N. de la R.: El texto
cuya publicación en castellano comenzamos con este número constituye
el aporte del autor
a Visionary Power -
Producing the
Contemporary City, catálogo de la 3ª
Bienal Internacional de Arquitectura de Rótterdam
celebrada entre mayo y septiembre de 2007. M. de Waal fue
invitado en la ocasión a escribir un ensayo con formato de glosario
acerca de los principales temas y objetivos de la exhibición;
el texto fue dividido de manera que sus partes constituyeran una
suerte de prólogos a las distintas secciones del volumen.

Paradojas
del Poder:
· Paradoja de la Sociedad de Información
En
la era de la información, la información es el comienzo y el final
de todo. Bits y bytes inmateriales,
incorpóreos, conducen nuestro universo digital -se trate de música
mp3, intercambios electrónicos de acciones o encuentros barriales
de Second Life. Aun en aquellos sectores
de la economía que todavía residen en el mundo físico, es la información
(de procesos de gerenciamiento, de diseño
o de conocimientos sobre marketing) la que provee
ventajas competitivas en los procesos de producción de bienes
y servicios.
Pero
finalmente, hasta Silicon Valley
gira alrededor de patrones físicos grabados en elementos metaloides,
fluyendo gracias a la corriente eléctrica provista por estaciones
generadoras alimentadas con gas, carbón o petróleo. Muchas transacciones
del e-commerce
se realizan mediante camiones que usan combustibles fósiles.
Y en definitiva, incluso la
arquitectura Cad-Cam
conduce a ladrillos y no a clicks (bricks, no clicks).
No nos debería sorprender entonces que, en la era de la información,
sea la competencia por los recursos naturales
lo que dirige buena parte de la economía y la geopolítica internacionales.
· Paradoja de la Localización
En
la sociedad en red, la localización no importa. Por esa razón,
importa, y muchísimo.
En la economía de la información, el proceso de producción está
fragmentado en módulos interconectables
que pueden estar geográficamente dispersos por el mundo. Por ejemplo:
la investigación para un nuevo teléfono celular se realiza en
Tampere, Finlandia. Unos programadores en Hyderabad, India, escriben
el software. Una fábrica en Shenzen,
China, fabrica los aparatos, con algunas partes importadas de
Taiwán. La estrategia de marketing es elaborada en Madison
Avenue, Nueva York. Este es un proceso
flexible: cada módulo puede
ser remplazado por otro -la producción, por ejemplo, podría
ser derivada de Shenzen a Vietnam, o la elaboración del marketing de la parte
norte a la parte sur de la avenida Madison.
Al
mismo tiempo, las ventajas de aglomeración conducen al clustering.
Los productores buscarán hubs
de logística. Los departamentos de investigación y desarrollo
necesitan sitios que abunden en talento creativo y capital financiero.
El prestigio (en forma de arquitecturas emblemáticas, escuelas de elite,
restaurantes de lujo y presencia de la alta cultura) es importante
para el establecimiento de sedes corporativas. Así que tanto Thomas
Friedman como Richard Florida pueden tener razón. Como sostiene
Friedman, El Mundo es Plano: cualquier lugar puede entrar en la competencia
global. Sin embargo, como advierte Florida, El Mundo es Escarpado:
eventualmente solo unas
pocas ciudades emergerán realmente como Ciudades Globales de primer
orden, en las cuales se tenderán a concentrar el talento,
los registros de patentes y los recursos financieros.

· Paradoja
de la Aldea Global
Marshall McLuhan parece haber estado en lo cierto:
las redes mediáticas de televisión satelital e Internet, las redes
logísticas aéreas de bajo costo y el contrabando de los coyotes
mejicanos y las cabezas de serpiente chinas han tornado el mundo
en una aldea global. Podemos enchufarnos en cualquier cultura,
en cualquier lugar del mundo. Como Ulrico Beck ha señalado: nuestras
antenas son nuestras nuevas raíces.
Sin
embargo, podríamos discernir dos clases de cosmopolitas: “cosmopolitas
por elección” o “cosmopolitas por necesidad”. El primer grupo
elige deliberadamente un estilo de vida cosmopolita, aunque se
trate de uno que conduce a la emergencia del mismo restaurant-chic-de
diseño en cada Distrito Central de Negocios alrededor del mundo.
El otro grupo siente que no tiene otra elección que encajar en
un estilo de vida cosmopolita. Por ejemplo, cuando la devastación
de las economías del Tercer Mundo conduce a los menos privilegiados
a migrar a regiones más ricas, e instalar sus Chinatowns, Little Italy’s o Curry Miles y similares alrededor del mundo, haciendo
también cosmopolitas sus destinaciones (sin importar si de un
modo deseado o no) en el acto.
· Paradoja del Individualismo
Las
fuerzas culturales de los años ’60 terminaron con la era pequeñoburguesa
de las normas colectivas y los rituales forzados. ¡Ahora somos
todos individuos! Las nuevas tecnologías de consumo masivo confirman
nuestro sentido de ser únicos. En cualquier espacio público, el
iPod crea nuestro propio paisaje sonoro
personal. En Internet, algoritmos filtrantes nos presentan un
paisaje de información ajustado a nuestras necesidades y gustos
personales.
Pero
al mismo tiempo, la creciente flexibilidad de la economía global
y la cultura cosmopolizada ha llevado
a una renovada popularidad
de las narrativas colectivas y los grupos de identidad. Estas
tendencias conducen incluso a prácticas de re-territorialización:
crecientemente, grupos étnicos/económicos/de estilo de vida se
agrupan en sus propios barrios -a veces incluso tornándolos en
fortalezas urbanas.
Aunque
esto no es una tendencia negativa por sí, conlleva el riesgo de
producir un urbanismo de archipiélagos incomunicados -y en los
casos más extremos, conduce a una dialéctica de ghettos de exclusividad para los super-ricos y ghettos de exclusión para los perdedores de
la sociedad.
· Paradoja de la Informalidad
Esta
es, parece, la era de las relaciones sociales informales. Es la
era del Viernes Casual, más que de la rígida etiqueta, de la cultura
de-abajo-hacia-arriba y de cortar y pegar, propia de You
Tube, Myspace
y Blogger, remplazando una jerarquía de popes y guardianes culturales
que controlaban los procedimientos de intercambio cultural.
Sin
embargo, al mismo tiempo, otras relaciones sociales han devenido
formalizadas. Como ha señalado Robert Putnam, en el pasado medio
siglo hemos remplazado el banco de favor por el Citibank,
pasando a depender para los asuntos más personales de servicios
institucionalizados (comerciales) y no de la solidaridad informal
de nuestros vecinos. Cada vez con más frecuencia, reglas
de conducta tácitas son hechas explícitas por regulaciones y codificaciones.
En algunos desarrollos, los compradores de casas tienen que firmar
acuerdos que determinan todo:
desde las restricciones de estacionamiento hasta el color de las
cortinas que colocarán. En Rótterdam, el Concejo de la ciudad
inició el Código Rótterdam -una serie de reglas explícitas sobre
cómo comportarse en público. Estamos entrando en una “sociedad
contractual” en la que las expectativas mutuas que antes estaban
implícitas son ahora explícitamente escritas y se refuerzan mediante
la acción legal.

Urbanismos
del Poder:
· Sucedáneo de urbanismo
-Ersatz urbanism
El
diseño de ciudades que parecen ciudades pero, miradas con atención,
adolecen de una parte importante de la cultura urbana. A menudo,
estos diseños se centran en una o dos funciones específicas de
la ciudad y se ocupan de uno o dos grupos específicos de usuarios
y habitantes en la ciudad, pero deliberadamente dejan de lado los espacios públicos para la interacción o el conflicto
entre los grupos. Sus fronteras son con frecuencia bordes duros,
que tienden a aislar el diseño de la ciudad en general. Su identidad
no es un proceso histórico continuo de negociación entre grupos,
sino un proceso de arriba hacia abajo manejado por los
diseñadores, a menudo a través de la tematización. Los
espacios públicos suelen ser de imitación, -como la plaza en los
shoppings- pero no son verdaderos espacios públicos. Su uso
está con frecuencia altamente formalizado y regulado.
· Urbanismo de patio trasero
- Backyard urbanism
Las
fuerzas centrífugas que operan para mudar la ciudad a su “patio
trasero”, en lugar de concentrar sus principales funciones en
el centro (histórico) de la ciudad. Generalmente
no es un urbanismo visionario o utópico el que produce esta ciudad,
sino más bien un llano
practicismo. La
“backyard city”
es una forma “emergente” que surge a partir
de las decisiones funcionales adoptadas por actores tales como
desarrolladores, funcionarios de la ciudad y comerciantes. La
acumulación de estas decisiones relativas a ventajas de aglomeración,
maximización de beneficios y demandas del mercado, crea el damero
disperso y policéntrico de la edge-city, con su paisaje de cajas, supercentros,
aparcamientos, plazas de oficinas y viviendas post-suburbanas.

· Urbanismo entre bambalinas - Backstage urbanism
Incluso
los cables de fibra óptica y los iPods se producen en alguna parte y con algo, para no hablar de todos los demás
artículos cotidianos o de lujo que la economía digital permite
adquirir a sus participantes. Así pues, incluso en la era de la
información se fabrican objetos, y muchos países del tercer mundo
compiten para convertir sus ciudades en gigantescos backstages
de fabricación, a menudo ofreciendo a las empresas dispuestas
a trasladarse ofertas especiales para la adquisición de tierras
o excepciones a la legislación laboral o de medio ambiente.
· Urbanismo petrolero
Con
la expansión de las economías de India y China (entre otras),
la demanda de recursos naturales y los precios de petróleo están
en auge. Son estos petrodólares en busca de oportunidades de inversión,
estima global o legitimidad de poder los que financian la modificación
de skylines
de Astana a Jartum, introduciendo a
ciudades anteriormente marginales en la carrera por
su reconocimiento internacional como ciudades globales.

· Urbanismo
cívico
El uso del concepto de “urbanización” implica con frecuencia
la idea de un proceso forzado por poderes abstractos e intangibles,
de los cuales aquella es el resultado inevitable. La idea de “la
ciudad” y “urbanismo cívico” pregona lo opuesto: que todavía es
en verdad posible planificar la ciudad sirviendo a su comunidad política de ciudadanos, sus necesidades
e identidades, antes que someterlos a los designios de la economía
global neoliberal. Un punto de discusión continúa siendo: ¿cómo
establecer las necesidades de una comunidad? ¿Todavía es posible
definirlas desde la Grandes Teorías
y “construyendo para la
Humanidad”? ¿O la Investigación de Mercado debería llevar a un más
modesto “construir para los hombres”?
·
Urbanismo de CV
El
diseño de las ciudades como una forma de construir reputación
para burócratas. Planes ambiciosos se ponen en marcha exclusivamente
para la promoción profesional de los funcionarios de la ciudad. Esto conduce
a menudo a proyectos de
monumental megalomanía que se supone evidencian el aura de
la ciudad y el deseo de los dirigentes de exhibir su vigor. Que
los millones de dólares invertidos a menudo hayan sido desperdiciados,
por lo general sólo se descubre una vez que ese funcionario se
ha promovido a una posición superior en otro lugar, dejando como
hubris a su antigua comunidad un skyline reflejante
de carcazas de concreto y de torres
vacías de cristal espejado.

· Urbanismo de Software
La
revitalización de una ciudad y su urbanidad mediante intervenciones
en las relaciones sociales -el software
de la ciudad- más que en su infraestructura de viviendas y
plazas. Cuando el espacio público no conduce automáticamente al
encuentro y al intercambio, ciertos programas especiales -ya sean
parrilladas en la calle o proyectos de arte comunitarios- se crean
para propiciar el reconocimiento y el respeto entre los ciudadanos.
A veces, estas medidas sociales van acompañados de ajustes menores
al hardware físico, como por ejemplo la creación de un centro
juvenil o comunitario.
MdW
(continúa en el próximo número, con Modernismos y Ciudades del
poder y Arquitectura en la época de la globalización))
El autor vive en Amsterdam y es escritor,
investigador, curador y consultor. Sus principales áreas de interés
son los medios de comunicación digitales,
las ciudades, la cultura y la sociedad.
Ver su sitio
en la Web.
Texto incluido en Visionary Power - Producing
the Contemporary City, Internationale Architectuur Biënnale Rotterdam y Berlage Instituut; textos de Kenneth Frampton, Gabriele Mastrigli, Roemer Van Toorn, Martijn de Waal, Sharon Zukin,
Pier Vittorio Aureli,
Alfredo Brillembourg & Hubert
Klumpner, Lieven
de Cauter & Michiel Dehaene, Keller Easterling, John Urry, entre otros; 288 páginas 17,0 x 24,0 cm,
ISBN 978-90-5662-579-5, € 32,50, 2007, Rótterdam, NAI
Publishers.
Otro Glosario de Urbanidad es el elaborado por el Club de Arquitectura,
una compilación de términos relacionados con situaciones y procesos
urbanos de Buenos Aires.
Ver
al respecto en café
de las ciudades:
Número 37 I Cultura de las ciudades
Energía,
Catástrofe, Cybercafé I Algunos indicios de la urbanidad contemporánea.
I Marcelo Corti