
conocimiento, reflexiones
y miradas sobre la ciudad
r e v i s t a d i g i t a l
aparece
el primer lunes de cada mes
|
AÑO
8 - NUMERO 78 - Abril 2009
|
|
|
|
|
> SUMARIO |
Cultura
de las ciudades |
|
De
villero a millonario (miseria y violencia urbana en el cine
reciente)
|
Slumdog Millionaire, Gomorra
( vs. Ciudad de Dios), Gran Torino
( vs. Las invasiones bárbaras) I
Por
Marcelo Corti |

Se
ha dicho que el escocés Danny Boyle (autor de la sobrevalorada Trainspotting) apenas pisó la India y que por eso su colega
hindú Loveleen Tandan
se encargó en la práctica de la dirección de Slumdog
Millionaire. Esta es una de entre tantas contradicciones de
una película ecléctica (¿muestra
la miseria tercermundista o la banaliza; homenajea
al cine “Bollywood” de la
India o usa sus estereotipos para esconder
una esencial ausencia de ideas?).
Con
lo liviana y superficial que pueda ser en su esencia,
en Slumdog Millionaire
aparecen todos
los elementos que definen en la actualidad a las megalópolis
del mundo subdesarrollado: no solo el slum (la favela, la villa miseria, los ranchitos) sino también la orgía
mediática, la intolerancia, la complejidad de las conexiones
con la globalización, la economía de la informalidad y
el crimen y, muy especialmente, el despliegue de la
esperanza como respuesta a la
miseria. Veamos en que formas aparece la ciudad en la película ganadora
del Oscar:
-
Lo dicho al principio: la aglomeración miserable del slum,
el barrio de Dharavi en Bombay
(“ahora se llama Mumbai”), sus
letrinas infectas de alquiler, sus redes de supervivencia
y el delito o la prostitución como única salida posible.
-
El conflicto político-religioso-étnico en la matanza que
deja huérfanos a Jamal y Salim y los reúne con Latika.
-
La “inseguridad”, en las mafias criminales pero también
en el desquicio y la ineficiencia policial.
-
La economía del turismo como generadora de empleos poco
calificados, incluyendo ironías sobre el Taj
Mahal y las “lavanderías” ribereñas
transformadas en espectáculo.
-
La burbuja inmobiliaria y el negocio de la construcción
en el horroroso kistch de las
torres que construye el rufián Javed,
precisamente sobre las ruinas del slum.
-
Las Tecnologías de la Información y
la Comunicación
(TICs) y la picaresca
de la globalización en la pseudo-Escocia
del call-center donde Jamal sirve el té.
-
La agenda hegemónica del entertainment, manejada
(y manipulada) por los medios masivos.
Por
sobre todo, la rapsodia de los sentidos y los mensajes
en una sociedad ecléctica y fragmentada.
Saliendo
de la sala en cualquier centro multicines de Latinoamérica,
vemos anuncios de películas sobre compradoras compulsivas,
novias que se pelean por una sala de fiestas, rubios sonrientes
con relaciones light, etc. Aceptémoslo:
Hollywood no parece tener nada mejor para contar que
la sensiblera historia de amor narrada por Slumdog
Millionaire mientras nos muestra Mumbai.
Hasta se agradece que la botella ofrecida por el rufián
Maman a los chicos de la calle tenga la
marca Coca Cola tapada, detalle impensable
en un cine donde se ha calculado para algunas películas
la aparición de una alusión publicitaria cada 30 segundos.
Pero no solo el cine de Hollywood
queda cuestionado con Slumdog…
Por
ejemplo, aunque la Argentina no sea una sociedad
de castas, sería difícil imaginarse una película argentina
donde un protagonista villero alcance el grado de empatía
que genera Jamal con la
audiencia. No hablamos de héroes en una
película de “denuncia social”, sino de personajes para un cine masivo con el que
los espectadores puedan identificarse. Por el momento,
no es nada probable que una película con Ricardo Darín
y Natalia Oreiro lleve por título “De villero a millonario”… En otro
contexto, los brasileños Fernando Meirelles y Katia Lund pudieron
lograr una síntesis de denuncia, construcción del héroe
cotidiano y masividad en Ciudad de Dios.

Para
Mauricio Corbalán, sin embargo,
la construcción del crimen urbano organizado en Ciudad
de Dios se confronta con la que realiza Gomorra.
Trascribo literalmente su opinión:
“Tanto
Gomorra como Ciudad de Dios
son películas que se refieren a una nueva condición urbana:
las formas de la violencia y su administración a través
de redes de actividades ilegales. Retoman también la tradición
bíblica de la ciudad como fuente de pecado. Y la de la decadencia de la urbanidad del Estado asistencialista (en su version
europea o latinoamericana) a través de la vivienda masiva.
Pero Gomorra trata de narrar una red de lealtades y traiciones
mediante la descripción de “redes” con su burocracia,
su manutención precaria de la paz (que cíclicamente se
desborda y entra en conflicto) y también las nuevas conexiones
“glocales” de estas redes. Los
grafos de estas redes conectan actividades muy diferentes,
como la alta costura, las drogas o la basura de la ciudad. Ciudad de
Dios es la amenaza de que la ciudad sea tomada por su
subsuelo de los miserables que se vuelven representantes
de la anarquía. El reportaje
presuntamente apócrifo del líder del comando vermelho
es el guión que construye (o distribuye) el escenario
de Río de Janeiro. Dos futuros sombríos de la ciudad,
con sus versiones
burocratista o anárquica de
administrar la violencia urbana. Un nuevo actor de
la urbanidad”.
La
película de Matteo Garrone
ensaya con éxito un hiper-neorrealismo heredero de aquel cine italiano de los ’50, pero sobre
todo una contraposición a la operación mitológica que
sustenta el cine sobre mafias desde la saga de El Padrino
en adelante. Los camorristas de Scampia que muestra Gomorra no son
heroicos, no tienen diálogos ingeniosos, son desagradables y toscos, con excepción del atildado empresario que
entierra residuos tóxicos en zonas agrícolas (“este país
está en Europa por gente como yo”, sostiene). Tutto clean, le exige un industrial; tutto a posto, es la muletilla favorita de unos
gangsters ignorantes, de limitado
lenguaje, traicioneros hasta de los “códigos” que en otros
tiempos impedían matar adolescentes y mujeres.
La
megaestructura barrial de Le
Vele (“las velas”) donde Totò,
María y Don Ciro atraviesan las internas de la Camorra es el
ghetto planificado y derruido; en Gran Torino
(Clint Eastwood), en cambio, es el
barrio suburbano del “vuelo blanco” el que ha devenido
ghetto luego de un nuevo vuelo (esta vez, para
escapar del barrio y no del centro). En este barrio
poblado de chinos, latinos y negros ha quedado encerrado
Walt Kowalsky.
Viudo, retirado y perseguido por sus recuerdos de la guerra
de Corea, Kowalski redime su vida recomponiendo en un muchacho chino
la relación de referente paterno que no pudo manejar con
sus propios hijos.
Thao puede escapar a su destino de pandillero a partir de su ingreso a
la disciplina del
trabajo (buena respuesta, aun sin proponérselo, al
actual discurso fusilador y
clasista de los medios argentinos). Una banal evasión
de impuestos es uno de los tres pecados que Kowalsky
le confiesa al joven sacerdote católico; el empleo
seguro y la solidaridad
comunitaria entre gentes diversas, en cambio, es la
clave de la redención del viejo jubilado de la
Ford. La
operación es la inversa a la realizada hace unos años
por Denys Arcand
en Las invasiones bárbaras: la parábola que arma Eastwood
reivindica el Welfare
State (demonizado en la
reaccionaria película de Arcand
con la introducción de sindicalistas corruptos, hospitales
ineficientes y progres culposos)
como alternativa a la crisis social, económica y cultural.

MC
Sobre
la India, ver también la nota de Laura
Wainer en este número
de café
de las ciudades.
Sobre
la eterna y siempre renovada relación entre cine y ciudad,
ver también en café
de las ciudades:
Número
69 I Cultura de las ciudades
Happy
together I Cine y ciudad en cinco episodios (y la
reconstrucción de Metrópolis en Buenos Aires) I Marcelo
Corti
Ver en La
Repubblica
la nota de Pasquale Belfiore
sobre
Le Vele de Scampia.
|
|
|
|
Arquitectura
de las ciudades |
Ajedrez
urbano
|
Tres
movimientos entre la
Máquina de Dios y Wall
Street I
Por
Alejandro Cohen |
Había una ciudad real que en parte nos seducía y
en parte nos fastidiaba. Queríamos entender la dimensión
urbana como una dimensión operativa en la que pudiera
estar realmente involucrada la arquitectura, aunque
era algo más que un contextualismo
amable. Eran frecuentes y tal vez necesarias
las investigaciones sobre la forma urbana, aunque tal
vez muy descriptivas. A nosotros nos interesaba más
avanzar en formas de investigación proyectual
que pudieran prefigurar escenarios futuros desde las
diversas lógicas que generan los diferentes operadores
de la organización material del territorio. De un territorio
en permanente mutación por los diferentes procesos operantes
en su geografía y por el cambio de paradigmas en los
imaginarios sobre el habitar contemporáneo. ¿Qué tanto
sabíamos de esto y que podíamos hacer? ¿Hacer ciudad?.
|
|
|
|
¿Estado
ausente o protagónico? |
Villas
y asentamientos de la Región Metropolitana
de Buenos Aires
I
Por
María Cecilia Larivera |
Hoy
por hoy, la ciudad no está preparada en términos generales
(suelo urbanizado, infraestructura vial, stock construido,
servicios públicos, control de residuos, transporte,
etc.) para albergar ese crecimiento, incitando la focalización
de mayores urbanizaciones en áreas críticas, (entendidas
éstas como la propagación de urbanizaciones informales
en áreas de alta vulnerabilidad ambiental) en los márgenes
de los cursos hídricos, especialmente donde el valor
del suelo urbano es despreciable como consecuencia de
externalidades negativas:
por ser tierras poco asequibles e impenetrables (tierras
bajas y anegadizas, ex tosqueras,
proximidad a los basurales, y en especial terrenos contaminados,
etc., a excepción de la valiosa localización de la
Villa 31). En ese sentido, a lo largo
de la historia se ensayaron varias respuestas políticas
para remediar un mismo conflicto. Todas ellas incompletas.
|
|
|
Cultura
y Política de las ciudades |
Sudáfrica:
Blacks and
Whites, Rich and Poor
|
Cuando
la ciudad colabora en acentuar asimetrías
I
Por
Guillermo Tella |
Escuelas,
hospitales, autobuses, plazas, barrios y hasta ciudades
“blancas”, por ejemplo, prohibían su acceso al black man, al coloured y a todo not white. Este modelo opresivo disparó fuertes movimientos
de resistencia que, de la mano de Nelson Mandela,
condujeron hacia el fin del Apartheid con las primeras
elecciones libres e iniciaron un proceso de democratización
e igualdad de todos los ciudadanos. Hoy, tras casi dos
décadas de vigencia constitucional de los derechos políticos,
el gran desafío que las ciudades afrontan es -nada menos-
que el de la integración. Los altos muros levantados
por el “hombre blanco” tienen aún una fuerte expresión
física que consolida procesos de segregación forzada.
Entre tanto, el país se prepara para organizar el año
próximo el Campeonato Mundial de Fútbol “2010 FIFA World
Cup” y la oportunidad que
tal evento ofrece es la puesta en tensión de tendencias
estructuralmente instaladas.
|
|
|
|
Incredible India (I) |
Crónicas
de un país múltiple
I
Por
Laura Wainer |
Son
las diez de
la mañana. La principal calle turística-comercial de
Mumbai, Mahakavi Bushang Marg, dentro del barrio típico de Colaba, se despierta lentamente.
La actividad comienza recién pasada la media mañana,
ya que la noche anterior terminó más allá de las
once. Los “puesteros”, que expanden sus telas
repletas de manufacturas, indumentarias, calzados, accesorios
y souvenirs, comienzan a montar
sus negocios ambulantes en las mismas tablas que han
utilizado para dormir toda la noche. En India ocurre
así: la tabla es negocio, cama, mesa, silla, casa. El
espacio público es donde se proyecta toda la vida de
una persona: donde duerme, come, se afeita, tiene sexo
y sobrevive. La
India es un país muy difícil de describir.
El tiempo, el ruido, la gente, la basura van decantando
de a poco en la razón y en las percepciones hasta “curtir”
al alma, para entregarse a vivir un mundo completamente
diferente. India es segregación, es pobreza, es lujo
y crecimiento. Es tradición y religión. India es múltiple.
|
|
|
|
Signos
vitales pendulares en el AMBA
|
La
agenda viva de la Institucionalidad Metropolitana
I
Por
Artemio Pedro Abba |
Respecto
de los RSU se comenzó con pasos muy firmes en un acuerdo
entre Ciudad y Provincia que replanteara una política
de largo plazo para la desgastada metodología del CEAMSE,
pero no se ha logrado superar la dificultad para concretar
los términos del acuerdo alcanzado a principios del
2008. Hoy la Ciudad de Buenos Aires se dispone a renovar el
contrato de recolección (pieza clave para la definición
de la política de RSU de la actual gestión) sin asumir
responsablemente lo que dispone la Ley de Basura Cero en materia
de separación y reciclaje de basura y, la Provincia de Buenos Aires
posterga la definición de la estrategia territorial
de disposición de residuos por resultarle incómodo en
el período pre-electoral ya
iniciado.
|
|
|
|
Una
mirada arrabalera a Buenos Aires
I Columna
a cargo de Mario L. Tercco.
|
En
este número: Terquedad
Basura Cero
|
|
|
|
Presentaciones
desde Bogotá y Riobamba, fotos jujeñas, carnavales quilmeños
y juicios diversos sobre notas del café.
|
|
|
Curso
de Capacitación, Planificación y Gestión Urbano Territorial
en Municipios - Libro Verónica - La introducción del
urbanismo en Buenos Aires, por Guillermo Tella
- Master Laboratorio de la
Vivienda del siglo XXI - Capacitación
en Transporte Urbano Metropolitano - Nuevo Doctorado
en Arquitectura y Urbanismo, en Concepción - Maestría
en Valoración del Patrimonio Natural y Cultural, en
Salta - Picnic en el Río Tempio,
en Sicilia - Perrault:
“No construimos edificios sino paisajes” - La ciudad
viva, en Quito - BEYOND MEDIA – VISIONS, en Florencia
- La Antártida
en el DF - Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología, en Buenos
Aires - Los antropólogos analizan la segregación urbana,
en Buenos Aires - Sobre la
Costanera de Paraná - Emergencia habitacional
en Buenos Aires - Papel de los internos del Borda -
Fabio Quetglas y el desarrollo
local.
|
|
|
|
>
ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
|
café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
Marca en trámite
Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco
Las notas firmadas
no expresan necesariamente la opinión del editor.
Al incluir un mecanismo de remoción, este material
no puede considerarse spam.
Material protegido por la legislación autoral. Para
su reproducción, consultar con el editor o con el
autor en cada caso.
Copyright © 2002 - 2003 - 2004 - 2005
-
2006 -
2007 -
2008- 2009 café
de las ciudades para
todo el material producido para esta edición
|
|
|