AÑO 5 - Diciembre 2013
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Ciudades para tod@s: articulando capacidades sociales urbanas
Por Ana Sugranyes y Charlotte Mathivet

Durante el Foro Social Mundial de Belém, en enero 2009, el geógrafo David Harvey declaró en la carpa de Reforma Urbana: “Estoy muy agradecido de esta invitación porque siempre aprendo mucho de los movimientos sociales”.2 Terminó su conferencia, afirmando que “hemos llegado a un punto en que ya no podemos aceptar lo que Margaret Thatcher dijo: ‘no hay alternativa’; tenemos que decir que debe haber una alternativa para el capitalismo en general. Y podemos aproximarnos a esta alternativa concibiendo al derecho a la ciudad como una demanda popular e internacional. Y espero que todos nos unamos en esta misión”.3

Este libro responde a esta esperanza y este llamado a unirse bajo la bandera del derecho a la ciudad, dándoles la palabra a actores muy diversos que luchan por el derecho a la ciudad. Esta diversidad de puntos de vista, discursos, culturas, experiencias es el hilo conductor de esta publicación. Proponemos articular las diferentes ideas y hacer converger las diferencias hacia un mismo objetivo: el derecho a la ciudad como bandera de lucha contra el neoliberalismo. No estamos hablando de una abstracción ideológica, sino que nos referimos a los efectos sufridos por los habitantes en su cotidianidad, pensando, por ejemplo, en el no acceso a la tierra y los servicios, la inseguridad de la tenencia, los desalojos; todo estos generados por múltiples causas, las privatizaciones, la especulación inmobiliaria, los mega-proyectos y mega-eventos, los abusos y tráfico de poder, la desregulación del espacio público, la planificación urbana para los intereses de unos pocos.

Así, se plantea la idea de apropiarse del derecho a la ciudad como propuesta política de cambio y alternativa a las condiciones de vida urbana creadas por las políticas capitalistas, hoy neoliberales. Según Purcell, “El derecho a la ciudad de Lefebvre implica reinventar radicalmente las relaciones sociales del capitalismo y la estructura espacial de la ciudad”.4 Es así como Lefebvre afirmaba que “el derecho a la ciudad no puede concebirse como el simple derecho de visita o de regreso a las ciudades tradicionales. Puede formularse solamente como derecho a la vida urbana, transformada, renovada”.5

Esta reformulación de la vida urbana propone mayor equidad, donde la mayoría de los habitantes logren ser felices y solidarios, generando y redistribuyendo los beneficios de la ciudad para todas y todos. Somos conscientes de los desafíos de esta aspiración de justicia social; algunos las llaman quimera o ilusión. Nosotros la llamamos utopía indispensable para otro mundo posible.

En esta gran tarea de (re)inventar condiciones del “buen vivir”6 –como lo reclaman los indígenas andinos quechuas y aymaras– es imprescindible construir estrategias globales para crear otra ciudad y otras relaciones humanas. Los movimientos sociales, como dijo Harvey, juegan en eso un importante papel a través de sus luchas cotidianas por una sociedad más igualitaria, y específicamente por una ciudad más justa.

Recordemos el contexto histórico de la aparición del derecho a la ciudad, concepto, idea, programa (y no solo eslogan) definido en el libro Le droit à la ville,7 del filósofo y sociólogo francés Henri Lefebvre en 1968. Efectivamente, en esa época Lefebvre era profesor de sociología urbana en la Facultad de Sociología de Nanterre, donde partió el movimiento de Mayo del 68. Para muchos, las ideas de Lefebvre sobre el derecho a la ciudad han tenido influencia en los acontecimientos de mayo del 68. Es cierto que en el imaginario colectivo no se vincula automáticamente este movimiento social francés con Lefebvre, sino que con apellidos más famosos, como Lévi-Strauss, Debord y Lacan; estos intelectuales (y otros) se han apropiado del movimiento de Mayo del 68 a pesar de que éste haya sido impulsado por las ideas de Lefebvre y sus asistentes. Es así como “Mayo 1968 no es la obra de los académicos de las grandes escuelas, sino que del pueblo. Lefebvre no fue à l’École Normale Supérieure […]. Aprendió la sociología manejando un taxi en los años veinte en Paris”.8

Además, recordemos que la universidad de “Nanterre era una facultad construida cerca de tugurios”.9 Es la relación entre la pobreza urbana, la formulación intelectual crítica contra el sistema, y el movimiento social de 1968, que retroalimentan el derecho a la ciudad formulado por Lefebvre. Y es así como se llega a afirmar que Lefebvre tuvo mucha influencia en la formación de los militantes”.10

 Mirando a los diversos actores, y dentro de ellos los movimientos sociales que reivindican el derecho a la ciudad en sus luchas, creemos que este derecho sigue teniendo una importancia en la vigencia del pensamiento de Lefebvre y los que han continuado con el tema después de él. Esta vigencia y persistencia en el tiempo aparecen como su gran fuerza. Si bien en 1968 ha sido Lefebvre11 con sus escritos y debates en las aulas sobre el derecho a la ciudad quien alimentó el movimiento estudiantil hacia la subversión y la rebeldía contra el orden establecido; hoy son los movimientos sociales con la bandera del derecho a la ciudad quienes se empoderan en sus luchas contra los efectos nefastos ya mencionados del sistema neoliberal. 

Cuarenta y dos años después de la primera formulación del derecho a la ciudad, es sorprendente que esta idea siga en pie y convoque a los movimientos sociales, académicos, organizaciones de la sociedad civil, tan heterogéneas, y en diferentes partes del mundo. Ni tan sorprendente, ya que las estrategias populares para luchar contra la lógica de la globalización mercantil actúan desde lo local con la perspectiva global del derecho a la ciudad. 

Habitat International Coalition (HIC) es parte de esta historia y de esta propuesta. Por eso decidió publicar una compilación de textos relatando experiencias y análisis que consideran el derecho a la ciudad como una bandera de lucha y propuesta política de cambio. Este propósito se vislumbra de manera más o menos clara hasta llegar en algunos casos a no mencionar directamente el derecho a la ciudad. También los distintos textos lo consideran de formas muy diferentes:cómo una herramienta política, jurídica, cultural.

Este libro busca articular las luchas, describiéndolas en función de cada contexto local, con una mirada global para generar nexos, crear redes, y definir alianzas. No es un estudio teórico desconectado de la realidad, sino parte de un proceso de acción y reflexión en el cual los movimientos se comprometen en sus luchas diarias.

Según Jordi Borja, “el desarrollo y legitimación de los derechos ciudadanos dependerá de un triple proceso: i) cultural, de hegemonía de los valores que están en la base de estos derechos y explicitación de los mismos; ii) social, de movilización ciudadana para conseguir su legalización y la creación de mecanismos y procedimientos que los hagan efectivos; iii) político-institucional para formalizarlos, consolidarlos y desarrollar las políticas para hacerlos efectivos”.12

El mismo autor afirma que los actores principales y emergentes de este proceso no son las estructuras políticas tradicionales de poder (estado y partidos políticos) sino grupos sociales, a veces muy heterogéneos.

Desde hace veinte años, HIC está involucrada en este triple proceso, acompañando movimientos y grupos sociales de diferente índole. Esta publicación propone ilustrar la diversidad de estos actores en la construcción del derecho a la ciudad, a través de conquistas, derrotas y rearticulaciones (en otras palabras: aciertos, errores y recomposiciones de fuerzas). Así, documenta estrategias políticas que emanan de esta diversidad de actores y que buscan incluir este enfoque de derecho colectivo en las instancias de toma de decisión. Es difícil mirar y entender los cambios, las rebeliones, y las propuestas que surgen de los barrios y territorios. Cada una de estas expresiones corresponde a problemas distintos, de marginalidad, de delincuencia, de segregación, de autoconstrucción mal asistida, estigmatización de la pobreza. Frente a estas realidades, tenemos que difundir nuevas miradas, que entiendan las singularidades locales, respeten la diversidad y rechacen los efectos perversos que conllevan las imágenes negativas creadas por el asistencialismo y el discurso mediático. 

Como lo afirma el autor uruguayo Raúl Zibechi, “quienes estamos comprometidos con la causa de la emancipación y de los movimientos sociales, necesitamos promover reflexiones, análisis y formulaciones teóricas que reconozcan y aborden estas ‘sociedades otras’, que las ciencias sociales del sistema tienen dificultad para visibilizar”.13 Y agrega que es por esto que “estamos necesitados de pensamiento e ideas anclados en esas sociedades diferentes, no solo comprometidos con ellas sino formando parte de ellas”.14

Este libro no es un estudio científico sobre el derecho a la ciudad como hizo Lefebvre y varios otros autores, entre los cuales resalta Harvey. Este libro se entiende como un espacio de debate, confrontación de ideas, ilustración de experiencias, formulación de dudas, pero sobre todo de certezas sobre la fortaleza del derecho a la ciudad como herramienta para una ciudad y por tanto, un mundo mejor.

La estructura del libro demuestra esta misma voluntad: está compuesto en dos grandes partes, la primera incluye artículos desde una reflexión teórica, de autores destacados. Jordi Borja15 introduce los problemas de la ciudad desde la perspectiva de la democracia. Yves Jouffe16 hace un análisis crítico al derecho a la ciudad centrado en el acceso al espacio urbano. Esta crítica se puede vislumbrar a través del análisis basado en el género de Tovi Fenster,17 con el apoyo de las definiciones de este enfoque que introduce Shelley Buckingham.18 Desde otra perspectiva, Patricia Ezquerra y Henri Renna19 proponen otra dimensión de esta utopía indispensable: el derecho a la felicidad. Peter Marcuse20 nos lleva a una reflexión sobre la dualidad entre el enfoque individualidad de los derechos humanos y el enfoque colectivo del derecho a la ciudad. Giuseppe Caruso21 pregunta hasta dónde el derecho a la ciudad puede movilizar un movimiento global bajo esta bandera. Esta primera parte termina con los aportes de Enrique Ortiz22 y de Bola Fajemirokun,23 que explican cómo este derecho se está espacializando en sus regiones: América Latina y África. 

A partir de estas introducciones teóricas, la segunda parte es una compilación de experiencias en el mundo sobre la aplicación del derecho a la ciudad. Estas se desenvuelven en contextos geográficos, culturales, políticos, económicos muy diferentes. Corresponden también a una gran diversidad de estrategias adoptadas por los actores involucrados. 

Agente de cambio, la única clase social que podía lograr efectivamente una transformación de la sociedad y entonces de la ciudad, de implementar el derecho a la ciudad, era el proletariado encabezado por la clase obrera. Así afirmaba que “solo la clase obrera puede ser el agente, portador, o soporte social de esta realización”.24 

En 2010, el escenario se ve diferente pues la clase obrera en el mundo globalizado neoliberal tercerializado se ha visto relegado a un segundo plano, sin el papel político que había tenido antes. Por eso, movimientos sociales, organizaciones, intelectuales, militantes y activistas muy diversos, pero todos buscando el cambio social, se reivindican como colectivo movilizado del movimiento por el derecho a la ciudad y ya no como parte de la clase obrera. Unos de los cambios más relevantes que se han dado en estas últimas décadas es el reconocimiento del rol de la mujer dentro de estos procesos. Asimismo, es de suma importancia reconocer la discriminación adicional hacia la mujer en el espacio público, a la hora de construir ciudades más equitativas. 

También es importante destacar el rol que el espacio del Foro Social Mundial (FSM) ha facilitado para los movimientos sociales y para su articulación en una expresión global del derecho a la ciudad en el mundo, como lo analiza Giuseppe Caruso. Efectivamente, el FSM desde hace diez años ha facilitado estrategias globales para que diferentes movimientos se conozcan, intercambien, aprendan y reanalicen su propia experiencia a la luz de lo discernido en otros movimientos.

Esto ha llevado movimientos y redes a formular Cartas, Declaraciones y Agendas para seguir con la lucha por el derecho a la ciudad. En otras publicaciones,25 HIC ha analizado los procesos de las diferentes cartas por el derecho a la ciudad, y en particular de la Carta Mundial, como aquí lo explica Enrique Ortiz.26 

Ciudades para tod@s relata experiencias desarrolladas por muchos actores en varias regiones del mundo. Contamos con la participación de autores muy diversos, de horizontes diferentes: mujeres y hombres profesionales, académicos, urbanistas, arquitectos, abogados, sociólogos, cientistas políticos, militantes de base; todos animados por una fuerza de resistencia, y por una voluntad de propuesta hacia el derecho a la ciudad. 

Por eso nos interesa mostrar que esta diversidad es la esencia del derecho a la ciudad y de una posible alianza global, aunque también da cuenta de su debilidad y de posibles efectos perversos. Este libro aporta miradas críticas al derecho a la ciudad, críticas constructivas para seguir levantando prácticas y políticas alternativas a la hegemonía del neo-liberalismo, en todo el mundo. Necesitamos seguir construyendo el derecho a la ciudad, en los debates como en las acciones, teniendo como objetivo un proceso emancipatorio. Los avances hacia el derecho a la ciudad enfrentan ahora un momento decisivo. La ONU, que no se caracteriza particularmente por su apoyo a las luchas sociales, internaliza el derecho a la ciudad, en la convocatoria del Foro Urbano Mundial 5 (FUM), en Río de Janeiro.27 Ante este gran desafío, HIC con este libro coloca en esta feria urbana institucional y empresarial, el rol de la sociedad civil que viene surgiendo desde hace décadas. Si la ONU incorpora el derecho a la ciudad en el FUM 5, es porque Brasil es el país en donde movimientos y organizaciones sociales vienen construyendo este derecho desde hace más de veinte años, como lo explican Nelson Saule y Karina Uzzo.28 Sin embargo, también esto representa un peligro de instrumentalización de estas luchas y del tema del derecho a la ciudad, que por tener como característica la diversidad de opinión, de estrategias, así como de actores, puede resultar fácil de vaciar de su contenido de transformación de la ciudad y del sistema que la rige. En esta perspectiva, la preparación de un Foro Social Urbano, organizado por primera vez en Río a la par del espacio institucional del FUM, puede ser una herramienta potente en estos esfuerzos de construir un movimiento global por el derecho a la ciudad desde los movimientos sociales.

Dedicamos este libro a las organizaciones y los actores sociales, profesionales y académicos de la sociedad civil, que trabajan y luchan por el derecho a la ciudad en el mundo, pero también a gente interesada en estos temas, que sin saber que exista el derecho a la ciudad, sin tener conciencia de las crecientes experiencias, movilizaciones, reflexiones acerca de este derecho, perciben la potencia de este tipo de ideas y la necesidad de entrelazar las luchas. Es una herramienta para reconocer el espectro amplio de las luchas posibles por el derecho a vivir bien en la ciudad, a ser dueño de nuestro propio destino, mostrando las acciones desarrolladas en el tema y dejando pistas para articular las diferentes formas de luchar hacia otra ciudad posible. 

Para facilitar la lectura de las propuestas y experiencias presentadas en esta publicación, presentamos a continuación una breve presentación del derecho a la ciudad para que todos los lectores puedan tener las herramientas básicas para entender y apoderarse de esta propuesta, camino, proyecto del derecho a la ciudad. 

 

Notas

1 El Foro Urbano Mundial en su quinta versión de 2010, tiene como lema en inglés The Right to the City Bridging the Urban Divide”. Existen muchas traducciones en español de este lema: Colmar la brecha urbana, C Reduciendo lo urbano dividido o Uniendo lo urbano dividido. Más que enfocarse en lo dividido, HIC trabaja en la articulación de las fuerzas positivas hacia el derecho a laciudad. 

2 http://www.hic-net.org/articles.php?pid=3107, David Harvey en el Foro Social Mundial 2009: el Derecho a la Ciudad como alternativa al neoliberalismo, Harvey, David, 2009. 

3 Loc. cit.

4 Purcell, Mark, Le Droit à la ville et les mouvements urbains contemporains, 2009, Droit de Cité, Eue Descartes, N.63, p 42. Citación original en francés: Le droit à la ville de Lefebvre implique de réinventer radicalement les relations sociales du capitalisme et la structure spatiale de la ville.

5 Lefebvre, Henri, 1968, Le droit à la ville, Ed. Economica, 3ième édition, 2009, p. 108. Cita original en francés “le droit à la ville ne peut se concevoir comme un simple droit de visite ou de retour vers les villes traditionnelles. Il ne peut se formuler que comme droit à la vie urbaine, transformée, renouvelée”.

6 Sumak kawsay es quichua ecuatoriano y expresa la idea de una vida no mejor, ni mejor que la de otros, ni en continuo desvivir por mejorarla, sino simplemente buena www.kaosenlared.net/ noticia/sumak-kawsay-suma-qamana-buen-vivir, Sumak Kawsay, Suma Qamaña, Buen Vivir, Tortosa, José María, 2009. 

7 Ibíd. Préface, Hess, R, S. Deulceux, G. Weigand.

8 Ibíd. p. VI Cita original en francés «Mai 1968 n est pas le fait des gens d école mais des gens du tas. Lefebvre n est ni normalien ni agrégé. Il a fait ses classes de sociologie en conduisant un taxi dans les années 20 à Paris». 

9 Loc. cit, Cita original en francés: «Nanterre était une faculté construite autour des bidonvilles». 

10 Loc. cit., Cita original en francés «C´est du côté des apprentissages militants que Lefebvre a eu une importance». 

11 ... y los situacionistas entre otros. Para este debate entre situacionistas y Lefebvre, ver Simay, Philippe, 2009. Une autre ville pour une autre vie. Henri Lefebvre et les situationnistes, Droit de Cité, Rue Descartes, No. 63.

12 http://www.lafactoriaweb.com/articulos/borja10.htm#, Borja, Jordi, Los desafíos del territorio y los derechos de la ciudadanía, 2001.

13 Zibechi Raúl, 2007, Dispersar el poder, Los movimientos como poderes antiestatales, Editorial Quimantú, Santiago de Chile, p. 8.

14 Loc. cit.

15 Borja, Jordi, La democracia en busca de la ciudad futura, p. 31. 

16 Jouffe, Yves, Contra el derecho a la ciudad accesible. Perversidad de una reivindicación consensual, p. 89.

17 Fenster, Tovi, El Derecho a la Ciudad y la Vida Cotidiana Basada en el Género, p. 65. 

18 Buckingham, Shelley, el derecho a la ciudad desde una perspectiva de género, p. 59. 

19 Ezquerra, Patricia, Renna, Henry, en este libro, Un Horizonte para las políticas públicas, Notas sobre la Felicidad, p. 79. 

20 Marcuse, Peter, Los derechos en las ciudades y el derecho a la cuidad, p. 89. 

21 Caruso, Giuseppe, ¿Una nueva alianza para la ciudad? Oportunidades y desafíos de la globalización del movimiento por el derecho a la ciudad p. 103.

22 Enrique Ortiz: El proceso de construcción por el derecho a la ciudad: avances y desafíos p. 117. 

23 El concepto y la implementación del derecho a la ciudad en África Anglófona, p. 125.

24 Lefebvre, H. Op. cit. p. 108. Cita en francés «seule la clase ouvrière peut devenir l’agent, porteur, ou support social de cette réalisation».

25 Nehls Martínez, N, Ortiz, E, Zárate, L (comps.), 2008, El derecho a la ciudad en el mundo. Compilación de documentos relevantes para el debate HIC-AL, Ciudad de México. 

26 Ver en este libro, Ortiz, Enrique, El proceso de construcción por el derecho a la ciudad: avances y desafíos, p. 117.

27 Foro Urbano Mundial 5, «The Right to the City-Bridging the Urban Divide», Rio de Janeiro, Brasil, 22 al 26 de marzo 2010.

28 Saule, Nelson, Uzzo Karina: La trayectoria de la reforma urbana en Brasil, p. 259.

 

Referencias 

Lefebvre, Henri. 1968. Le droit à la ville, Ed. Economica, 3ième édition, 2009, Paris. 

Nehls Martínez, Nehls; E. Ortiz, L. Zárate (comps.) 2008. El derecho a la ciudad en el mundo. Compilación de documentos relevantes para el debate HIC-AL, Ciudad de México.

Purcell, Mark. 2009. Le Droit à la ville et les mouvements urbains contemporains, Droit de Cité, Rue Descartes, No. 63. 

www.hic-net.org/articles.php?pid=3107, David Harvey en el Foro Social Mundial 2009: el Derecho a la Ciudad como alternativa al neoliberalismo, Harvey, David, 2009. 

www.kaosenlared.net/noticia/sumak-kawsay-suma-qamana-buen-vivir, Sumak Kawsay, Suma Qamaña, Buen Vivir, Tortosa, José María, 2009

 www.lafactoriaweb.com/articulos/borja10.htm#, Borja, Jordi, Los desafíos del territorio y los derechos de la ciudadanía, 2001.

Zibechi Raúl, 2007, Dispersar el poder, Los movimientos como poderes antiestatales, Editorial Quimantú, Santiago de Chile.

 

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> Reforma urbana: el Derecho a la Ciudad como alternativa al neoliberalismo
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> Rehabilitación y renovación urbana. Aspectos generales y experiencias en Cataluña
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