Invitado
por el African Centre for
Cities de la University
of Cape Town,
en Sudáfrica, en el marco del Workshop
“Informal Settlements: Urban Development Challenges”, me fue
posible tomar contacto directo en marzo pasado con la realidad contrastante del escenario post-Apartheid, que pone en
evidencia cómo la ciudad se constituye en un instrumento
que colabora en acentuar las históricas asimetrías socioterritoriales.
El
Apartheid
fue entre 1948 y 1990 una política oficial de segregación
implantada en Sudáfrica, signada por un sistemático proceso
de discriminación política, económica y social que legitimó
crímenes, torturas, persecuciones y explotaciones por
parte de una minoría blanca hacia la mayoría negra. Escuelas,
hospitales, autobuses, plazas,
barrios y hasta ciudades “blancas”, por ejemplo, prohibían
su acceso al black man, al coloured y a todo
not white.
Este
modelo opresivo disparó fuertes movimientos de resistencia
que, de la mano de Nelson Mandela,
condujeron hacia el fin del Apartheid con las primeras
elecciones libres e iniciaron un proceso de democratización
e igualdad de todos los ciudadanos. Hoy, tras casi dos
décadas de vigencia constitucional de los derechos políticos,
el gran desafío
que las ciudades afrontan es -nada menos- que el de la
integración.
Los
altos muros levantados por el “hombre blanco” tienen aún
una fuerte expresión física que consolida procesos de
segregación forzada. Entre tanto, el país se prepara para
organizar el año próximo el Campeonato Mundial de Fútbol
“2010 FIFA World Cup” y la oportunidad
que tal evento ofrece es la puesta en tensión de tendencias estructuralmente instaladas. Presento
a continuación una breve síntesis de tal percepción de
contrastes.
Mirando
de soslayo…
El
Victoria & Alfred
Waterfront constituye el
centro turístico más importante de Cape Town.
El antiguo puerto
de la ciudad es actualmente un área gentrificada,
con restaurantes étnicos, espacios aterrazados,
exuberantes yates, hoteles de lujo y grandes tiendas que
recuperan una arquitectura industrial decimonónica de
calidad para introducir funciones recreativas, culturales
y comerciales.
¿Ideales
en cenizas?

En
el mes próximo Sudáfrica celebrará un nuevo acto eleccionario,
afianzando el joven sistema democrático. Con los grandes
líderes de la resistencia ya retirados de la arena política,
la fiesta pareciera pintarse en tonos de grises, con reivindicación
de derechos, reclamos de justicia, promesas pendientes
y escándalos mediáticos por varios frentes, que toman
distancia de aquellos ideales por los que tantos hombres
dieron su vida.
Brick on the wall…

Las
mansiones fortificadas
de los barrios ricos connotan un valor simbólico que acrecienta
las asimetrías. Muros infranqueables, barreras visuales,
casillas de vigilancia y personal de seguridad protegen
las viviendas y tornan al espacio público en un remanente
urbano reducido a la circulación vehicular, en la
que no vale detenerse. De ello da cuenta, por ejemplo,
Sandton Village, en Johannesburg.
Las
220 razones…

Es
posible observar cómo en las viviendas de los magnates
del oro y los diamantes, por ejemplo, no pareciera bastar
la imponente altura de los muros de mampostería perimetrales
que levantan las diferentes propiedades sino que, además,
éstos suelen rematar en cercos alambrados punzantes y tendidos electrificados,
con carteles que -por las dudas- advierten al desprevenido
de las 220 razones.
¿Y
después qué?

En
2010 Sudáfrica será anfitrión del Campeonato Mundial de
Fútbol y, para ello, las principales ciudades están en
obra, con gigantescos estadios, con nuevos aeropuertos,
con flamantes hoteles, con grandes malls,
con ensanche de vialidades y generación de nuevas carreteras.
No obstante, la agenda de obras pareciera focalizarse sobre aquellas áreas de mayor
consolidación, acentuando las desigualdades territoriales.
¿Tierra
prometida?

Niveles
extremos de precariedad pueden observarse al recorrer
los townships, asentamientos informales de las periferias metropolitanas.
Los casos de Langa y de Eziko
en Cape Town, por ejemplo, son
testimonio de lo expuesto, con procesos organizados de
ocupación de tierras comunales y levantamiento de casillas en zonas desprovistas de todo servicio,
sin la más mínima infraestructura.
Acallada
resistencia…
Los
black men atesoran en su rostro las huellas de una acallada
resistencia y, a pesar de la reivindicación de derechos
lograda, hoy van por más y buscan alcanzar la igualdad
de oportunidades. En breve, con motivo de un evento deportivo,
el mundo entero estará posando sus ojos sobre ellos; con
lo cual -parafraseando a Bongani, un driver de Soweto-, para Sudáfrica
“soccer is black, the opportunities
also!”.
GT
Guillermo
Tella es Arquitecto y Urbanista.
Como Profesor-Investigador Adjunto (Regular) del Instituto
del Conurbano (ICO) de la Universidad
Nacional
de General Sarmiento, el autor examina los procesos
de transformación socio-territorial de las periferias
metropolitanas y elabora estrategias de recuperación de
tejidos degradados. Recientemente ha publicado su libro
Buenos Aires: Albores de
una ciudad moderna.
De
su autoría, ver también en café
de las ciudades:
Número
74 I Arquitectura de las ciudades
La
construcción de un Parque Social en Buenos Aires
I Propuesta de nodos urbanos de inclusión para
el área del Abasto I Gustavo Diéguez
y Guillermo Tella
Número
55 I Tendencias (I)
Un
crack en la ciudad I Rupturas y
continuidades en la trama urbana de Buenos
Aires: entrevista a Guillermo Tella
I Marcelo Corti
Número
53 I Política de las ciudades (II)
Un
urbanismo de abajo hacia arriba
I Declaración de Guadalajara sobre el futuro de la ciudad:
los ciudadanos tienen derecho a no estar satisfechos I
Guillermo Tella
Número
33 I Proyectos de las ciudades
El
Parque Social como instrumento de integración I Una
experiencia singular en San Miguel Oeste. I Guillermo
C. Tella, etc.
Sobre
el Apartheid sudafricano, ver también en café
de las ciudades:
Número
63 I Cultura y Política de las ciudades
El
Apartheid revisitado I “El espejo sudafricano”:
los orígenes y la herencia de un sistema vergonzoso. I
Marcelo Corti