Durante
el Foro Social Mundial de Belém,
en enero 2009, el geógrafo David Harvey declaró
en la carpa de Reforma Urbana:
“Estoy
muy agradecido de esta invitación porque
siempre aprendo mucho de los movimientos sociales”.2
Terminó
su conferencia, afirmando
que “hemos llegado a un punto en que ya no podemos
aceptar lo que Margaret Thatcher
dijo: ‘no hay alternativa’; tenemos que decir que
debe haber una alternativa para el capitalismo
en general. Y podemos aproximarnos a esta alternativa
concibiendo al derecho a la ciudad como una
demanda popular e internacional. Y espero que
todos nos unamos en esta misión”.3
Este
libro responde a esta esperanza y este llamado a unirse
bajo la bandera del derecho a la ciudad,
dándoles la palabra a actores muy diversos que luchan
por el derecho a la ciudad. Esta diversidad
de puntos de vista, discursos, culturas, experiencias
es el hilo conductor de esta publicación. Proponemos
articular las diferentes ideas y hacer
converger las diferencias hacia un mismo objetivo:
el derecho a la ciudad como bandera de lucha
contra el neoliberalismo. No estamos hablando
de una abstracción ideológica, sino que nos referimos
a los efectos sufridos por los habitantes
en su cotidianidad, pensando, por ejemplo, en el
no acceso a la tierra y los servicios, la inseguridad
de la tenencia, los desalojos; todo estos
generados por múltiples causas, las privatizaciones,
la especulación inmobiliaria, los mega-proyectos
y mega-eventos, los abusos y tráfico de poder,
la
desregulación del espacio público, la planificación
urbana para los intereses de unos
pocos.
Así,
se plantea la idea de apropiarse del derecho a la
ciudad como propuesta política de cambio
y alternativa a las condiciones de vida urbana creadas
por las políticas capitalistas, hoy neoliberales.
Según Purcell, “El derecho
a la ciudad de Lefebvre implica reinventar radicalmente las relaciones sociales
del capitalismo y la estructura espacial
de la ciudad”.4
Es así como
Lefebvre afirmaba que “el
derecho a la ciudad no puede concebirse como
el simple derecho de visita o de regreso a las ciudades
tradicionales. Puede formularse solamente como
derecho a la vida urbana, transformada, renovada”.5
Esta
reformulación de la vida urbana propone mayor equidad,
donde la mayoría
de los habitantes logren ser felices y solidarios,
generando y redistribuyendo los
beneficios de la ciudad para todas y todos. Somos
conscientes de los
desafíos de esta aspiración de justicia social; algunos
las llaman quimera o ilusión.
Nosotros la llamamos utopía indispensable para otro
mundo posible.
En
esta gran tarea de (re)inventar condiciones del “buen
vivir”6
–como lo reclaman
los indígenas andinos quechuas y aymaras–
es imprescindible construir estrategias
globales para crear otra ciudad y otras relaciones
humanas. Los movimientos sociales, como
dijo Harvey, juegan en eso un importante papel a
través de sus luchas cotidianas por una sociedad
más igualitaria, y específicamente por
una ciudad más justa.
Recordemos
el contexto histórico de la aparición del derecho
a la ciudad, concepto, idea, programa (y
no solo eslogan) definido en el libro Le droit
à la ville,7
del filósofo y sociólogo francés Henri
Lefebvre en 1968. Efectivamente,
en esa época Lefebvre era profesor de sociología urbana en la Facultad
de Sociología de Nanterre, donde partió
el movimiento de Mayo del 68. Para muchos, las ideas
de Lefebvre
sobre
el derecho a la ciudad han tenido influencia en los
acontecimientos
de mayo del 68. Es cierto que en el imaginario
colectivo no se vincula automáticamente este
movimiento social francés con Lefebvre,
sino que con apellidos más famosos, como Lévi-Strauss,
Debord y Lacan; estos intelectuales (y otros) se
han apropiado del movimiento de Mayo del 68 a pesar
de que éste haya sido impulsado por las
ideas de Lefebvre y sus
asistentes. Es así como “Mayo 1968 no
es la obra de los académicos de las grandes escuelas,
sino que del pueblo. Lefebvre no fue à l’École Normale Supérieure […]. Aprendió
la sociología manejando un taxi en los años
veinte en Paris”.8
Además,
recordemos que la universidad de “Nanterre era
una facultad construida cerca de tugurios”.9
Es la relación
entre la pobreza urbana, la formulación intelectual crítica contra
el sistema, y el movimiento social de 1968, que retroalimentan
el derecho a la ciudad formulado por Lefebvre.
Y es así como se llega a afirmar que “Lefebvre
tuvo mucha influencia en la formación de los
militantes”.10
Mirando
a los diversos actores, y dentro de ellos los movimientos
sociales que
reivindican el derecho a la ciudad en sus luchas,
creemos que este derecho sigue
teniendo una importancia en la vigencia del pensamiento
de Lefebvre y los que
han continuado con el tema después de él. Esta vigencia
y persistencia en el
tiempo aparecen como su gran fuerza. Si bien en 1968
ha sido Lefebvre11
con sus
escritos y debates en las aulas sobre el derecho a
la ciudad quien alimentó el movimiento
estudiantil hacia la subversión y la rebeldía contra
el orden establecido; hoy son los movimientos
sociales con la bandera del derecho a la ciudad
quienes se empoderan
en sus luchas contra los efectos nefastos ya mencionados
del sistema neoliberal.
Cuarenta
y dos años después de la primera formulación del derecho
a la ciudad, es
sorprendente que esta idea siga en pie y convoque
a los movimientos sociales,
académicos, organizaciones de la sociedad civil, tan
heterogéneas, y en diferentes
partes del mundo. Ni tan sorprendente, ya que las
estrategias populares para
luchar contra la lógica de la globalización mercantil
actúan desde lo local con
la perspectiva global del derecho a la ciudad.
Habitat
International Coalition
(HIC) es parte de esta historia y de esta propuesta.
Por eso decidió publicar una compilación
de textos relatando experiencias y análisis
que consideran el derecho a la ciudad como una bandera
de lucha y propuesta política de cambio.
Este propósito se vislumbra de manera más o menos
clara hasta llegar en algunos casos a no mencionar
directamente el derecho a la ciudad. También los distintos
textos lo consideran de formas muy diferentes:cómo
una herramienta política, jurídica, cultural.
Este
libro busca articular las luchas, describiéndolas
en función de cada contexto local,
con una mirada global para generar nexos, crear redes,
y definir alianzas.
No es un estudio teórico desconectado de la realidad,
sino parte de un proceso
de acción y reflexión en el cual los movimientos se
comprometen en sus luchas
diarias.
Según
Jordi Borja, “el desarrollo y legitimación de los
derechos ciudadanos dependerá de un triple
proceso: i) cultural, de hegemonía de los valores
que están en la base de estos derechos
y explicitación de los mismos; ii)
social, de movilización ciudadana para conseguir
su legalización y la creación de mecanismos y procedimientos
que los hagan efectivos; iii)
político-institucional para formalizarlos, consolidarlos
y desarrollar las políticas para
hacerlos efectivos”.12
El
mismo autor afirma que los actores principales y emergentes
de este proceso no
son las estructuras políticas tradicionales de poder
(estado y partidos políticos)
sino grupos sociales, a veces muy heterogéneos.
Desde
hace veinte años, HIC está involucrada en este triple
proceso, acompañando movimientos
y grupos sociales de diferente índole. Esta publicación
propone
ilustrar la diversidad de estos actores en la construcción
del derecho a la
ciudad, a través de conquistas, derrotas y rearticulaciones
(en otras palabras: aciertos,
errores y recomposiciones de fuerzas). Así, documenta
estrategias políticas que
emanan de esta diversidad de actores y que buscan
incluir este enfoque de
derecho colectivo en las instancias de toma de decisión.
Es difícil mirar y entender
los cambios, las rebeliones, y las propuestas que
surgen de los barrios y territorios.
Cada una de estas expresiones corresponde a problemas
distintos, de marginalidad,
de delincuencia, de segregación, de autoconstrucción
mal asistida, estigmatización
de la pobreza. Frente a estas realidades, tenemos
que difundir nuevas
miradas, que entiendan las singularidades locales,
respeten la diversidad y
rechacen los efectos perversos que conllevan las imágenes
negativas creadas por
el asistencialismo y el discurso mediático.
Como
lo afirma el autor uruguayo Raúl Zibechi,
“quienes estamos comprometidos con la
causa de la emancipación y de los movimientos sociales,
necesitamos promover reflexiones, análisis
y formulaciones teóricas que reconozcan y aborden
estas ‘sociedades otras’, que las ciencias
sociales del sistema tienen dificultad para visibilizar”.13
Y
agrega que es por esto que “estamos
necesitados de pensamiento e ideas anclados en esas
sociedades diferentes, no solo comprometidos
con ellas sino formando parte de ellas”.14
Este
libro no es un estudio científico sobre el derecho
a la ciudad como hizo Lefebvre
y
varios otros autores, entre los cuales resalta Harvey.
Este libro se entiende
como un espacio de debate, confrontación de ideas,
ilustración de experiencias, formulación
de dudas, pero sobre todo de certezas sobre la fortaleza
del derecho a la ciudad como herramienta
para una ciudad y por tanto, un mundo mejor.
La
estructura del libro demuestra esta misma voluntad:
está compuesto en dos grandes partes, la
primera incluye artículos desde una reflexión teórica,
de autores destacados. Jordi Borja15
introduce
los problemas de la ciudad desde la perspectiva
de la democracia. Yves Jouffe16
hace
un análisis crítico al derecho a
la ciudad centrado en el acceso al espacio urbano.
Esta crítica se puede vislumbrar a través
del análisis basado en el género de Tovi
Fenster,17
con
el apoyo de
las definiciones de este enfoque que introduce Shelley
Buckingham.18
Desde
otra
perspectiva, Patricia Ezquerra y Henri Renna19
proponen
otra dimensión de esta
utopía indispensable: el derecho a la felicidad. Peter
Marcuse20
nos lleva
a una
reflexión sobre la dualidad entre el enfoque individualidad
de los derechos humanos y el enfoque colectivo
del derecho a la ciudad. Giuseppe Caruso21
pregunta
hasta
dónde el derecho a la ciudad puede movilizar un movimiento
global bajo esta bandera. Esta primera
parte termina con los aportes de Enrique Ortiz22
y
de Bola Fajemirokun,23
que
explican cómo este derecho se está espacializando
en
sus regiones: América Latina y África.
A
partir de estas introducciones teóricas, la segunda
parte es una compilación de experiencias
en el mundo sobre la aplicación del derecho a la ciudad.
Estas se desenvuelven en contextos geográficos,
culturales, políticos, económicos muy diferentes.
Corresponden también a una gran diversidad de estrategias
adoptadas por los actores involucrados.
Agente
de cambio, la única clase social que podía lograr
efectivamente una transformación de la
sociedad y entonces de la ciudad, de implementar el
derecho a la ciudad, era el proletariado
encabezado por la clase obrera. Así afirmaba que
“solo la clase obrera puede ser el agente,
portador, o soporte social de esta realización”.24
En
2010, el escenario se ve diferente pues la clase obrera
en el mundo globalizado neoliberal
tercerializado se ha visto
relegado a un segundo plano, sin el papel político
que había tenido antes. Por eso, movimientos sociales,
organizaciones, intelectuales,
militantes y activistas muy diversos, pero todos buscando
el cambio social,
se reivindican como colectivo movilizado del movimiento
por el derecho a
la ciudad y ya no como parte de la clase obrera. Unos
de los cambios más relevantes
que se han dado en estas últimas décadas es el reconocimiento
del rol de
la mujer dentro de estos procesos. Asimismo, es de
suma importancia reconocer la
discriminación adicional hacia la mujer en el espacio
público, a la hora de construir
ciudades más equitativas.
También
es importante destacar el rol que el espacio del Foro
Social Mundial (FSM)
ha facilitado para los movimientos sociales y para
su articulación en una expresión
global del derecho a la ciudad en el mundo, como lo
analiza Giuseppe Caruso.
Efectivamente, el FSM desde hace diez años ha facilitado
estrategias globales para
que diferentes movimientos se conozcan, intercambien,
aprendan y reanalicen
su propia experiencia a la luz de lo discernido en
otros movimientos.
Esto
ha llevado movimientos y redes a formular Cartas,
Declaraciones y Agendas para seguir con
la lucha por el derecho a la ciudad. En otras publicaciones,25
HIC ha analizado los procesos de las diferentes
cartas por el derecho a la ciudad, y en particular
de la Carta Mundial, como aquí lo explica Enrique
Ortiz.26
Ciudades
para tod@s relata experiencias
desarrolladas por muchos actores en
varias regiones del mundo. Contamos con la participación
de autores muy diversos,
de horizontes diferentes: mujeres y hombres profesionales,
académicos, urbanistas,
arquitectos, abogados, sociólogos, cientistas políticos,
militantes de base;
todos animados por una fuerza de resistencia, y por
una voluntad de propuesta hacia
el derecho a la ciudad.
Por
eso nos interesa mostrar que esta diversidad es la
esencia del derecho a la ciudad y de una
posible alianza global, aunque también da cuenta de
su debilidad y de posibles efectos perversos.
Este libro aporta miradas críticas al derecho a la
ciudad, críticas constructivas para seguir
levantando prácticas y políticas alternativas a la
hegemonía del neo-liberalismo, en todo
el mundo. Necesitamos seguir construyendo el derecho
a la ciudad, en los debates como en las
acciones, teniendo como objetivo un proceso emancipatorio. Los avances hacia el derecho a la
ciudad enfrentan ahora un momento decisivo. La
ONU, que no se caracteriza particularmente por su
apoyo a las luchas sociales, internaliza
el derecho a la ciudad, en la convocatoria del Foro
Urbano Mundial 5 (FUM), en Río de Janeiro.27
Ante
este gran desafío, HIC con este libro
coloca en esta feria urbana institucional
y empresarial, el rol de la sociedad civil que
viene surgiendo desde hace décadas. Si la ONU incorpora
el derecho a la ciudad en el FUM 5, es
porque Brasil es el país en donde movimientos y organizaciones
sociales vienen construyendo este derecho desde
hace más de veinte años, como lo explican
Nelson Saule y Karina Uzzo.28
Sin
embargo, también esto representa
un peligro de instrumentalización de estas luchas
y del tema del derecho a la ciudad, que
por tener como característica la diversidad de opinión,
de estrategias, así como de actores, puede
resultar fácil de vaciar de su contenido de transformación
de la ciudad y del sistema que la rige. En esta perspectiva,
la preparación de un Foro Social Urbano,
organizado por primera vez en Río a la par del
espacio institucional del FUM, puede ser una herramienta
potente en estos esfuerzos de construir
un movimiento global por el derecho a la ciudad desde
los movimientos sociales.
Dedicamos
este libro a las organizaciones y los actores sociales,
profesionales y
académicos de la sociedad civil, que trabajan y luchan
por el derecho a la ciudad en
el mundo, pero también a gente interesada en estos
temas, que sin saber que
exista el derecho a la ciudad, sin tener conciencia
de las crecientes experiencias, movilizaciones,
reflexiones acerca de este derecho, perciben la potencia
de este
tipo de ideas y la necesidad de entrelazar las luchas.
Es una herramienta para
reconocer el espectro amplio de las luchas posibles
por el derecho a vivir bien
en la ciudad, a ser dueño de nuestro propio destino,
mostrando las acciones desarrolladas
en el tema y dejando pistas para articular las diferentes
formas de luchar
hacia otra ciudad posible.
Para
facilitar la lectura de las propuestas y experiencias
presentadas en esta publicación,
presentamos a continuación una breve presentación
del derecho a
la ciudad para que todos los lectores puedan tener
las herramientas básicas para
entender y apoderarse de esta propuesta, camino, proyecto
del derecho a la
ciudad.
Notas
1
El Foro Urbano Mundial en su quinta versión de 2010,
tiene como lema en inglés “The Right to
the City Bridging
the Urban Divide”.
Existen muchas
traducciones en español de este lema: Colmar la
brecha
urbana, C Reduciendo lo urbano dividido o Uniendo
lo urbano dividido. Más que enfocarse en
lo dividido, HIC trabaja en la articulación de las
fuerzas positivas hacia el derecho a laciudad.
2
http://www.hic-net.org/articles.php?pid=3107, David
Harvey en el Foro Social Mundial 2009: el
Derecho a la Ciudad como alternativa al neoliberalismo,
Harvey, David, 2009.
3
Loc. cit.
4
Purcell, Mark, Le Droit à la ville et les mouvements
urbains contemporains, 2009, Droit de Cité, Eue Descartes,
N.63, p 42. Citación original en francés: Le droit
à la ville de Lefebvre implique de réinventer radicalement
les relations sociales du capitalisme et la structure
spatiale de la ville.
5
Lefebvre, Henri, 1968, Le droit à la ville, Ed. Economica,
3ième édition, 2009, p. 108. Cita original en
francés “le droit à la ville ne peut se concevoir
comme un simple droit de visite ou de retour
vers les villes traditionnelles. Il ne peut
se formuler que comme droit à la vie urbaine, transformée,
renouvelée”.
6
Sumak kawsay es quichua ecuatoriano
y expresa la idea de una vida no mejor, ni mejor que
la de otros, ni en continuo desvivir por
mejorarla, sino simplemente buena www.kaosenlared.net/
noticia/sumak-kawsay-suma-qamana-buen-vivir, Sumak Kawsay, Suma Qamaña, Buen Vivir,
Tortosa, José María, 2009.
7
Ibíd. Préface, Hess, R,
S. Deulceux, G. Weigand.
8
Ibíd. p. VI Cita original en francés «Mai 1968 n est
pas le fait des gens d école mais des gens du
tas. Lefebvre n est ni normalien ni agrégé. Il a fait
ses classes de sociologie en conduisant un taxi
dans les années 20 à Paris».
9
Loc. cit, Cita original en francés: «Nanterre était
une faculté construite autour des bidonvilles».
10
Loc. cit., Cita original en francés «C´est du côté
des apprentissages militants que Lefebvre a eu
une importance».
11
... y los situacionistas entre otros. Para este debate
entre situacionistas y Lefebvre, ver Simay, Philippe,
2009. Une autre ville pour une autre vie. Henri Lefebvre
et les situationnistes, Droit de Cité, Rue
Descartes, No. 63.
12
http://www.lafactoriaweb.com/articulos/borja10.htm#,
Borja, Jordi, Los desafíos del territorio y
los derechos de la ciudadanía, 2001.
13
Zibechi Raúl, 2007, Dispersar el poder, Los movimientos como
poderes antiestatales, Editorial Quimantú,
Santiago de Chile, p. 8.
14
Loc. cit.
15
Borja, Jordi, La democracia en busca de la ciudad
futura, p. 31.
16
Jouffe, Yves, Contra el derecho a la ciudad accesible. Perversidad
de una reivindicación consensual, p.
89.
17
Fenster, Tovi, El Derecho a la Ciudad
y la Vida Cotidiana Basada en el Género, p. 65.
18
Buckingham, Shelley, el derecho a la ciudad desde
una perspectiva de género, p. 59.
19
Ezquerra, Patricia, Renna,
Henry, en este libro, Un Horizonte para las políticas
públicas, Notas sobre
la Felicidad, p. 79.
20
Marcuse, Peter, Los derechos en las ciudades y el
derecho a la cuidad, p. 89.
21
Caruso, Giuseppe, ¿Una nueva alianza para la ciudad?
Oportunidades y desafíos de la globalización
del
movimiento por el derecho a la ciudad p. 103.
22
Enrique Ortiz: El proceso de construcción por el derecho
a la ciudad: avances y desafíos p. 117.
23
El concepto y la implementación del derecho a la ciudad
en África Anglófona, p. 125.
24
Lefebvre, H. Op. cit. p. 108. Cita
en francés «seule la clase ouvrière peut devenir l’agent,
porteur, ou support social de cette réalisation».
25
Nehls Martínez, N, Ortiz, E, Zárate, L (comps.),
2008, El derecho a la ciudad en el mundo. Compilación
de documentos relevantes para el debate HIC-AL,
Ciudad de México.
26
Ver en este libro, Ortiz, Enrique, El proceso de construcción
por el derecho a la ciudad: avances y desafíos,
p. 117.
27
Foro Urbano Mundial 5, «The Right to the City-Bridging
the Urban Divide», Rio de Janeiro, Brasil, 22
al 26 de marzo 2010.
28
Saule, Nelson, Uzzo
Karina: La trayectoria de la reforma urbana en Brasil,
p. 259.
Referencias
Lefebvre,
Henri. 1968. Le droit à la ville, Ed. Economica, 3ième
édition, 2009, Paris.
Nehls
Martínez, Nehls; E. Ortiz, L. Zárate (comps.) 2008.
El derecho a la ciudad en el mundo.
Compilación de documentos relevantes para el debate
HIC-AL, Ciudad de
México.
Purcell,
Mark. 2009. Le Droit à la ville et les mouvements
urbains contemporains, Droit de Cité,
Rue Descartes, No.
63.
www.hic-net.org/articles.php?pid=3107,
David Harvey en el Foro Social Mundial 2009:
el
Derecho a la Ciudad como alternativa al neoliberalismo,
Harvey, David, 2009.
www.kaosenlared.net/noticia/sumak-kawsay-suma-qamana-buen-vivir,
Sumak Kawsay, Suma
Qamaña, Buen Vivir, Tortosa,
José María, 2009
www.lafactoriaweb.com/articulos/borja10.htm#,
Borja, Jordi, Los desafíos del territorio y
los derechos de la ciudadanía, 2001.
Zibechi
Raúl, 2007, Dispersar el poder, Los movimientos como
poderes antiestatales, Editorial Quimantú, Santiago de
Chile.
Enlace
al libro completo en PDF