
conocimiento, reflexiones
y miradas sobre la ciudad
r e v i s t a d i g i t a l
aparece
el primer lunes de cada mes
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AÑO
6 - NUMERO 61 -Noviembre 2007
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> SUMARIO |
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Ambiente
y Planes de las ciudades |
La
naturaleza regresa a la ciudad
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Planificación
ecológica y participación de las comunidades
en Venezuela I
Por
Sergio Laxalde
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Introducción
La decisión
política del gobierno venezolano de equilibrar el territorio
nacional, colonizar áreas despobladas que presentan
oportunidades económicas utilizando criterios ambientales,
crear ciudades enteramente nuevas bajo principios socialistas,
y ensayar nuevas formas de poder territorial basadas
en la gestión de abajo hacia todo lo alto de los Consejos
Comunales, nos sorprende luego de un prolongado período
de desvalorización de la planificación y de
amnesia del Estado respecto a la ciudad.
Ese mal
tiempo no ha concluido, pero el interés de las políticas
públicas por los principios constitucionales de participación
protagónica de la comunidad y desarrollo sustentable
nos lleva inevitablemente a acentuar esos aspectos en nuestro
trabajo. En coincidencia con esto, gran parte de las innovaciones
que están hoy a disposición de la urbanística
son el resultado del avance que tuvieron en las dos últimas
décadas las ciencias naturales aplicadas y las nuevas
tecnologías de la información. Como consecuencia,
la fase inicial de nuestro trabajo, que tiene que ver con
conciliar el medio natural con el desarrollo urbano, nos ofrece
las mejores oportunidades de progreso.
Hemos
considerado que algunos caminos para poder avanzar y recuperarnos
de los malos años pasados son: situarnos de manera
diferente respecto a las oportunidades de trabajo, asimilar
los aportes que están haciendo de manera permanente
el conocimiento científico y la tecnología,
aceptar a plenitud la incorporación ciudadana y utilizar
métodos apropiados a la nueva tarea.
Situarnos de manera diferente
Una postura
que hemos adoptado es ubicarnos explícitamente como
intermediarios entre el Estado y la comunidad. Los
investigadores latinoamericanos en Reforma del Estado vienen
promoviendo hace tiempo una respuesta semejante a la pregunta:
¿en qué instancia se deben traducir las entregas sectoriales
que hace el Estado (educación, deporte, vialidad, etc.)
a las soluciones integradas que requieren las necesidades
de la población (inequidad de oportunidades, aislamiento,
deterioro del cuadro de vida, etc.) y exigen nuestros principios
constitucionales (desarrollo sustentable, participación,
transmisión del poder a las bases sociales)?
Cuando
los servicios del Estado se transfieren de manera tan directa
a los usuarios, como sucede en nuestro caso, se fracturan
los esquemas administrativos tradicionales de los ministerios
y se desdibujan las autoridades en el territorio. Procedimientos
y responsabilidades se entreveran en unos espacios de intervención
que son totalmente nuevos: el vecindario, las zonas de riesgo
físico, las nuevas ciudades federales, etc. Por
otra parte, las comunidades solicitan tipos de políticas
también nuevas, donde se combinan varias actuaciones
de tipo sectorial y resulta obligado considerar unos territorios
donde no está instalada ninguna administración
pública convencional para hacerse cargo de ellos.
Las oficinas
técnicas estamos acostumbradas a adaptarnos a diferentes
escalas de trabajo y podemos pasar a cumplir la función
de gestores, de integradores, de acompañantes del control
social y fácilmente cubrir territorios desiguales actuando
en forma de redes. Los Consejos Comunales (en nuestro caso,
libres para definir su territorio) se van federando de manera
natural en espacios mayores que tienen demandas homogéneas,
lo que incrementa la eficacia de nuestro trabajo. La condición
para que tengamos éxito es que el Estado responda estableciendo
procedimientos y que aplique un manejo altamente descentralizado
del presupuesto. Esto último lo está haciendo
creando bancos comunales, pero se requiere menos improvisación
y más institucionalidad en los procedimientos, para
no establecer un poder paralelo al Estado, como está
ocurriendo.
Incorporar los avances en ciencia y tecnología
Debemos
absorber en forma continua el conocimiento sobre los ecosistemas
fragmentados de tipo urbano, que se está produciendo
de manera acelerada en los cinco continentes, e incorporar
modelos de predicción que permitan evaluar temas
ambientales complejos de manera mecánica. Los satélites
nos daban hace quince años una imagen de resolución
imprecisa que cubría apenas una hectárea y requería
ser digitalizada manualmente. En la actualidad, IKONOS o QUICKBIRD
nos muestran un metro cuadrado de terreno con alta resolución,
en una amplia gama de rayos rojos e infrarrojos sensibles
a la naturaleza, imágenes que nos permiten analizar
en forma detallada espacios como los pequeños jardines
familiares, de manera automática, a muy bajo costo
y sin necesidad de visitar casa por casa.
De esta
manera, estamos incorporando al conocimiento científico
de la ciudad entre el 25 y el 35 por ciento del espacio urbano,
cuyo valor en la estructura ecológica de la ciudad
está resultando formidable, y de un 10 a un 20 por
ciento adicional en las ciudades con colinas (son los taludes
residuales cubiertos por arbustos y gramíneas). Tenemos
entonces acceso fácil a procesos naturales de enorme
repercusión, como son la humedad del suelo o la diversidad
biológica en los vecindarios (aspectos que considerábamos
hace poco incontrolables) y otros que preveíamos lograrlos
en una próxima década, como el microclima local,
la identidad vegetal de los lugares, el secuestro de CO2 o
el control de las plagas urbanas.
Haciendo
una consideración histórica del asunto, el espacio
abierto pasa a ser parte integral de la planificación
urbana finalizando el siglo XIX, con la concepción
inglesa de la Ciudad Jardín, pero su utilización
sistemática y reglamentada como política
de Estado explícita de servicio a la población
se hace a partir de que los Países Bajos crean en 1920
un sistema de usos con funciones diferenciadas (parques, plazas,
plazoletas, parques infantiles) para ser incorporados a distintas
escalas (vecinales, urbanos, metropolitanos, regionales) y
que tiene difusión universal. En términos generales,
la primera mitad del Siglo XX descuida la naturaleza como
valor en la vida urbana. Existe un paso muy gradual desde
la preocupación por la salud a atender exigencias
sociales para crear espacio público y, finalmente,
a la calidad del ambiente, pero esto sucede cuando
ya el abuso sobre los recursos naturales es muy evidente y
tiene consecuencias desastrosas.
En las
últimas dos décadas del siglo XX da comienzo
una verdadera transformación del concepto de naturaleza
en la ciudad, la cual se está manifestando plenamente
en lo que va del siglo XXI en forma de planes, leyes y reformas
institucionales (en los últimos ocho años ha
habido avances sorprendentes en países como las Repúblicas
Bálticas, Israel, Nueva Zelanda, Australia, Singapur
y China; también puede mencionarse el milagro de la
planificación urbana de base ecológica del territorio
desmilitarizado entre las dos Coreas). El tronco principal
de la modernización es la ecología, una
ciencia inicialmente centrada en la biología que asimiló
personas de otras profesiones (geólogos, geógrafos,
agrónomos, botánicos, zoólogos, especialistas
en suelos, etc.). Con ese aporte amplió sus puntos
de vista, incluyó a las ciencias sociales, se volcó
al humanismo y dejó gradualmente de ser considerada
"conservacionista", un sesgo militante que le creó
una imagen de intransigencia.
El centro
de interés de la ecología es la distribución
espacial de los patrones de comportamiento vegetal y animal
(ecosistemas), los flujos de energía, de nutrientes
y de genética, y los cambios que se producen en
este mosaico de espacios en el tiempo. En su evolución
fue tendiendo a la anticipación de resultados (bioprospección),
con lo que le resultó fácil unirse con otra
actividad que había tenido un camino paralelo de enriquecimiento
en la consideración del espacio y del factor tiempo:
la planificación física. Aparece entonces la
planificación ecológica, que reconoce la existencia
de nuevos componentes estructurales para el territorio:
los biotopos, los hábitats, los corredores ecológicos,
los ecosistemas, las redes de ecosistemas. Asume las variaciones
naturales y los disturbios que trae el desarrollo, considera
también el tiempo hacia el pasado (la historia de los
fenómenos) y adopta una postura holística (visión
totalizadora, transdisciplinaria), para lo cual se utilizan
como un nivel primario de análisis las apreciaciones
sectoriales (geomorfología, hidrología, suelo,
clima, vegetación, fauna, aspectos sociales).
En los
últimos años del siglo XX se impone un marco
totalizador que se transforma en el gran condensador de las
ideas nuevas: el desarrollo
sustentable:
"el manejo y conservación de los recursos naturales
y la orientación del cambio institucional y tecnológico
hacia la satisfacción continua de las necesidades humanas
para beneficio de las generaciones presentes y futuras".
Aparecen
instrumentos muy sólidos: la Estrategia Mundial para
la Conservación (1980), la Agenda Siglo XXI (nacida
en la Cumbre de Río y que es ahora practicada en una
multitud de municipios), la Estrategia Global para la Diversidad
Biológica (1992, ley en muchos países, incluido
Venezuela), la Estrategia Paneuropea (1998), que cartografía
los espacios naturales de mayor importancia en todo el continente
y establece las garantías necesarias para la conectividad
del territorio.
El contenido
operativo del desarrollo sustentable que trae la Agenda Siglo
XXI presenta un bloque interesante de ideas: integrar las
dimensiones económicas, sociales, ecológicas
y culturales, garantizar la eficacia económica
sin perder de vista los fines sociales, luchar contra la pobreza,
la desigualdad y la exclusión. Es un planteo a largo
plazo, previsor, que anticipa las evoluciones a que las políticas
públicas puedan conducir. Se trata de un concepto
transversal, no sectorial, que privilegia una gestión
de abajo hacia arriba, cultiva una ética de la responsabilidad
y pregona que los recursos naturales no son gratuitos:
su explotación tiene un costo y su destrucción
una pena. Procura ser un pacto social, un cuadro colectivo
de acción solidaria, un proyecto que moviliza.
La planificación
ecológica trabajó en un comienzo con las áreas
legalmente protegidas de nivel nacional, entendiendo sin embargo
que la ciudad era un territorio privilegiado para aplicar
el desarrollo sustentable. Actualmente asume que la ciudad
es un sistema ecológico fragmentado y concentra a nivel
universal un gran esfuerzo de investigación sobre ese
tipo de espacios. Considera que los fragmentos de naturaleza
que existen en la ciudad deben funcionar integrados y pueden
alcanzar las más altas cualidades ecológicas
y niveles estéticos. La tarea que propone es conservar
y restaurar la biodiversidad y la variedad de componentes
que tiene un paisaje, cuidando además una buena relación
con lo abiótico (agua, suelo, nutrientes minerales),
enfatizando en la identidad de los espacios y garantizando
la coherencia interna y la continuidad del sistema hacia afuera
de los bordes urbanos.
Todos
estos elementos tienen en la actualidad una expresión
numérica de cálculo acabada. Se conoce lo que
implica la configuración geométrica de los fragmentos
y las relaciones espaciales entre ellos, existen técnicas
para medir la cohesión interna de los ecosistemas y
la de las redes, y se conoce el efecto de apoyo que brindan
los sistemas naturales situados fuera de los límites
urbanos (las llamadas metapoblaciones).
Hay muchos
avances nacidos de la ecología que las ciudades han
asimilado e incorporado a sus normativas nacionales y municipales:
considerar el riesgo físico, abandonando el
enfoque asistencial tradicional; valorar la humedad del
suelo (la permeabilidad) como un factor decisivo de vida
en la ciudad; relacionar numéricamente el volumen
de la masa vegetal con el volumen mineral de las edificaciones
más los estacionamientos; combatir la temperatura
en las "islas de calor", generalmente áreas
centrales e industriales; pensar en lo urbano como barrera
a la conectividad biológica y reglamentar criterios
de permeabilidad para mejorar las funciones de dispersión
de semillas, polenizadores y agentes aéreos de transporte
de recursos; establecer ordenanzas de vegetación y
paisaje (incluyendo la ingeniería forestal como autoridad)
definiendo en ellas lo que constituye daño a la naturaleza,
a efectos de establecer una racionalidad para los juicios
legales.
El garante
para las transformaciones que ahora son posibles en el espacio
natural urbano es la gerencia ecológica, una
realidad ya extendida al cambiar el siglo, que ha seguido
la evolución de la planificación ecológica
y del nuevo concepto de paisaje ecológico. La gerencia
ecológica ha pasado de considerar recursos naturales
individuales a ocuparse de la sustentación de sistemas
integrados. Es una actividad en permanente ajuste, pues
debe adaptarse a las situaciones cambiantes que imponen los
ecosistemas. Apunta a condiciones futuras deseadas y utiliza
una política de visión compartida con la comunidad
(con protocolos y prácticas que va adaptando con la
ayuda del monitoreo y la investigación) acerca de las
interacciones y procesos que son necesarios para sostener
la composición, estructura y funcionamiento de los
ecosistemas.
La gerencia
ecológica de la ciudad afecta la visión clásica
de la propiedad privada, porque los sistemas ecológicos
se perpetúan prescindiendo de los límites del
Catastro. El concepto unitario de Bosque Urbano como integración
del espacio público con el privado implica que la normativa
proceda por encima de esos límites. Pero del mismo
modo que en los años cincuenta se aceptó la
zonificación por usos e intensidades de uso, ahora
se deberán aceptar unas ordenanzas dictadas por el
desarrollo sustentable.
El alcance
de la participación
Estimar
cuanto se valora la capacidad de las comunidades para incorporarse
al análisis de las situaciones, a la toma de decisiones,
a la gestión y al control social de las actuaciones,
depende de la experiencia vivida por cada oficina. Incluimos
en esta nota comentarios de vivencias que fundamentan nuestro
optimismo en esta materia.
En el
tramo final del siglo XX, la participación fue, en
nuestro caso, un desempeño con limitada incorporación
de conocimiento científico, que utilizó metodologías
improvisadas creadas al calor de las circunstancias, y de
baja tecnología en su procesamiento, generalmente manual,
implicando un alto consumo de tiempo. Esta conclusión
justifica que busquemos hoy abundar en evidencias científicas,
utilizar datos empíricos, evitar evaluaciones subjetivas,
darle rigor a los métodos y utilizar alta tecnología.
Ese cambio
es el mismo del tránsito histórico de la planificación
ecológica que acabamos de reseñar. Lo estamos
haciendo procurando preservar tres virtudes que apreciamos
de nuestra fase inicial: aprovechar el colorido que trae el
aporte de los participantes y su entusiasmo de ser parte de
las soluciones, centrar la participación en un proceso
de toma de decisiones, y ser flexibles a cambios inevitables
en las circunstancias que afectan el método de trabajo.
Las figuras
que acompañan esta nota, son un simple registro visual
(sin pretensión de documentación técnica)
de algunos hechos que nos fueron señalando oportunidades.
Se relacionan con lo que pretende concretar el gobierno en
los nuevos territorios: ser incluyentes en lo social, responsables
de su ambiente e innovadores en sus políticas territoriales
en la medida que la Ley le permite a las comunidades ir asumiendo
poderes cada vez más amplios que han sido por tradición
ejercidos por el Estado.

El
Rosario, Falcon (1977)
Una industria
(abajo a la izquierda) de una ciudad intermedia, promovió
en las espaldas de su propiedad un loteo cuya ocupación
pudiera controlar. Quiso mantener en el sitio las viviendas
de su plana mayor y un grupo de huertas (H) cuyos inquilinos
eran cumplidos arrendatarios. El personal obrero y los transportistas
de la Empresa organizaron una asociación civil de vivienda
(A1) y los administrativos otra (A2); se interesaron además
en el terreno una asociación civil de bancarios (D1)
y una cooperativa de educadores (D2). El municipio decidió
permutar inversión en infraestructura por viviendas
para personas mayores y discapacitados(C). Resultó
difícil conciliar una organización de conjunto,
porque los grupos representaban estratos sociales diferentes
y estilos de vida distintos que querían diferenciarse
en el espacio. Luego de un año sin avances, la industria
promueve una mesa de toma de decisiones representativa,
con una agenda estricta de temas a decidir y fechas tope.
A efectos de ir diluyendo prejuicios, el equipo técnico
sugiere que la avenida de viejos árboles separe grupos
y alivie contradicciones. En los noventa días siguientes
se cumplió la agenda de decisiones exigida. En el calor
de la mesa se desdibujaron las barreras sociales y culturales
y se aprobaron, entre otras, unas iniciativas impensables
al comienzo: un centro para programas sociales vecino a la
residencia de los jubilados y el establecimiento de un ancho
tipo en parcelas de superficie variable que hizo más
homogéneo el conjunto.
Los pueblos
venezolanos son especialmente igualitarios; no así
las ciudades intermedias, cuyos espacios se fraccionan en
clases y subclases, perdiéndose la transmisión
de modelos de conducta educados y las destrezas para las tareas
cotidianas, la solidaridad, la convivencia en la escuela,
la comprensión de las diferencias y el desprejuicio.
La influencia de la zonificación, que crea sobreprecios
artificiales, y la comodidad que encuentran los promotores
inmobiliarios en trabajar con segmentos específicos
de la población, es una puerta abierta al estatus y
a la estratificación social. Es posible establecer
protocolos que faciliten acuerdos de convivencia entre
clases y sub clases. La Real Shell nos permitió en
ese momento familiarizarnos con una práctica holandesa
de conciliación de intereses, basada en mesas abiertas
de toma de decisiones y agendas paralelas de comunicación
de los acuerdos que se van logrando. Nos hemos continuado
actualizando en este tema con la ayuda de los institutos de
planificación de los Países Bajos, que nos permiten
colaborar en las vecinas administraciones de Aruba, Curaçao
y Bonaire.

Portal
de Santa Cruz, Paraguana (1997)
Esta cooperativa
agrupa 196 familias. Las dificultades de organización
llevaron a la formación de 11 condominios, que fueron
progresivamente solicitando autonomía de gestión.
La independencia hizo perder interés en las facilidades
comunales, lo que ponía en riesgo su futuro (aún
cuando estaban agrupadas y ocupaban el espacio de mayor visibilidad).
La desafiliación se logra revertir por influencia de
una circunstancia de contenido naturalista. El centro poblado
ha perdido condiciones biológicas esenciales y sus
aves se han retirado al vecino Cerro Santa Ana (refugio de
fauna de nivel nacional). La comunidad decide establecer una
organización de las áreas de grama y árboles
capaz de facilitar la recuperación del inventario de
aves y relacionarlo con la fauna de la costa inmediata. Se
elabora un plan para el arbolado y diseño del espacio
público y privado que recoge las experiencias de los
vecinos en alimentación de aves, baños,
protección de nidos, bancos de arena y superficies
requeridas por los vuelos recreativos.
La defensa
del inventario tradicional de aves fue también, siempre
por decisión de la comunidad, un tema importante en
la planificación de otro centro poblado y, en un tercer
caso, la población (muy especialmente los estudiantes
que finalizaban la secundaria) levantó un Catastro
Vegetal muy detallado que nos permitió elaborar una
Ordenanza de Vegetación y Paisaje.

Establecer
ese tipo de normativa es un primer paso. Existe un sentido
innato de lo que significa el mundo natural como valor recreativo,
emocional y como salud pública. Sin embargo, la naturaleza
no es un tema prioritario para una comunidad urbana de pocos
recursos: no puede competir con la mejora de las redes de
servicios públicos, una línea de transporte
o una escuela. Pero tiene como ventaja que no es un tema
conflictivo y, además, agrupa, cohesiona, lo que
tiene repercusiones en la composición formal de los
espacios (Figura 4). Es muy probable que los Consejos Comunales,
que actualmente escogen libremente sus límites, no
sean concientes que muchas veces coinciden con un patrón
espacial ecológico y que, más adelante,
lo hagan y se federen con un fundamento de ese tipo.

Los
Bambúes, Valera, un caso de invasión a tierras
del Estado en un paisaje espectacular, que recibió
acompañamiento técnico

Bailadores,
Mérida (1991)
Este Municipio,
entallado entre dos filas abruptas de la montaña andina,
adquirió notoriedad nacional por su oposición
a la explotación de minas en su territorio y rechazó
un plan de ordenamiento urbano tradicional. En el Plan Alternativo,
la Asamblea de Vecinos formuló políticas singulares,
muchas de ellas relacionadas con la naturaleza: tomar en cuenta
la organización tradicional del territorio basada en
aldeas, establecer un control del espacio según las
comunidades de riego (en color azul segmentado), definir el
área urbana sujeta a Ordenanza Municipal como el perímetro
que cubre todas las parcelas en explotación agrícola
intensiva y considerar la parcela de cultivo como la unidad
básica para la normativa urbanística (densidad,
porcentaje de construcción, etc.), repartir anualmente
el crecimiento (nuevas unidades de vivienda) de manera equilibrada
en todo el territorio, no permitir loteos de tipo turístico,
establecer servidumbres de vista no edificables en los conos
visuales (desde la carretera) de los escenarios más
apreciados del Municipio, escogidos en talleres (color rojo
en el plano).
El sentimiento
libertario, posterior al triunfo sobre el poder central, facilitó
un torrente de ideas auténticamente locales,
a las cuales intentamos darles coherencia e instrumentar.
Los aportes abarcaron un espectro amplísimo de objetivos
y políticas, lo que nos indicó que no hay temas
que uno deba reservar exclusivamente para los expertos en
un proceso de análisis participativo.
:
Centroamérica
(1995)
La configuración
de los asentamientos respeta los recursos naturales, que incluso
penetran en la trama urbana. La amenaza es dar libre juego
a la expansión urbana para facilitar la inversión
de las remesas de dinero de los emigrantes. El equipo técnico
se concentró en la defensa de los ejes vulnerables,
evidentes porque los cultivadores trabajaban sólo a
medio tiempo (flechas y zonas de puntos gruesos).

Centroamérica
(1996-2006): se consuma la venta de una quinta parte del territorio
agrícola.
En el año 2006, un diagnóstico utilizando monitoreo
con el satélite Ikonos demuestra que el ecosistema
ha perdido capacidad para enfrentar los cambios. Sus causas:
se utilizó la quema para liberar tierras productivas,
se afectaron áreas cubiertas por vegetación
con raíces profundas que consumían buena parte
del agua que caía, el agua consumida por las especies
nativas mermó y los movimientos de tierra alteraron
los patrones de escorrentía. Como consecuencia, la
infiltración del suelo cambió su ratio, penetrando
las mesas subterráneas que, al elevarse, trajeron a
la superficie importantes cantidades de sal. Esto está
afectando las raíces de los cultivos vecinos a las
zonas intervenidas y agrietando las calles, las fundaciones
de las viviendas y las redes de servicios públicos.
En el
año 2007, se regresa al sitio con una convicción
distinta: dejar las estrategias de carácter político
a los políticos y dedicarse a plantear alternativas
técnicas viables para perpetuar un sistema ecológico
sano. A doce años de distancia, es notorio un cambio
del "conservacionismo" de enfrentamiento a la planificación
ecológica adaptable, conciliada, comunicativa,
de respuestas fundamentadas.
El instrumento
de trabajo
La participación
plena y el manejo de un presupuesto propio generan resistencia
política en las autoridades electas y activan los recelos
de los cabilderos, que hacen un mundo diferente de cada departamento
ministerial o división municipal. El instrumento de
trabajo debe incluir en su diseño los dispositivos
para balancear estos distintos poderes y hacer que se
expresen dentro del proceso de toma de decisiones del Plan
y no fuera. Se trata de lograr la meta de "una visión
compartida", lo cual facilita y acelera las instancias
legales de aprobación de las ideas (procesos que se
hacen eternos y caros siguiendo los métodos que hemos
usado hasta ahora).
Pensamos
que el instrumento debe reunir además otras condiciones:
1) ser
adaptable a diversas escalas de trabajo (de lo regional a
lo vecinal).
2) llevar
la participación a su plenitud, a efectos de aumentar
los niveles colectivos de responsabilidad.
3) unificar
un equipo heterogéneo de especialistas, dándole
un idioma común y logrando establecer un escalón
superior de análisis focalizado en un desarrollo sustentable,
sin que nadie abandone en un primer nivel de comprensión
de los fenómenos sus métodos usuales.
4) trabajar
con un método transparente y comprensible, de
cara a una audiencia no formada por expertos.
5) bajar
los costos de los estudios, haciéndolos accesibles
a conglomerados rurales o a federaciones de Consejos Comunales
con problemas comunes.
Aplicada
al caso de una de las ciudades nuevas del programa presidencial,
la tarea inicial del trabajo de planificación urbana
(que llamamos al comienzo de la nota conciliación
entre lo existente y el desarrollo previsto) resulta
de esta manera: lo existente es un pequeño poblado
rodeado de una naturaleza variada, lo previsto es un
complejo de nuevas industrias y un incremento importante de
población. Se plantea un sistema participativo de toma
de decisiones, en el que se van a definir los términos
de un acuerdo por el que el espacio natural va a ser progresivamente
fragmentado por el desarrollo urbano y se va a mantener como
una red de ecosistemas. Desde la red se van a equilibrar los
disturbios que traerá el desarrollo, se va a sostener
la diversidad biológica y se va a dar una garantía
razonable de que el sistema será sustentable. Por su
parte, el desarrollo edificado recibe el terreno que necesita
con el ritmo y en los sitios apropiados, clasificado según
sus aptitudes, y se compromete a facilitar cierta permeabilidad
biológica en puntos selectos, a efectos de reforzar
la conectividad biológica del sistema.
El acuerdo
se traduce en normas urbanísticas y se documenta como
un conjunto de criterios científicos a respetar,
unos indicadores ecológicos como garantía, un
plano de uso del suelo, directrices para la gerencia ecológica
y porcentajes de participación en el presupuesto de
inversión del desarrollo.
El análisis
del sitio se inicia con entrevistas a personas que habitan
espacios diferentes y que mantienen distinta relación
con la naturaleza: trabajadores agrícolas, forestales,
ganaderos, pescadores, simples residentes en el espacio rural,
habitantes del entramado urbano y funcionarios públicos
con responsabilidad en aspectos relacionados. La agenda de
la entrevista se concentra en los factores de cambio del paisaje
ecológico en los últimos cincuenta años
y en como éstos son interpretados por las personas.
En forma paralela, el equipo de especialistas elabora datos
cuantitativos sobre la evolución del sitio (fotos aéreas
en fases de 10 a 15 años), base histórica para
establecer la estructura ecológica del sitio, que luego
se transformará en un modelo espacial de predicción.
Las respuestas
de las entrevistas son codificadas por factores de cambio,
en la hidrología, el clima, el suelo, el espacio agrícola,
los bosques, las áreas vírgenes, la fauna, las
vías de penetración, las infraestructuras y
la densidad de edificación, para identificar cuales
han sido las inflexiones del medio natural. Se trata de apreciaciones
de tipo cualitativo, en general heterogéneas y con
fuerte identidad según la relación que mantiene
el entrevistado con la naturaleza. Son de gran valor porque
para identificar los factores de cambio es esencial la
familiaridad con el sitio y porque además los datos
numéricos no dan explicaciones de esos cambios, aún
cuando de manera positiva los corroboran y matizan las opiniones
de las personas. Se crea luego una interfase para sobreponer
esa expresión cualitativa con lo que viene indicando
el modelo cuantitativo elaborado por los especialistas sobre
los mismos temas.
La mesa
de toma de decisiones, en cambio, es totalmente abierta,
pero se asegura la concurrencia de individuos con representatividad
y con capacidad de difusión de las ideas que se
discuten. El modelo predictivo se alimenta con un inventario
de especies y poblaciones vegetales y animales, una definición
territorial de los hábitats, tipos de ecosistemas,
relaciones funcionales y comportamiento de las poblaciones.
Los profesionales nos comunicamos en la mesa con conceptos
y vocablos de fácil comprensión y profundizamos
en los temas en condiciones de igualdad respecto al conocimiento
que tienen los pobladores y las autoridades locales.
En la
fase de prospección hay una instancia inicial destacada:
la selección de las especies vegetales y animales que
serán consideradas testigos, en el largo plazo, de
que la diversidad biológica se mantendrá. La
comunidad tiene pleno derecho a incorporar especies con cuya
conducta está familiarizado, simplemente siente simpatías
o necesita garantizar su presencia, como en el caso de las
especies agoreras que predicen las temporadas de lluvia, con
cantos más ásperos, cambiando la orientación
de sus nidos y activando su vida sexual. Las autoridades nacionales,
por su parte, incluyen aquellas especies que consideran en
riesgo de desaparecer en la Región.
A partir
de allí se definen ideas sobre el comportamiento de
las redes de ecosistemas, sobre las reacciones a los disturbios
que trae el desarrollo y sobre las condiciones para el desmantelamiento
de la estructura actual, la regeneración y recolonización
de los hábitats. El trabajo de la mesa va quedando
reflejado en el modelo integrado de predicción que
mide la capacidad de recuperación del sistema.
Surgen entonces alternativas sustentables de organización
del territorio natural. En ellas se usan cuantificaciones
de los fragmentos que quedan dentro de los ecosistemas y de
sus relaciones funcionales tanto biológicas como espaciales,
se consideran valores numéricos, relaciones geométricas,
índices de calidad y de cambio en el tiempo, medidas
de cohesión del sistema, etc. Las opciones se ilustran
con representaciones gráficas tridimensionales y utilizando
visualizaciones secuenciales de la evolución de sus
estrategias en el tiempo. Se adopta finalmente, como acuerdo-compromiso,
la alternativa que logra mayor consenso.


Nueva
Ciudad Federal (Propuesta 2007)
Simulación del método en una de las cinco "zonas
de paisaje característico" del área de
estudio.
- Notas
del diagnóstico técnico: Espacio valioso a efectos
del control climático, proveedor útil de agua,
de elevada calidad estética, con altas condiciones
de refugio y conservación de la memoria biológica,
y un paseo de destacado valor educativo. Predominan componentes
de ribera que requieren ser conservados y mejorados. Suelo
esquilmado que ha perdido valor agrológico, con aptitud
para tipologías de construcción con alturas
compatibles con el dosel vegetal intermedio del bosque galería
(6 a 12 m.) y que garanticen porcentajes de impermeabilización
moderados. Se señala una extensión de recarga
del acuífero que debe tener muy bajo porcentaje de
ocupación (para facilidades comunales y espacios recreativos).
- Recomendaciones
adicionales de la mesa: Reforzar las variedades especializadas
que habitan la parte central de los hábitats. Recuperar
los setos que facilitaban el poblamiento por conejos de monte.
Retiro de las riberas: medido por 30 días de tiempo
de escurrimiento. Mejorar la conectividad entre los hábitats.
Eliminar las tomas de agua clandestinas. Establecer líneas
preferenciales para el drenaje del suelo (afectado por el
arado perpendicular) y ejes de conectividad biológica
entre riberas. No hubo consenso sobre el valor puntual de
los recursos recreativos señalados en el Diagnóstico,
por existir mejores oportunidades en otros sectores.
- Alternativas
de mejora consideradas: Ampliar la extensión de los
hábitats y reforzar su núcleo central, mejorar
la relación perímetro/área en las configuraciones
muy irregulares, disminuir el aislamiento de ciertos hábitats
en base a plantaciones, ampliar la diversidad tipológica
de los hábitat.
- Criterios
para la selección de opciones: Dar prioridad a actuaciones
que corrigen perturbaciones y daños patrimoniales a
los hábitats producidos por la agricultura mecanizada
y por el arrinconamiento de la ganadería sobre los
bosques de ribera, y a intervenciones altamente compatibles
con los ecosistemas vecinos.
De la
discusión inicial (cuyos temas son abstractos, como
la estructura y la distribución espacial del sistema
natural remanente y su cohesión biológica) se
pasa a una fase donde se busca que los participantes hagan
explícita la relación que existe entre ser humano
y naturaleza. Para ello, expresan sus necesidades y aspiraciones
sobre los beneficios y servicios que presta al hombre la red
ecológica, de manera de seleccionar cuales se privilegiarán.
Detallamos a continuación una lista de esos servicios
(que en la práctica se deben traducir a las condiciones
y al lenguaje local). Se la conoce como "capital natural"
y es la base de los métodos más avanzados de
evaluación ecológica, el "quality of
life capital" aplicado en Gran Bretaña y el
"leitbild" en Alemania, que han sustituido
a los desactualizados "Estudios
de Impacto Ambiental".
- Servicios
reguladores. Del clima y de freno a los disturbios climáticos,
de la calidad del aire, de provisión de agua en sus
distintos usos, de drenaje, de formación de suelos,
de nutrientes, de polenizadores, de control de pestes.
- Servicios
de hábitat. Refugios y elementos para la conservación
de la memoria biológica.
- Servicios
productivos. Alimentos, medicinas, materiales de uso y ornamentales,
recursos genéticos.
- Servicios
formativos. Placer estético, regeneración
síquica, recreación, culturales, científicos,
educativos.
En general,
las personas tienen preferencias muy diferentes sobre estos
servicios, pero se llega fácilmente a un acuerdo
para jerarquizarlos, establecer prioridades de acción
y metas materiales.
Para finalizar,
los participantes revisan la consistencia de sus juicios y
conclusiones, contrastándolos con una respuesta
de carácter global a la pregunta: ¿cual es el futuro
ecológicamente viable y socialmente deseable del sitio?
Se procura que la respuesta defina una expectativa común.
Esta imagen colectiva y libremente formulada del futuro se
contrapone con las conclusiones que se han venido estableciendo
en la mesa y de esto resulta que algunas ideas aparecen reforzadas
en el documento final y otras pasan a segundo plano.
Este instrumento
incluye muchos componentes que ya son de uso universal y que
han sido debidamente probados en su eficacia. Concurren a
evitar que resulte un tipo de planificación mecánica
y determinista, que señala los caminos deseables desde
arriba y usa de manera preceptiva sus resultados. Los datos
y los temas se manejan en la mesa porque tienen significado
y relevancia para los residentes y también para la
Región. El producto final cumple una finalidad educativa
y revela de manera más compleja la identidad del paisaje
local. En lo operativo, es una hipótesis a verificar
y corregir sobre la marcha, que orienta una estrategia de
regeneración del sitio escogida por su gente y cuya
ejecución queda en manos de una gerencia ecológica
adaptable, receptiva siempre al control social que faculta
la Ley.
SL
El
autor es venezolano y arquitecto. Se inició en la Facultad
de Arquitectura de Montevideo, participó en el Plan
de Coordinación Urbanística de la Región
Caracas, coordinó el diseño de la fase de arranque
de las ciudades nuevas para la industria petrolera y elaboró
los planes de expansión de otros centros poblados,
en su mayor parte a través de la Oficina Técnica
Albión de Apoyo a la Gestión Urbana C.A.
De su autoría, ver también en café
de las ciudades:
Número
51 I Ambiente
Campos
de golf en las ciudades: ¿amenaza ambiental o corredores ecológicos?
I Otra mirada desde Caracas I Sergio Laxalde
Número
53 I Planes de las Ciudades
De
la zonificación euclidiana al poder vecinal
I Los caminos del zoning en Estados Unidos. I Sergio Laxalde.
I
Sobre gestión urbana participativa, ver también
en café
de las ciudades:
Números
46 y 47 I Planes de las ciudades
Alta
simplicidad (I) y (II)
I A propósito de la gestión. I Ramón
Martínez Guarino
Otra visión
del desarrollo sustentable en café
de las ciudades:
Número
51 I Ambiente y Economía de las ciudades
Sobre
el origen el uso y el contenido del término sostenible
I Demandas de operatividad sobre un concepto ambiguo I José
Manuel Naredo
Y
sobre la metodología de Evaluación de Impacto
Ambiental:
Número
54 I Planes de las ciudades
Normativa
urbana, casuística y visión procedimental
I Sobre el debate "¿Evaluar impactos o planificar la
ciudad?". I Artemio Pedro Abba
Número
43 I Planes de las ciudades
¿Evaluar
impactos o planificar la ciudad? I Apuntes
para una normativa urbana (I). I Mario L. Tercco
Contactos
propuestos por el autor:
- Sobre
Reforma del Estado:
Centro
Latinoamericano de Administración y Desarrollo,
reforme@clad.org.ve
- Sobre
indicadores de conectividad ecológica y el efecto
barrera del urbanismo:
Joan Marull.
Barcelona Regional, Edificio Z Carrer 60 Nº 25-27, Sector
A, Zona Franca, E08040, Barcelona, España.
- Sobre
Metodología de la planificación ecológica:
Julius
G. Fábos, Department of Landscape Architecture and
Regional Planning, University of Massachussets, jfabos@larp.umas.edu
Bibliografía:
- Sobre
Metodología de la planificación ecológica:
Landscape
Planning: Environmental Applications. William M. Marsh. Varias
ediciones.
Landscape
Ecology. A Widening Fundation. Vittorio Ingegnoli. 2006
- Sobre
Teoría e historia de la ecología del paisaje
y el desarrollo sustentable:
Zev Naveh
(Profesor emérito de la Faculty of Civil and Environmental
Engineering, Technion,
Israel Institute of Technology), Landscape
Ecology Theory and Applications, Springer, New York (varias
ediciones).
- Sobre
la experiencia de los Países Bajos en Planificación:
Arnold
van der Valk. Rule and Order. Dutch Planning Doctrine, Volume
28, Kluwer Academic Publishers, Boston (1994).
- Sobre
procesos de toma de decisión y gerencia ecológica:
De Groot
R.S. Evaluation of nature in environmental planning, management
and decision making, Wolters-Noordhoff, Groningen (1992).
- Sobre
metodología para procesos de transición Naturaleza
- Desarrollo urbano:
Wiek A.
Functions of scenarios in transition processes, Revista Futures
38 (2004) pps. 740-766
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Política
y Planes de las ciudades |
El
fuego fatuo del emergente periurbio y las luces del
atardecer suburbano
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Problemas
metropolitanos y dilemas políticos I
Por
Artemio Pedro Abba |
El
tejido urbano del suburbio se constituía por
una relación entre espacios adaptados y canales
de movilidad (o de actividades localizadas y actividades
de interrelación) que guardaba cierta familiaridad
con el que se establece en el urbio pero de menor intensidad.
La característica es que predominan los traslados
que comienzan y terminan con tramos peatonales dentro
del ámbito urbano público. En el periurbio
lo dominante es la nueva relación entre ámbitos
privados a través de movilidades no peatonales
(predominantemente mediante el uso del automotor privado)
generando patrones de espacio construido (espacios adaptados
y canales) diferentes.
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"Acordate
que la tierra no es de nosotros..."
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El
mercado inmobiliario en las villas de Buenos Aires, según
María Cristina Cravino I
Por
Marcelo Corti |
El
mercado no es abierto, porque se desarrolla especialmente
al interior de comunidades, y no tiene necesariamente
continuidad ni competencia con el mercado oficial, si
bien ambos son paralelos y complementarios. Este mercado
se explica también con las ideas de pacto, de
legalidad alternativa o de mercado con reglas propias:
un mercado racionado o restringido, en términos
neokeynesianos. La autora apela a la imagen de "esferas
separadas, aunque con fronteras difusas" y aclara
que la dimensión de este mercado en Buenos Aires
no puede asemejarse al de México o Brasil, donde
aparece la figura del intermediario profesional o broker
del mercado informal.
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Buenos
Aires 1536-2006
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La
Historia urbana del Area Metropolitana, por Margarita
Gutman y Jorge Enrique Hardoy I
Por
Marcelo Corti |
Las
sucesivas etapas de la formación metropolitana
son abordadas con precisión y buena síntesis
informativa, relacionando las ventajas locacionales
de Buenos Aires, los condicionantes económicos
de su crecimiento, la interacción con el territorio
nacional y las circunstancias más estrictamente
urbanísticas del desarrollo metropolitano, en
especial las vinculadas a los costos del suelo y los
modos de producción del centro, los barrios y
la periferia. Así discurren las etapas fundacionales,
la displicente apatía colonial, los desarrollos
republicanos, la Gran Aldea, la París
del Plata y la conformación fáctica
(pero no institucional) de la megaciudad actual.
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Gobierno
local, desarrollo y ciudadanía
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De
la pirámide y la división de competencias
a la retícula y la convergencia funcional I
Por
Fabio Quetglas |
Ese
modelo, similar a una línea de montaje, donde
se puede decir "fortalezcamos este eslabón",
es un modelo que está cambiando; no porque lo
decidió un teórico de la academia; sino
por el impacto de las nuevas tecnologías en el
Estado. Hay una creciente convergencia funcional, en
la que cada vez se repiten más los esquemas como
el siguiente: un nivel de gobierno crea un programa,
otro nivel de gobierno califica los recursos y otro
nivel de gobierno lo aplica. Es creciente este fenómeno
de un nivel de gobierno que diseña o controla
los estándares, o los financia, y otro nivel
que se encarga de otro aspecto de su realización.
Se rompe así la lógica de la división
y se pasa a la lógica de la convergencia.
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Los
libros y la ciudad
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De
Buenos Aires al DF, la misma gramática maternal
I
Por
Iván Peñoñori |
Bajar
al metro, en la Ciudad de México, se siente un
poco a ser olvidado, a que nadie nos ve, a ausentarse.
Es una estratagema que resulta. Y a pesar de que las
estaciones sigan sembradas de gente, el vagón
funciona como la antesala de la privacidad. Pasar del
Zócalo capitalino a la soledad del cuarto, sin
este interludio, resultaría un quiebre insoportable.
En el metro existe una biblioteca gratuita dispuesta
para el viajero. Se puede leer durante todo el trayecto.
El metro carece de experiencia: nadie es mejor persona
por haber viajado más en él, nadie se
lleva un aprendizaje. Sin embargo los libros no vuelven,
se extravían. México resulta el mejor
lugar para leer literatura argentina.
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Buenas
y Malas Prácticas Urbanas 2007
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Fotos
prohibidas - Kuala Lumpur – Beijing - Singapu - Centro
de Santiago - Kavanagh - Water-Taxi - Parque Alem -
ABL porteño.
Y
una "competición" paralela: ¿cuáles
son los mejores, o más influyentes, o más
recomendables libros escritos sobre ciudad y urbanismo
a lo largo de la historia?
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Una
denuncia sobre Ciudad Juárez y un análisis
de la relación entre el voto y el territorio
en la Argentina.
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Acceso
popular al suelo urbano en Argentina - Ciudad, periferia
urbana y habitabilidad, coloquio en Bogotá -
Cambio Climático y Energías Alternativas
- Seminario Internacional de Ordenamiento Territorial,
en Mendoza - Forma y Simetría - Mercados de Suelo
Informales y Regularización de Tenencia, en Caracas
- XII Seminario de Arquitectura Latinoamericana, en
Concepción y Chiloé - Nuevos instrumentos
de financiamiento y planificación - Seminario
de Gestión democrática de ciudades - Argentina
Urbana - Rutas de Aprendizaje, territorios rurales con
identidad cultural en Perú, Ecuador y Chile -
Maestría en Desarrollo Sustentable - Gestión
Local del Hábitat, en Rosario - ¿Un mundo suburbano?
- Gregotti y la extensión de Pudong, en Shanghai
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ACERCA DE CAFÉ DE LAS CIUDADES
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café de las ciudades
es un lugar en la red para
el encuentro de conocimientos, reflexiones y miradas sobre
la ciudad. No es propiedad de ningún grupo, disciplina
o profesión: cualquiera que tenga algo que decir
puede sentarse a sus mesas, y hablar con los parroquianos.
Amor por la ciudad (la propia, alguna en particular, o todas,
según el gusto de cada uno), y tolerancia con las
opiniones ajenas, son la única condición para
entrar. Hay quien desconfía de las charlas de café:
trataremos de demostrarle su error. Nuestro café
está en cualquier lugar donde alguien lo quiera disfrutar,
pero algunos datos ayudarán a encontrarlo. Estamos
en una esquina, porque nos gustan los encuentros, y porque
desde allí se mira mejor en todas las direcciones.
Tenemos ventanas muy amplias para ver la vida en las calles,
y no nos asustan sus conflictos. Es fácil llegar
caminando a nuestro café, y por eso viene gente del
centro y de todos los barrios (sí alguien prefiere
un ambiente exclusivo, que se busque otro lugar). No faltaran
datos sobre cafés amigos, porque nos gusta andar
de bar en bar: ¿cómo pedirle a los parroquianos que
se queden toda la noche en el nuestro? Esa es la única
cadena a la que pertenece el café
de las ciudades: la
de todos los cafés únicos e irrepetibles,
en cualquier esquina de cualquier ciudad.
Marca en trámite
Editor y Director: Marcelo Corti
Diseño: Laura
I. Corti
Corresponsal
en Buenos Aires: Mario L. Tercco
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