abandonan edificios y zonas emblemáticas en un proceso global de ajuste), las dificultades de los emprendimientos de expansión metropolitana de los ´90 (barrios cerrados y grandes centros comerciales), y un incipiente pero perceptible desarrollo de pequeñas obras de refacción, remodelación y restauración, que aprovecha los bajos costos de los bienes inmobiliarios y de la mano de obra de la industria de la construcción.

Las empresas que más se desarrollaron en la economía argentina de los '90 fueron las de servicios, en especial las privatizadas, las informáticas y los grandes bancos. Muchas iniciaron la construcción de sedes corporativas de carácter emblemático en las zonas más caras y ascendentes de Buenos Aires (Puerto Madero, Plaza Roma, la periferia norte), o alquilaron oficinas en edificios de ese área. Ya en los primeros años de recesión (comenzada en 1998) comenzó a advertirse la tendencia de muchas empresas a dejar las localizaciones más caras para trasladarse a otras igualmente céntricas, pero en edificios más modestos (algunos reciclados y otros construidos especialmente para empresas de nivel medio). Los costos de alquiler de estas oficinas rondaban los 14 pesos por metro cuadrado contra los 40 o 45 de las torres más "emblemáticas" (recordar la equivalencia peso - dólar que caracterizó a la década).
Con el estallido de las políticas neoliberales, las empresas "estrella" sufrieron serias crisis de rentabilidad que ocasionaron políticas muy severas de ajuste. Aunque en general no se registró la emigración y cierre masivo que se preveía en un primer momento, casi todas despidieron personal y redujeron fuertemente sus actividades. Esto volvió sobredimensionadas las sedes corporativas y sus extensiones, con lo cual la tendencia pasó a ser la concentración de actividades en un único edificio y la simplificación y abaratamiento de las condiciones de funcionamiento.
El ejemplo más claro de esta tendencia son los grandes bancos, en especial los de origen extranjero, que cerraron sucursales en localizaciones no especialmente rentables (en principio se estima que el número de sucursales bancarias se ha reducido entre un 25 y 35% en un año, según los casos). Sus propias sedes corporativas sufrieron las consecuencias: un banco de capital norteamericano, que había alquilado varios pisos en una torre cercana a su sede original, acaba de desocupar la mayoría, retornando a la casa matriz. Una sede corporativa bancaria ubicada en la autopista Panamericana, luce en su piso principal un ominoso vacío resultado del desarme de boxes producido por la contracción de operaciones.
IBM de Argentina, que había lanzado un audaz proyecto de campus tecnológico en su sede de Martínez, y alcanzó a inaugurar su primera etapa (con la presencia de Fernando De la Rúa en una de sus últimas apariciones como Presidente), abandonó sus planes originales de demoler todas las edificaciones existentes en el predio. La idea, una representación de las actuales tendencias del capitalismo de base cultural, era literalmente eliminar toda memoria de que alguna vez en ese lugar había habido una fábrica. La fábrica persistió, sin embargo, y fue reacondicionada para albergar la totalidad de las oficinas necesarias para el funcionamiento de los proyectos de la empresa, para lo cual se desarmaron oficinas montadas en el sur de la ciudad, en San Telmo. Entre quienes conservaron su trabajo, muchos han alquilado viviendas en la zona, lo cual vigoriza el concepto de sedes corporativas con fines administrativos, descentradas en la metrópolis pero centradas en la cuenca de empleos de sectores medios y altos que trabajan en esas sedes (con los inconvenientes del caso para quienes viven en el sur de la metrópolis).
Telefónica de Argentina abandonará sus oficinas en alquiler en el edificio República (diseñadas por Cesar Pelli y propiedad del controvertido financista Raul Moneta) y se mudará a otras con un costo de alquiler ostensiblemente menor. Según la información publicada en
Clarín el día 8 de Febrero "con esta mudanza, Telefónica pretende, principalmente, "achicar costos" y, en la misma línea, centralizar la administración. Como indicador de la reducción de los costos bastan dos datos: la operación de locación del Edificio SK se cerró a 4,5 dólares por metro cuadrado. Por el República, en cambio, Telefónica cerró 42 dólares por metro cuadrado en 1996. Telefónica ocupará los 22 pisos del SK, un edificio inteligente y a estrenar de 16.628 metros cuadrados ubicado en Huergo al 700. Con pena y sin gloria, en Telefónica aceptan la movida "como un ajuste". Por esto los ejecutivos de la compañía quieren bajarle todo el perfil posible a la noticia".
Según el mismo diario, "las cuentas están a la vista. En el primer trimestre de 1996 -tres meses antes de mudarse al ex edificio de Moneta- Telefónica obtuvo una ganancia de 211,5 millones de dólares. En los primeros seis meses de 2002, después de la devaluación, en cambio, la compañía de telefonía anunció en la Bolsa que registró una pérdida de 3.893 millones de pesos, lo que equivale a algo más de 1.100 millones de dólares. En el edificio de San Telmo contarán con 13.200 metros cuadrados, unos dos mil metros cuadrados más que los que alquilaban en el República. De no ser así, la decisión de centralización administrativa sería inviable ya que a las oficinas nuevas se mudará el personal que vivenció los años de gloria de la telefónica desde Bouchard y Tucumán, pero también otras dependencias que ahora desocuparán". El diseño del Edificio República es de César Pelli: "Cuando se terminó la obra, el República se puso en venta por 91 millones de dólares. Luego se bajó el precio hasta 65 millones e incluso hubo un intento de hacer una licitación privada con ese precio como base. Pero nunca se vendió y finalmente se alquiló a Telefónica, relató un broker. Según una fuente cercana a Telefónica, en la compañía son conscientes de que el precio pactado por el alquiler del SK completo "es muy barato". Una realidad es clara: los alquileres cayeron más del 50%".
Una de las consecuencias de estos ajustes y reducciones de personal en las grandes empresas es la dificultad, para los jovenes cuadros gerenciales, de sostener la huida a los barrios cerrados y urbanizaciones privadas de la periferia, sea por la pérdida de ingresos, la imposibilidad de afrontar cuotas de hipotecas o las dificultades para mantener las condiciones de motorización que exige la ubicación de estas urbanizaciones. No es el único inconveniente de estos emprendimientos: cada vez son más evidentes los problemas de seguridad de áreas de acceso muy restringido y que conviven como en un patchwork con zonas de extrema pobreza. Y la protesta social hace muy frecuentes los cortes de ruta, lo cual agrega otro inconveniente para la movilidad. Pese a esto, en algunos barrios muy específicos, en general los de mayor nivel social y económico, se vuelve a advertir una intensa actividad constructiva.
Los centros comerciales, otro boom de los '90, sufren también de esta retracción, (ver número 2,
La venta de IRSA). Aunque en algunos casos, la ubicación estratégica y la posibilidad de pasear en relativas condiciones de seguridad determinan la relativa permanencia de algunos shoppings entre los equipamientos más visitados de la ciudad. Influye también el efecto del turismo internacional, que aprovecha los bajos precios de ropa, gastronomía, y otros productos, consecuencia de la devaluación, y mantiene así la actividad comercial (ver número 2, Las calles más caras del mundo). Obviamente este boom turístico beneficia también a la hotelería, compensando la pérdida de clientes empresariales e inversionistas. Recientemente se aprobó el proyecto para la construcción de un hotel en el palacio Duhau, y se habilitó el Sofitel en el edificio Mihanovich de la calle Arroyo.

Mientras tanto, un buen número de pequeñas refacciones, remodelaciones y ampliaciones se ven en los barrios de la ciudad y de su primera corona. Gente que conservó dólares, o que recuperó ahorros "confiscados" en el corralito bancario, ha percibido la concurrencia de múltiples factores que hacen aconsejable la inversión en la construcción: bajos precios de la propiedad, muy bajos precios de la mano de obra, que necesita trabajo en forma urgente, y expectativas de recuperación de los valores en un plazo medio. Así se advierte en los barrios el regreso de los tradicionales indicios de obra (contenedores de demolición, arena y ladrillos en las veredas), junto a otros nuevos: parrillas improvisadas en garages de desocupados que de esta manera alimentan a albañiles, arquitectos y los distintos oficios de la construcción.
El fenómeno tiene una cantidad de derivaciones y conexiones. Aprovecha en buena parte las remesas que comienzan a girar los emigrados a Europa y los Estados Unidos, en especial aquellos de más alta calificación. Una consecuencia positiva de este fenómeno, entre tantas, es la revalorización residencial de barrios otrora abandonados por el boom de las urbanizaciones privadas. Accesibles, cercanos al centro, con redes sociales establecidas y buenos equipamientos, los barrios porteños y algunos subcentros de la primera corona metropolitana son focos de este retorno a la ciudad. Los operadores hablan de una gran cantidad de operaciones de compra de pequeñas unidades de vivienda en los meses de noviembre y diciembre: en general, departamentos de uno o dos ambientes, o unidades en casas colectivas (las conocidas como "PH", propiedad horizontal), que podían obtenerse por costos que bajaban hasta los 14.000 dólares.
El costo de metro cuadrado de construcción ronda los 300 dólares, contra los 700 de antes de la devaluación, e incluso se baja este valor con la práctica, ilegal pero aceptada culturalmente, de las evasiones impositivas sobre costos de materiales, trabajo en negro y no declaración municipal. Ayudan a esto último la "perversidad" de algunos mecanismos de aprobación y registro, y la existencia de pequeñas cofradías técnicas enquistadas en algunos municipios. Por esto, el fenómeno no es tan fácil de registrar por los indicadores formales (número de aprobaciones municipales, recaudación impositiva, etc., aunque estos registran aumentos) como por la percepción callejera y los datos de la gente del sector.
En un nivel más micro y precario, por las calles se advierte la proliferación de pequeños afiches caseros, pegados en arboles, postes de luz y paradas de ómnibus, que ofrecen casas o habitaciones a mujeres u hombres solos, estudiantes, etc. La necesidad de complementar o sustituir ingresos familiares mueve a las familias a utilizar espacio vacante en sus hogares, o incluso a construirlo (a veces utilizando dinero de indemnizaciones por despido) para su renta a precios económicos, generalmente a personas excluidas del mercado inmobiliario por su falta de empleo fijo o de garantes para un alquiler tradicional.

MC

Sobre la llegada de la inseguridad urbana a las urbanizaciones privadas, ver el artículo de La Nación del lunes 3 de febrero.

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Mensajes al café
Nuestros lectores se comunican


Los lectores nos enviaron estos mensajes a cartas@cafedelasciudades.com.ar:

Les escribo desde la ciudad de Saenz Peña. Con unos vecinos y la Municipalidad, estamos
tratando de comenzar una reforestación de la ciudad, con la idea de ambientar la calle, ya que por aquí se utilizan como una expansión de los patios: por las altas temperaturas, las calles se transforman en corredores de vientos.
Alejandro Rossi Grosso, Chaco, Argentina

Aprovecho la oportunidad para felicitarlos por esta publicación, que logra hacernos sentir cerca de todas partes, aunque en realidad estemos a miles de kilómetros. La gran variedad de temas que tratan, así como la diversidad de las miradas con que se analizan, nos muestra la dinámica de este café, que a diferencia de los tradicionales, está en constante movimiento creativo.
Arquitecta Claudia Ogando, Neuquen, Argentina

El mejor proyecto para el Ground Zero es el de Norman Foster.
Pino Scaglione (Italia)

Los McDonald´s se insertan en las ciudades como a la fuerza, pues por lo menos en imagen no tienen nada que ver con ellas. No se adaptan a las distintas situaciones, por lo tanto no respetan ni siquiera una ciudad histórica, un entorno especial, un país diferente, etc. Tiene una publicidad muy kistch y abarrotada: demasiado color, demasiados carteles, demasiado plástico. Se quedaron con la imagen que en el pasado les resultó exitosa, y no evolucionaron.
El proyecto del grupo THINK para el Ground Zero en New York me parece el mejor.
Seguramente va a ganar, pues va a llevar mucho turismo a la ciudad y eso va a pesar mucho.
Las Torres Gemelas ya estaban obsoletas y las Petronas le llevaban la delantera. De esta manera EEUU vuelve a liderar con imaginación y tecnología.
Virginia Laboranti, Buenos Aires

Felicito y agradezco a los realizadores de Café de las Ciudades. En este nuevo siglo que comenzó en el 1989, globalización de por medio, el articulo sobre el Ground Zero me sugirió lo siguiente: ¿están mas cerca desde el punto de vista de los intereses y necesidades comunes los habitantes de barrios específicos de distintas ciudades que los de una misma ciudad?: La Defense, Manhattan, Catalinas Norte/ Bronx, Fuerte Apache, El Callao / Queens, La Horqueta / Favela de Río, barrio pobre de Calcuta...
Parecería que no es la distancia física las que nos hace vecinos, sino que más bien nos acercan los deseos (más que necesidades) que nos venden.
José Luis Medan, Buenos Aires


café de las ciudades agradece los mensajes de aliento, las felicitaciones y la colaboración de: Silvia Balbi, Jorge Bozikovic, María Angeles Breglia, Elly Burkhardt, Nelly Bustamante, Agustín Campero, Juan María Cardoni, Héctor Ricardo Cassain, Nilda Ceruso, María Eugenia Coarassa, Cristina De León, Ximena Erazo Latorre, Juan Carlos Etulain, Patricio Ezcurra, María Guzmán, Marcela Giacometti, Ariel Gómez Barbalace, Mariana Iorio, Laura Larghero, Marcelo Mandelbaum, Silvia Martínez Azrak, Roberto Mina, Sandra Muratore, Gustavo Navejas, Nora Nava, Verónica Pallini, Fernando Pastor, Federico Robert, Diego Rybka, Eloy Rodríguez, Eduardo Saiegh, Laura San Román, Luisa Siotto, Silvia Vázquez, Mariela Villar, Eduardo Zanatta.

Con especial agradecimiento a Fabián De Meo y Marcelo Robutti.

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Café corto
Peaje a los autos en el centro de Londres - Libeskind: la vida victoriosa - Miami, ciudad líder en América... Latina - Ciudades para la cultura en Montevideo - Existe la vida después de la devaluación - El Cubo, por la paz - Datos

 

Peaje a los autos en el centro de Londres

El 17 de febrero entró en vigencia el cobro de la tasa de congestión, un peaje de 5 libras para quienes entran al centro de Londres en automóvil entre las 7 de la mañana y las 6 y media de la tarde. A pesar de las críticas que por este proyecto recibió el alcalde Ken Livingstone (del sector más radical del laborismo, opuesto frontalmente al giro político a la derecha de su conmilitante Tony Blair), los primeros días de vigencia de la tasa no mostraron los resultados caóticos que auguraban los "adictos" al auto.
Al momento de implementarse el plan, ingresaban al intrincado centro de la ciudad (cuyas 8 millas cuadradas representan el 1,3% de la superficie de la metrópolis) unos 40 mil autos, camiones y buses por hora. El tránsito avanza a menos de 16 kilómetros por hora y las pérdidas para la ciudad se calculan en 3 millones de libras diarios.
La tasa se puede pagar por teléfono, por Internet o en máquinas automáticas habilitadas en las gasolineras. Como mecanismo de control, el sistema será monitoreado por 260 cámaras fijas que fotografiarán las patentes de los autos y que podrán distinguir a los coches que pagaron (pueden hacerlo hasta las 7 de la tarde) de los que no lo hicieron, los cuales tendrán que soportar multas de entre 80 y 120 libras.
Según New York Times, "muchos londinenses se quejan de que el sistema de transporte público no funciona tan bien como para apoyar la medida, cuestión que esconde una nueva crítica a las muy criticadas políticas de tránsito del alcalde, que no son de ahora. Las mismas voces sonaron cuando "Kamikaze Ken" creó nuevas sendas exclusivas para bicicletas y colectivos y mandó a ajustar muchos semáforos para favorecer a los peatones y, por lo tanto, "perjudicar" a los automovilistas".
En el periódico londinense The Guardian, Zoe Williams comentaba, el día posterior a la puesta en marcha de la tasa, que a pesar de los errores de implementación (multas de 120 libras emitidas con anterioridad a la vigencia del peaje, inexistencia de mejoras en la flota de autobuses) el éxito de la medida estaría asegurado por "la cómica incapacidad" de sus opositores, en general del Partido Conservador. Williams señala que los automovilistas urbanos, en una ciudad con una red de transporte público aceptable, jamás podrían actuar en forma colectiva, porque ellos son básicamente "unos bastardos egoístas", dispuestos a sacrificar la calidad el aire en su propia conveniencia, renuentes a viajar en compañía de sus semejantes, carentes de responsabilidad y orgullo cívico, al que reemplazan por el deseo de no mojarse cuando llueve. Todo esto convierte a la tasa por congestión en un "impuesto al egoísmo". En general la oposición a la medida fue liderada por automovilistas y pequeños comerciantes, si bien la Cámara de Comercio de Londres apoya la medida. Se cuestiona no haber realizado una sustancial mejora del transporte público antes de adoptar la medida, y los más críticos sostienen que menos de un 2% de los automovilistas cambiará su coche por el autobús o el tren.
En el mismo diario, David Aaronovitch, quien confiesa haber ido a la City para ver el "Gran Caos de la historia de Londres", dice en cambio haber encontrado una situación más despejada de lo habitual, quizás gracias a una deliberada estrategia del Ayuntamiento de sugerir una hipercongestión para disuadir a los automovilistas de entrar al centro. Dice también haberse cruzado con una de las pequeñas manifestaciones contrarias a la medida, donde un manifestante le contó el caso de una mujer que no podía sacar siquiera el auto de su garage, porque le cobrarían la tasa. Cuando Aaronovitch preguntó por la dirección de la mujer, de su trabajo, y de la escuela de sus niños, verificó que todos esos puntos están ubicados en la cercanía de buses, trenes y subterráneos. Otra mujer predecía que el centro de Londres se convertiría en una tierra de nade, llena de graffitis y extranjeros, y que estaba pensando en mudarse a Francia. Pero al describir las condiciones del tránsito, el periodista menciona la facilidad que tuvo para atravesar Park Lane, el Puente de Londres y Marylebone Road. Señala el asombro de los commuters que bajaban de los buses con 20 minutos de adelanto sobre la hora de entrada a su trabajo.
Según Livingstone, "si queremos que Londres continúe siendo exitoso para los negocios y los empleos, entonces debemos habilitar a la gente para que pueda moverse por su centro con más eficiencia. Para ello la tasa de congestión es la única opción existente, no hay alternativa". El Comisionado de Transporte, Bob Kiley, recordó que el último año el Ayuntamiento había agregado 300 vehículos a la flota de ómnibus, y sostuvo que los 2,5 millones de libras que se espera recaudar semanalmente servirán para mejorar el transporte público, medio que usa la mayoría del millón de personas que arriba diariamente a la City. Se estima que con una reducción de un 10 a 15 % en el volumen del tránsito actual, los ómnibus ahorrarán un 25 % de tiempo en su recorrido por el centro de la ciudad.
La tasa de congestión había sido utilizada anteriormente en ciudades como Singapur, o Durham (donde redujo a un 10 % el número de vehículos que transitan su calle principal), aunque nunca antes se había experimentado en una ciudad de la escala de Londres. Edimburgo está considerando su implementación, y los lideres comunales de Birmingham, Manchester y Bristol anunciaron que estudiarán las consecuencias de la medida en Londres para evaluar su implementación, aunque Glasgow, Leeds, Sheffield, Bradford y Liverpool ya la han descartado. Fuera de Gran Bretaña, hay al menos 100 ciudades en el mundo que miran con interés el desarrollo del proyecto con miras a copiar la idea de Livingstone: Roma, París, Atenas, e incluso Teherán y El Cairo han enviado observadores a Londres. El propio New York Times sugirió al alcalde Bloomberg adoptar la medida en la "Gran Manzana".

Una selección de notas sobre la tasa de congestión, en The Guardian.

Ver una biografía de "Red" Ken Livingstone

 

Libeskind: la vida victoriosa

Sobre el cierre de esta edición de café de las ciudades, y como nuestros parroquianos ya sabrán, la Lower Manhattan Development Corporation adjudicó a Daniel Libeskind el proyecto de reconstrucción del Ground Zero, tema sobre el que nuestra revista ha venido publicando su opinión desde el número 0.
Tanto el proyecto ganador como el de Think, el equipo de Rafael Viñoly, fueron seleccionados a principios de febrero entre los 9 proyectos presentados en diciembre para la etapa final de esta convocatoria internacional. Las características de las propuestas seleccionadas parecen confirmar aquella reflexión de Aldo Rossi según la cual las catástrofes, del tipo que sean, no fuerzan los cambios en la ciudad, sino que son la oportunidad para su concreción. En el caso de Nueva York, las dos propuestas implican (aunque en grados distintos) el cambio de uso de una zona financiera hacia la conformación de un centro cultural y turístico de alto valor simbólico. Los servicios empresariales financieros, que caracterizaron durante décadas el área del Bajo Manhattan, podrían estar mudándose a otras zonas (más económicas y menos expuestas) de la metrópolis. Ya antes del 9/11 muchas empresas financieras, como Merrill Lynch y Goldman Sachs, habían iniciado proyectos de reubicación de buena parte de sus empleados para reducir la carga impositiva de Manhattan.

Por otro lado resulta claro el retorno a la carrera por "el edificio más alto del mundo", que hace más de 20 años Xavier Sust daba por finalizada en una memorable nota de Arquitecturas Bis. Ambas propuestas finalistas proponían torres de más de 500 metros de alto, por encima de la altura de las Torres Petronas de Kuala Lumpur. Esta decisión contradice las primeras opiniones registradas tras el atentado, como por ejemplo la de Cesar Pelli, quien abogaba por una recuperación del perfil urbano previo a las Torres Gemelas, a las que consideró fuera de escala (coincidiendo con Manfredo Tafuri, que en su momento las calificó de "surrealistas" por su tamaño, escala, y textura).
Bien distinta es la actitud de Libeskind y de Viñoly, quienes de distinta forma proponen estructuras de fuerte valor simbólico. Alejadas del tortuoso existencialismo del Museo del Holocausto en Berlín, en el caso de Libeskind, festivas en el caso de Viñoly, que reivindicaba un componente meta-económico (más que anti-económico) en la instalación de unos mega-andamios, o como dice en su presentación, "Torres Eiffel del siglo XXI". La sustentabilidad económica de los proyectos ya no está basada unicamente en el aprovechamiento de las densidades para generar renta, sino por la inscripción en lo que Jeremy Rifkin ha llamado "etapa cultural del capitalismo", donde la principal mercancía es la experiencia, el fenómeno, la situación. Algo del espíritu del radicalismo situacionista de los '60 anima estos proyectos, si no en lo ideológico, en la celebración de lo transitorio, de lo nómada. Con gran sentido de la oportunidad, Viñoly comienza su proyecto desde lo toponímico más que de lo formal, al remplazar el Trade por el Cultural en la definición del tipo de Centro que el área constituirá a escala Mundial.
Queda la huella de las Torres originales, como un vacío en Libeskind, como la base de las nuevas torres (más altas, más bellas, más libres) en Viñoly. En el proyecto ganador constituirán unos auténticos "Jardines del mundo", plenos de simbolismo, como los 1776 pies de altura (alusión al año de la Independencia estadounidense) y la cuña de luz que, a la manera del equinoccio de Chichen Itzá, penetrará en el área el momento de conmemorarse el atentado.
Le Monde considera que con la reivindicación de la altura "la ciudad reafirma su confianza, dinamismo y ambición, un mensaje muy importante si se considera la difícil situación financiera y económica en que hoy se encuentra"
(ver número 2, "Penuria fiscal: un triste blue para las ciudades norteamericanas"). Otro problema, en este caso jurídico y ligado directamente al proyecto, es la pretensión del promotor Larry Silverstein, concesionario del sitio, de que se reconozcan sus derechos contractuales a reconstruir el lugar según sus propios criterios, a la vez que cuestiona la ausencia de espacio para oficinas en los proyectos concursantes (casualmente o no, el proyecto de Libeskind es uno de los que más espacio de oficinas recupera entre los 9 proyectos presentados al concurso). Al mismo tiempo, la propia ciudad tiene intenciones de retomar el control del área, para lo cual intentaría un cambio con la Autoridad Portuaria de New York y New Jersey (actual propietario) por los aeropuertos de La Guardia y JFK.
El proceso de llamados a concurso fue toda una historia en si misma, rodeada de intrigas y desconciertos: bien avanzado el proceso de selección, ni los mismos participantes sabían el grado de vinculación entre sus propuestas y el encargo final. Hasta se escucharon propuestas serias de construir un rascacielos proyectado en su momento por Gaudí, como si no bastara el kistch del frente oeste de la Sagrada Familia para convencer a cualquiera de que solo Gaudí puede construir un buen Gaudí. El crítico italiano
Luigi Prestinenza Puglisi se lamenta en su newsletter semanal de la ausencia de fair play en el tramo final de la selección, caracterizado por las operaciones de lobby (fueron sugestivas las idas y vueltas editoriales del New York Times, por ejemplo) y las acusaciones cruzadas. Libeskind dijo dudar que "esos dos esqueletos extendidos hacia el cielo sirvan para afirmar la vitalidad de la ciudad o el coraje de América". Y Viñoly calificó la de su rival como "arquitectura de la muerte, macabra, morbosa y sin esperanza". Prestinenza manifiesta también su perplejidad por el juicio de Susan Szenasy, directora de la revista Metrópolis: "la egomanía de estas pelotas infladas ha terminado por oscurecer a los verdaderos protagonistas de esta historia: la ciudad, sus habitantes y su futuro". Sobre el filo de la fecha de selección final, un artículo del Wall Street Journal acusó a Viñoly de colaboracionismo con la dictadura militar argentina, por su participación en proyectos como el de la televisora estatal en Buenos Aires.
Los comentarios del público habían reafirmado, en general, los pedidos de un apropiado memorial para los caídos el 11 de septiembre, la restauración del skyline del Bajo Manhattan, mayores amenidades cívicas y culturales y espacio abierto, y la integración con la comunidad circundante. La LMDC utilizó como pautas de análisis, además de aquellas opiniones del público, el cumplimiento de los requerimientos del programa, el adecuado parcelamiento y apertura de calles, la compatibilidad general con los planes del Ayuntamiento para el Bajo Manhattan, la conectividad con el entorno, la etapabilidad, la ampliación del espacio público disponible, el atractivo para el desarrollo privado, la posibilidad de resolución de los componentes, el monto estimado de inversión pública en el plan, y la compatibilidad con las obras de transporte e infraestructura en curso o proyectadas. El organismo contó con la colaboración de expertos en infraestructura y transporte, mercado inmobiliario, ecología y sostenibilidad, análisis de costos e inversión pública, y fundaciones y estructuras; y realizó consultas con varios accionistas e interesados: los departamentos de Planeamiento y de Transporte del Ayuntamiento, la autoridad comunal de Battery Pasrk y las empresas Westfield America, Silverstein Properties, y Brookfield Properties. A la selección del concepto de diseño y su correspondiente esquema de transporte, infraestructura y uso del suelo le seguirá otro período de comentarios públicos y perfeccionamiento. En la primavera boreal de 2003 se realizará un concurso internacional para el proyecto del memorial. Se estima en una decena de años el tiempo para la reconstrucción del área.
Probablemente el mérito más grande del proyecto de Libeskind es la lectura precisa que hace del problema: adecuado y emotivo recordatorio de las víctimas, reivindicación de la capacidad económica y tecnológica de los Estados Unidos, propuesta de una animada vida en las calles y espacios públicos del área, y provisión de una considerable superficie de oficinas para los promotores. Hay una mezcla sutil de orgullo, drama y esperanza que se percibe en sus Jardines del Mundo, algo que resume en la frase final de su texto introductorio: "life victorious". Desde el principio, los familiares de las víctimas del 9/11 señalaron su preferencia por este proyecto, que hacen explícito y evidente el recordatorio a los caídos: a diferencia de los muertos de "
Pandillas de Nueva York", estos tendrán su memoria en la ciudad de los rascacielos.

Ver el proyecto de Daniel Libeshind en la página de la LMDC.

 

Miami, ciudad líder en América... Latina

La Asociación Plan Estratégico de Caracas envía su Boletín Electrónico número 24 (reedición de febrero de 2003), del que transcribimos el siguiente texto:
"¿Qué ciudad tiene actualmente una estrategia de liderazgo desde dónde se toman las grandes decisiones empresariales de América Latina?. Para intentar una respuesta se podría sugerir a Caracas, tal vez a Bogotá, o más al sur, a Buenos Aires. Pero ninguna de ellas tiene ese liderazgo. Entonces, ¿cuál? La realidad es que Miami es el principal competidor de las metrópolis latinoamericanas y, por ende, de Caracas, en la estrategia de ser líder de la región, pese a no estar geográficamente cerca. Ese hecho no sorprende, porque es vista como un destino ideal. Y es allí donde se han ubicado las sedes de las principales empresas que operan para Centro y Sudamérica. Así lo comprueban más de 200 empresas transnacionales que se han ubicado en esa ciudad y cuyo principal mercado es América Latina. También lo confirma su aeropuerto internacional, que tiene la mayor cantidad de conexiones con la región, seguido a distancia por sus homólogos de Buenos Aires, Caracas y Sao Paulo.
Miami, a pesar de los progresos de metrópolis como Sao Paulo y Santiago de Chile, no descansa en su estrategia de comandar los negocios para América Latina. Ahora su nueva meta es ser la ciudad sede del futuro "Tratado de Libre Comercio de las Américas", y de lograrla no tendrá sustituto como ciudad líder de la región, probablemente por varias décadas.
Por primera vez, Miami comparte con Sao Paulo el primer lugar en la lista de la revista "América Economía" como la mejor ciudad para hacer negocios en América Latina, según los resultados del "Ranking de Ciudades 2002", publicado por esta revista en su edición de fecha 16 de mayo de 2002.
Por segundo año consecutivo, Santiago de Chile se mantiene firme en tercer lugar y Ciudad de México pasó del sexto al cuarto lugar en la clasificación que se basa en factores como el potencial emprendedor, las facilidades logísticas, la eficiencia de la infraestructura urbana de servicios, el mercadeo urbano estratégico, las conexiones internacionales de negocio, la seguridad ciudadana, el costo de vida, la penetración de Internet, el tiempo que se tarda en crear una empresa y la opinión de los 500 ejecutivos latinoamericanos consultados para la elaboración del ranking.
En la lista de 37 ciudades latinoamericanas, siguen Monterrey (5), Buenos Aires (6), Curitiba (7). Guadalajara (8) y las ciudades brasileñas de Belo Horizonte (9), Río de Janeiro (10) y Brasilia (11). Las menos propicias para el hombre de negocios resultaron ser Cali (31), Medellín (32), Santa Cruz (33), Guayaquil (34), Quito (35), Fortaleza (36) y, en último lugar, la capital boliviana de La Paz. Bogotá, que compite directamente con Caracas, especialmente en el área andina, se ubicó en la posición 16, por debajo de Porto Alegre (13), San José (14) y San Juan (15). En el año anterior, se había ubicado en la posición 13. Por otra parte, Bogotá volvió en el 2002 a encabezar la lista de ciudades en que los ejecutivos no vivirían "bajo ninguna circunstancia", según reporta la revista.
En el ranking 2002, Caracas no es la mejor. La capital de Venezuela aparece en el puesto 25, más cerca de las peores ciudades para hacer negocios en América Latina. Y para el 2003, no se prevé una mejoría en su posición competitiva.
Del estudio realizado por la revista "América Economía", vale la pena resaltar otros datos de interés:

  • Ciudades más atractivas para dirigir negocios hacia América Latina: Miami, Ciudad de México, Santiago de Chile y Sao Paulo.
  • Ciudades que tienen la mejor combinación entre calidad de vida y potencial de negocios: Santiago de Chile, Ciudad de México, Sao Paulo, Buenos Aires y Monterrey.
  • Ciudades más dinámicas para atraer nuevos negocios: Sao Paulo, Río de Janeiro y Ciudad de México; y ciudades que pierden dinamismo en esta materia: Buenos Aires, Caracas y Bogotá.
  • Ciudades donde se encuentran los profesionales mejor capacitados para los negocios: Santiago de Chile, Sao Paulo, Buenos Aires y Ciudad de México.
  • Ciudades con los mejores aeropuertos internacionales de la región, por su calidad y servicio: Santiago de Chile, Buenos Aires, Sao Paulo, Río de Janeiro, Ciudad de México, Bogotá y Caracas.
  • Ciudades con la mayor incidencia de homicidios por cada 100.000 habitantes: Río de Janeiro, Sao Paulo, Belo Horizonte, Ciudad de México, Curitiba, Buenos Aires, Guadalajara, Miami, Monterrey y Santiago de Chile".

El texto del boletín de la APEC termina preguntándose si Caracas puede "destacarse en el selecto grupo de las metrópolis más competitivas de América Latina", y reflexiona al respecto que de acuerdo " la visión propuesta en el Plan Estratégico Caracas Metrópoli-2010, esto puede ser una realidad en un plazo de 3 a 5 años si la ciudad se convierte en la "Capital Económica" de los países andinos y caribeños. Pero ello supone, ante todo, decidir un rumbo que guíe su desarrollo, además de concertar una estrategia coordinada general, de manera de disponer de una carta común de navegación para el viaje de Caracas en busca de su competitividad. Ahora bien, si se apostara a la transformación de Caracas en una metrópoli regional de primera clase, nuestra urbe capitalina tiene el potencial suficiente, y las fortalezas necesarias, para competir como Centro Internacional de Negocios, desarrollando un claro liderazgo en los procesos andinos y caribeños de integración económica, con proyección hacia Centro y Sudamérica.

La nota se basa en el "Ranking de Ciudades 2002" de la Revista América Economía.

El Secretario Ejecutivo de la Asociación del Plan Estratégico de Caracas es el economista Carlos Torrealba Rangel, cuyo correo electrónico es caracas2010@cantv.net

 


Ciudades para la cultura en Montevideo

La primera edición de Interlocal, Foro Iberoamericano de Ciudades para la Cultura, tendrá lugar en la ciudad de Montevideo, Uruguay, del 25 al 28 de marzo. El Foro se enmarca en la serie de actividades que la Intendencia de la ciudad rioplatense desarrollará durante el año bajo el denominador común de la diversidad cultural. El proyecto se realiza en colaboración con UNESCO, tiene el apoyo de la Fundación Arte Sem Fronteiras y se realiza en conjunto con otras dos ciudades americanas: Austin (Texas, EEUU) y Valparaíso (Chile), que centrarán sus actividades de este año en las condiciones para la paz y el desarrollo sostenible. También auspician el Foro la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y la cultura, y la Diputación de Barcelona.
Se realizarán talleres de trabajo, mesas redondas y presentación de experiencias y propuestas culturales y artísticas. Entre los temas de debate, se incluyen las industrias culturales, los derechos culturales, la relación entre los planes estratégicos culturales y el desarrollo urbano, la cooperación cultural interlocal, etc. Se realizará también la presentación de la Red de Ciudades Iberoamericanas para la Cultura. La organización ha previsto espacios para la presentación de iniciativas, redes y proyectos significativos relacionados con el tema general del Foro.

Informes: Verónica Pallini, Secretaría Técnica, Centre d'Estudis i Recursos Culturals, Diputación de Barcelona, interlocal@diba.es

 

Existe la vida después de la devaluación

Según Clarín, las nuevas condiciones económicas de la Argentina tras la traumática salida de la convertibilidad peso - dólar, han favorecido la recuperación de pequeñas y medianas economías regionales. Tal parece ser el caso de Pergamino, ciudad de 103.000 habitantes a 200 kilómetros de Buenos Aires, en plena Pampa húmeda. El auge de las exportaciones de soja, y un renacer de las otrora poderosas industrias textil, maderera, y de maquinaria agrícola, son la explicación de un incipiente boom económico: la recaudación impositiva ha crecido enormemente, los bares están repletos y en los últimos meses, las camionetas cero kilómetro tuvieron un incremento notable. La reactivación tiene un cuello de botella importante en la falta de mano de obra joven, ya que en la década del '90 el cierre de las industrias cortó los procesos de formación de carpinteros, textiles, etc. Por eso se promueven iniciativas como la Escuela de Confeccionistas, donde el Municipio aporta las maquinarias y el local, la administración provincial paga a los docentes, y los confeccionistas se comprometen a contratar a los egresados de la Escuela.

 

El Cubo, por la paz

Un cubo donde firmar un manifiesto contra la guerra recorre las ciudades de Italia, en una performance de artistas por la paz comenzada en noviembre en Locarno (cantón Ticino de Suiza), y seguida en Milán, Ferrara y Ravenna. Para marzo se prevé su instalación en el Centro Polivalente de Bolonia. Organizan esta manifestación Rosetta Berardi, Elettra Stamboulis, Loretta Zaganelli y Luisa Siotto. Forma parte de la performance "Pace in tutte le lingue", de Giovanni y Renata Strada.

Los interesados en recibir El Cubo en su propia ciudad, pueden escribir a artistiperlapace@sitart.org

 

Datos:

    • Planificación Urbana en la Universidad de Buenos Aires: El Programa de Formación en Planificación Urbana y Regional de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, anuncia una nueva edición de la Especialización y Maestría en Planificación Urbana-Regional, con orientaciones hacia la Planificación Urbana Participativa y la Planificación Regional Estratégica. El Director del curso es el Arq. David Kullock, y su coordinadora la Arq. Mariana Schweitzer. Entre otros destacados profesionales, integran el cuerpo docente Roberto Agosta, Luis Ainstein, Horacio Bozzano, José Castillo, Claudio Daniele, Oscar Degregori, Alicia Novick, Nilda Pierro, Alicia Rey, Federico Robert y Rafael Serrano. Se realizarán reuniones informativas los días 6 y 24 de marzo a las 19 hs. El proceso de selección se realizará el 27 de marzo y el inicio de clases está previsto para el primero de abril de 2003. Para mayores informes, y para inscribirse, concurrir a Ciudad Universitaria, Pabellón 3, 4º piso, Buenos Aires. Teléfono: 4789-6272, de 16:00 a 20:00hs. E-mail: propur@fadu.uba.ar, www.fadu.uba.ar/propur

Ver el programa e informe completo de la Especialización y Maestría en Planificación Urbana-Regional.

 

    • El Politécnico de Milán y el Instituto Europeo de Diseño organizan un concurso internacional de "ideas, proyectos, prototipos, situaciones, objetos, instalaciones, signos, imágenes, sonidos, acciones, gente", sobre Nuevos modos de devolver su calidad al espacio público. La participación es abierta y gratuita para cualquier interesado. La lectura de las reglas del concurso y la inscripción pueden realizarse en www.esterni.org/saloneurbano. Los proyectos deben enviarse antes del 14 de marzo a progetti@esterni.org, o a "esterni - Salone Arredo Urbano", Via Paladini, 8 - 20133 Milano Italy. Del 4 al 12 de abril se realizará la exhibición de los proyectos seleccionados, en las calles y plazas de Milán.

     

    • La Fundación Rumbos y la arquitecta Silvia Coriat organizan en Buenos Aires HÁBITAT Y DISCAPACIDAD - DISEÑAR SIN BARRERAS, SEMINARIO DE ACCESIBILIDAD AL MEDIO FÍSICO. Está destinado a Arquitectos, Ingenieros y Profesionales de Diseño y Construcción, comprende 10 horas de clase (distribuidas en 5 clases de 2 horas), y se dictará en la sede de la Fundación, Cabildo 2720. 5° D, de 19 a 21hs, con dos calendarios alternativos: intensivo, del lunes 10 al viernes 14 de marzo, o los días lunes y jueves, del 17 al 31 de marzo. El PROGRAMA incluye estos temas: Discapacidad y Sociedad - Arquitectura y Respuesta Social; Ergonomía y Diversidad, Los Usuarios, Vínculo Arquitecto - Comitente; Atributos de un Hábitat Integrador; Costos y Beneficios, Legislación Internacional, Nacional y Local, Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires, Ley 962. Silvia Coriat es autora del libro Lo Urbano y lo Humano. Hábitat y Discapacidad publicado recientemente. En el seminario se analizarán las legislaciones que sobre el tema poseen Cataluña, Canarias, Costa Rica y Estados Unidos, las Normas Uniformes ONU, La Ley Nacional 24314/94 y la Ley 962 de la Ciudad de Buenos Aires. El Seminario se dictará con 5 a 8 participantes, se invitará a especialistas de áreas específicas, y el arancel es de $ 90.

Informes e inscripción en Fundación Rumbos: telefax 4706 2769, fundacion@rumbos.org.ar, www.rumbos.org.ar

 

    • El newslwttwer del crítico italiano de arquitectura Luigi Prestinenza Puglisi (ver su nota sobre el multiculturalismo en nuestro número 1) trae semanalmente un breve resumen informativo sobre arquitectura, arte y urbanismo. Entre otras noticias, nos informa sobre la muestra de los doce proyectos participantes del concurso para la estación del tren de alta velocidad (TAV) de Florencia, cuyo ganador fue Norman Foster , y de la inauguración de Euroscreen en Alemania (una muestra de video y medios con eje en la identidad síquica y espacial). Para recibirlo, escribir a l.prestinenza@agora.it

     

    • Un grafitti que muestra a George Bush caracterizado como el ratón Mickey, bajo el título de DisneyWar, se multiplica en las calles de la zona bancaria de Buenos Aires. Es obra de dos diseñadores gráficos y un operario de computadoras que actúan con el nombre de BsAsStencil, en alusión a la técnica de grabado. Se exhibe en Internet en la página www.stencilrevolution.com Según Clarín, fuente de este dato, Tristán Manco, especialista italiano que recopila un suntuoso libro anual de paredes del mundo, sostiene que "mientras las comunicaciones de alta tecnología crecen, las calles responden con una explosión de arte de bajos recursos".

 

    • Un grupo de periodistas independientes promueve la colocación de una cámara en una calle céntrica de Bagdad. El objetivo: mostrar en todo el mundo a los iraquíes llevando su vida cotidiana. "La pasada guerra del Golfo fue mostrada a la opinión pública de todo el mundo como una guerra espectáculo que llenó las pantallas de los televisores de luces de colores como si se tratase de fuegos artificiales, de batallas de videojuego. Los muertos nunca aparecían en los telediarios. Los iraquíes no aparecen jamás, parecen no existir. Por eso es necesario que los veamos con nuestros propios ojos. En Madrid, en Berlín, en Londres, en Nueva York, en Belgrado... a diario". Su sitio en Internet es http://www.webcaminiraq.org

     

    • Tres arquitectos y pintores exponen sus obras en Buenos Aires: Edgardo Minond (originales del libro "Pequeño Gaudí ilustrado"), Nestor Otero (que trabaja sobre imágenes de hórreos) y Miguel Jurado (presentando su colección Curas y Cruces). A partir del 5 de Marzo, en el Centro Cultural Borges, de las galerías Pacífico.

     

    • En Sao Paulo, Brasil, una feria sobre comercio internacional y logística del transporte: Intermodal Sudamérica 2003. Se realizará del 2 al 4 de abril en el Centro de Exposiciones Inmigrantes. Informes: Jorge Roberto Bezerra, jroberto@terminal1rio.com.br

     

    • La revista digital italiana Arcphoto presenta un número temático dedicado a la Arquitectura Latinoamericana. Claudio Vekstein, Jorge Jáuregui, Clorindo Testa, Ten Architects, Gianni Mina, Bruno Barla y otros muestran sus obras y opinan sobre la realidad del continente. Un texto de Marcelo Corti, editor de café de las ciudades, reflexiona sobre los actuales desafíos de las metrópolis latinoamericanas. Arcphoto es dirigida por Emanuele Piccardo y su dirección es www.arcphoto.it. Otro artículo del editor, en este caso sobre Buenos Aires y su arquitectura, en el número de noviembre - diciembre de la revista suiza Spazio Architettura, de Diego Caramma.

     

    • En los próximos números de café de las ciudades: conflictos urbanos en Buenos Aires (Padelai, plan de autopistas), informe sobre el situacionismo, una mirada sobre Dublín, las ciudades entre la caída del Muro de Berlín y el atentado a las Torres Gemelas, opiniones sobre los Jardines del Mundo, y más conocimiento, reflexiones y miradas sobre la ciudad.

 

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café de las ciudades
conocimiento, reflexiones y miradas sobre la ciudad.

Revista digital - Aparece el primer lunes de cada mes
año 2, número 4-5, febrero - marzo de 2003

café de las ciudades es un lugar en la red para el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina o profesión: cualquiera que tenga algo que decir puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos. Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas, según el gusto de cada uno), y tolerancia con las opiniones ajenas, son la única condición para entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café: trataremos de demostrarle su error. Nuestro café está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar, pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque desde allí se mira mejor en todas las direcciones. Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles, y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar caminando a nuestro café, y por eso viene gente del centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única cadena a la que pertenece el café de las ciudades: la de todos los cafés únicos e irrepetibles, en cualquier esquina de cualquier ciudad.

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Colaboración: Laura I. Corti
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